Quién tiene que cambiar. Sentido común: Tu y yo

En la democracia hay que ser exigente y participante, además de paciente, que es la única postura que de momento dominamos.

No se puede consentir la corrupción, pero para ello hay que DENUNCIARLA ... aunque ¿Quién de nosotros no eludió la factura con IVA alguna vez? Pues por ahí hay que empezar, por pedir esa factura y pagar el IVA. Sino, no podremos exigir nada a nadie, ni a políticos ni a banqueros.

Nuestra actitud debe ser colaboradora y cooperadora, no competitiva, debe ser generosa y solidaria no egoista ni tacaña. Es decir, el cambio ha de venir de cada uno de nosotros y de todos, no de los políticos ni de los banqueros, que están muy a gusto como están y no van a cambiar nada. Nosotros somos los artífices del cambio, si es que lo queremos.

Debemos ayudarnos entre nosotros colaborando, debemos ayudarnos denunciando la corrupción, por pequeña que sea y sobre todo, predicar con el ejemplo para educar.

Ese déficit social que se preocupan muchos que de perdure, es la lacra que no nos deja salir de nuestra mierda, de nuestro fango.

Persiguiéndonos entre nosotros, por envídia al cercano prójimo, no perseguimos al malechor auténtico  y dejamos que nos desfalque el ladrón lejano

¡Hombre hay que espabilar!