Mastodon

Mostrando entradas con la etiqueta insolidaridad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta insolidaridad. Mostrar todas las entradas

lunes, 27 de noviembre de 2023

La innovación va deprisa donde menos falta hace

La innovación social debería ir acompañada y al mismo tiempo del correspondiente cambio tecnológico y empresarial

El desfase en la utilización del móvil, auténtica biblioteca de bolsillo, tiene que ver con el desfase de innovación entre la tecnología y la educación social. De ahí el mal uso por parte de los autores, sin formación ni información adecuadas.

En los jóvenes por al falta de formación social y más que suficientes conocimientos tecnológicos, por ejemplo, en el uso de webs pornográficas y redes sociales en internet.

En los mayores por la falta de formación tecnológica que es para ellos una barrera para el uso de su banco, y otras formas sociales de participación, por ejemplo.

 El desfase social y tecnológico, se da en las empresas, la innovación empresarial, sin el adecuado desarrollo alrededor de la misma, tendrá consecuencias similares a las de los jóvenes y viejos en la sociedad, pero en el ámbito económico

Conclusión: La implementación de la innovación social y  empresarial han de coordinarse con los usuarios, que también tienen que evolucionar adecuadamente y con similar velocidad.

La velocidad en cada ámbito compelido ha de ser constante y para todos.

La innovación en nuestro sistema económico hegemónico, el capitalismo, también debe evolucionar con la sociedad misma, la formación y la información adecuadas serán necesarias para una implementación racional en su innovación, evolución o cambio radical, que realmente es lo que necesitamos y enseguida.

Sabemos que el mundo es finito, limitado y no soporta ni la extracción de minerales, ni la deforestación, ni el resto de contaminantes agresiones a causa de la producción excesiva de bienes y servicios, que luego desperdiciamos complicando más aún nuestra propia existencia, solo para que unas cuantas grandes empresas supranacionales ganen dinero en exceso, propiciando además y como daño colateral muy importante, la desigualdad social mundial.

Aquí, donde es preciso implementar con rapidez una eficiente innovación es donde vamos a paso lento y este lento paso significa atentar contra nuestra casa, nuestro planeta. Mejor dicho, nuestra razonable existencia en el planeta. 

Es decir, la innovación va lenta donde debería ir rápido y rápido donde debería ir lenta. 

Paradigma de la incongruencia humana, que vamos a sufrirla mucho tiempo, porque nuestros defectos la prolongarán: egoísmo, individualismo, codicia, avaricia, competitividad y no evolucionamos aún siendo seres sociales en solidaridad, colaboración y cooperación, compasión, amistad y hermandad. ¡Una lástima de humanidad!

Un hito importante en contra de nuestra evolución e innovación social fue la eliminación del sistema de enseñanza de la filosofía ¡Redios, que burrada! Aberrante ejemplo de nuestra estupidez colectiva

 

miércoles, 25 de marzo de 2015

Libertad de mercado, una falacia

Por qué una parte de la población se empeña en decir que la libertad del mercado es libertad, sin más. No es cierto, porque: ¿Que libertar tiene aquel que, por la circunstancia que sea, no tiene ni un euro? Simplemente no puede acceder al mercado y ¿dónde está su libertad?

El mercado regulado sería otra historia, y de esta forma funcionó y funciona en los países realmente democráticos, que antes llamábamos bárbaros y ahora solo admirados países nórdicos.

El mercado no puede ser libre porque la libertad es el globo que está sujeto a la tierra por la responsabilidad y la ética, en forma de cuerda, pero, cuando ésta cuerda se rompe el globo vaga sin control, con su libertad perdida y al mercado le pasa lo que al globo, que los defectos humanos: la avaricia, la codicia, el egoísmo y la envidia hacen que la cuerda (responsabilidad y ética) se rompa, por no tener control y el mercado se desmande, que es lo que nos está pasando. Dando lugar a estafas legales, atrocidades económicas permitidas y a una extrema desigualdad social.

La responsabilidad y la ética que deben regular el mercado, es lo que los neoliberales se pasan por "el arco de triunfo", con el único fin de mantener su principal dogma: "La empresa debe perseguir el máximo beneficio" y para ello ponen toda clase de mentiras y utopías en juego, como que la competitividad ha de aumentar la producción y por ende el consumo de manera "ilimitada" en esta nuestra tierra, que es finita.

La libertad convertida en libertinaje es lo que quiere la oligarquía que nos traguemos como concepto de libertad, en base a la competitividad que se manifiesta en una absoluta insolidaridad. Utópico y falso a todas luces, pero desde hace 30 años funciona esta patraña, amparada por un enorme arsenal de medios de comunicación y deseducación a raudales. Ahí está el quid de la cuestión.

El neoliberalismo, necesita crear pobres para crecer, porque se basa en el desigual reparto de la riqueza por todos creada; por ende, necesita gran parte de la población pobre, para que una pequeña parte sea rica. Políticas que descarada pero enmascaradamente practica la ráncia derecha nacional y autonómica y de ahí que haya personas de clases media y baja que les voten. Por qué, pues por los principios que aplican: Ignorancia producto de la deseducación y adoctrinamiento a base de controlar los medios de comunicación. Es decir, generan pueblos incultos y por ello fácilmente manejables ideológicamente, además de ocupados en ganarse con gran esfuerzo su precaria situación de proletarios y amansados por el actual opio del pueblo, el fútbol, más bien, la estúpida forma de entender el fútbol.