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miércoles, 8 de octubre de 2025

Un partido que no sea de derechas no puede apoyar el capitalismo nunca

   Y lo que se entiende peor es la existencia de obreros de derechas

Las empresas privadas no invierten sino en favor de sus propios intereses, lo que no es lógico aunque lo parezca. Esto produce la desinversión en bienes y servicios que atenderían a la gente y fomentarían el bien común, en favor de las inversiones para incrementar el beneficio de los dueños de dichas empresas: Sus accionistas.

   Cómo sostener y fomentar una sociedad culta y educada con esa actitud económica generalizada, donde la creación de riqueza y bienestar se acumula en unas pocas personas.

    Es incomprensible que los gobiernos que no sean de derechas fomenten la empresa privada, pues fomentan la forma de desigualdad social por excelencia, teniendo desde más de 200 años el cooperativismo y otros sistemas económicos ya probados como la EBC y otros. Es un grave error no buscar alternativas a este capitalismo salvaje que lo acapara todo.

   Esto es tan evidente como el apagón informativo en los medios de comunicación del país sobre el caso Montoro 

   ¿Oyeron algo de él últimamente? Pero a que oyeron mucho, muchísimo de Begoña Gómez, del Fiscal General, de Coldo etc. etc.  Con esta misma estrategia llevan apoyando el neoliberalismo, el capital privado y por tanto la desigualdad social.

    El fracaso del neoliberalismo económico está más que demostrado, ya es reiterativo el error y los gobiernos del pueblo deben buscar alternativas razonables, que las hay.

   Teorías nuevas como la EBC y otras probadas y antiguas como el Cooperativismo que forma parte de la Economía Social y Solidaria, que además son compatibles. Serían mucho más razonables y beneficiosas que este agotado por obsoleto, capitalismo.

   No machaquen más "fierro" y den una oportunidad al pueblo, que si no se volverá loco como Milei y acabará haciendo "mileinadas"

   Ya está claro que el capitalismo salvaje es incompatible con el bienestar social. Bueno pues la solución es tan sencilla como difícil de desbancar las corporaciones económicas mundiales, pero es imprescindible para sobrevivir dignamente, sino es l fin como sociedad culta y del bienestar.