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miércoles, 29 de abril de 2009
La difícil relación social, con tacto tortillero
En las relaciones personales hay que tener el tacto que se debe al hacer la tortilla de patatas; primero, considerar que sin romper los huevos no hay tortilla; segundo, que la anchura del corte de las patatas, la intensidad del calor del aceite, su calidad y el tiempo de fritura, deben concluir en una resultado suave, que no endurezca la cortada patata, pero que no quede poco hecha; tercero, atendiendo lo anterior es fundamental voltearlas a tiempo y con cariño, así no se quemarán y ninguna quedará cruda, ni siquiera poco hecha.
Esas tres facultades son el tacto que debe haber en las relaciones humanas, solo varían los ingredientes.
Después escurrir el fundamento de la tortilla, batir los huevos y mezclar suavemente; al mezclar los distintos hay que tener mano izquierda, que la emulsión sea buena.
Finalmente hemos de volver a tener tino, para que al fraguar la emulsión, se queme un poquito por fuera, pero poco hecha por dentro y ahí finalizamos el principio de una buena relación, de las sinceras, con fundamento ¡Rico, rico, rico! Excelente relación con tacto tortillero. Puede ser el principio de una buena amistad ... o amor.
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