LLega la Navidad, esa inventada etapa del año, en la que todos somos cojonudos, aunque el resto de él, seamos unos hijos de la gran ..... Además en esta época los manejadores de los medios de comunicación intentan ablandar nuestra dura conciencia y exiguo bolsillo, con películas y anuncios odiosos, similares a los de las colonias de hombre y los perfúmenes de mujer, que sufrimos cada Navidad como un dolor de muelas, que sabes que vuelve cada año, como el infalible Almendro. Hipócrita etapa comercial, para lavar conciencias y aflojar bolsas, durante un mes y perdonar las cabronadas hechas los 335 días previos o posteriores, según cada cual.
Esto quizás nos ayude a comprender que de la maldad de "los mercados" nosotros tenemos una gran parte de culpa, dejando el dinero en entidades (bancos, intermediarios financieros etc.) que se comportan como narcotraficantes, a los que por cierto ayudan a lavar su dinero negro; estiércol del diablo, que obliga a tener estercolero a cada quien, incluido El Vaticano.
Hay que exigir banca ética y pública, manejada por nuestros representantes políticos (elegidos en listas abiertas), porque peor que los actuales "mercados" no lo podrán hacer y tendríamos más capacidad de reacción ante actitudes malvadas por insolidarias.
Se podría cambiar con unas elecciones la política monetaria, que esclaviza en unos países y rebaja el bienestar en otros, en beneficio de unos pocos, cada vez más ricos por egoístas. ¡¡Viva la Navidad!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario