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miércoles, 31 de julio de 2013

La decisión

Cuando no te das cuenta de lo que te quiere pedir un ser allegado a tí, querido por ti, aún no directamente y por cualquier causa, es que no prestas la debida atención, o él no lo supo expresar, pero las más de las veces, con un conocimiento razonable de los individuos y la situación, es que no prestaste la debida atención.

Si así todo y pasado el tiempo, sigues sin darte cuenta; es que eres un poco "corto" o tonto, en otro caso, eres un cabrón.

Esto pasa muy amenudo en casa, en política, es decir, en la vida misma, en una palabra, que es más habitual de lo deseado.

¡Oye, hombre, vamos a ir al cine ¿Nos acompañas? 

Analicemos:
No quieres ir, pero sabes que ellos van.
... y si sabes que van a ir y los puedes llevar, porque no tienen facilidad de transporte ¿Qué?
Opciones:
  1. Que te follen que no voy a ir.
  2. Puedo llevarte pero, yo prefiero tomarme un cubata entre tanto.
  3.  Vale, vamos.
Inteligentemente hay que buscar la decisión adecuada. Ella dirá mucho de ti, de tu inteligencia y de tu generosidad.

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