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lunes, 8 de abril de 2013

Maltrechos y sin capacidad de reacción.

 (Sobre la idea de un amigo mío que no quiere que le mencione)
La crisis moral del país no es de 2006, la amoralidad en las personas, como la educación y la cultura tienen que arraigarse.
Si se atreviera una infanta a meter mano en la caja.
Si un político corrupto, Camps el de los trajes, es votado por mayoría absoluta.
Si se echa del país al juez Garzón que investiga la corrupción, la Gürtel.
Si políticos con las responsabilidad de gobierno no se ocultan de la compañía de mafiosos.
Si tenemos un primer ministro "plasmificado" y manejado por extranjeros hilos económicos.
Si los ERE's se utilizan para beneficio de amigos.
Y finalmente, si cada uno de nosotros: Miramos para otro lado. Pues con todo esto es razonable que nadie esté orgulloso de ser español y en poco tiempo nos convertiremos en apátridas.

¿A qué podremos achacar estas "tragaderas" que tenemos? Quizás será la adoctrinadora educación recibida durante 40 años bajo el católico franquismo de la época, basado en la injusticia y el o estabas con el Régimen o contra él y quizás la paródia de la transición, seguida de gobiernos ocupados en las formas, en la pantomina gubernamental, para que nada cambiase fundamentalmente.
Despreocupados todos de la esencial cultura y la auténtica educación; abandonando los 40 años de adoctrinamiento, en manos de una TV deseducante y la relajación normativa en economía.
Se dieron peces pero no se enseñó a pescar y además pensamos que los peces iban a durar siempre, claro que con un pueblo tan torticeramente educado no es difícil convencerlo de esto y hacerle dar marcha atrás (la actual política del PP)... y aquí estamos, maltrechos y sin capacidad de reacción.

Sino, como íbamos a admitir que la justicia sólo sea para los ricos que puedan pagar las tasas, la medicina privatizada en breve será igualmenta para la exígua clase media y la escasísima alta. La enseñanza, la base de una evolución social, en manos de Wert, será para una élite fácilmente identificable y las viviendas vacías para mantener el precio de alquileres y la venta de algunas, en manos de la banca subvencionada... pues mire que futuro nos espera: a la esclavitud por la ignorancia: Sin casa, sin justicia, sin sanidad y además ignorantes. Así nos quiere la oligarquía y así nos entregará su obediente Gobierno.

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