Desde que Reagan y Thatcher impulsaron apasionadamente la globalización económica, para mayor gloria del neoliberalismo, comenzaron a controlar a los gobiernos nacionales las poderosas multinacionales; además se organizan públicamente: G7, G8, Davos y manejando instituciones como el F.M.I. (Fondo Monetario Internacional) y otras poderosas instituciones supranacionales. Bien es verdad que ese control gubernamental de las naciones es menor en los países donde observan debidamente la educación para la ciudadanía, la ética y la filosofía, es decir, los países más cultos, por ejemplo: Finlandia, Suecia, Noruega, etc. Sus parlamentos no aceptan de buen grado las imposiciones oligarcas por la presión popular, que emana de su buena educación.
En España el campo estaba abonado por una pseudotransición del franquismo, consecuencia del teatro que montó el PSOE cambiando la fachada, sin cambiar nada del fondo, ni social y menos culturalmente, así, nos siguen manteniendo a merced de gobiernos gobernados.
Con estas premisas y el inquebrantable apoyo al capitalismo salvaje, de la Iglesia Católica, en España nos invadieron económicamente y con la globalización mencionada, dos burbujas:
a) La financiera internacional, consecuencia en parte de la libre circulación de dinero y mercancías y el evidente impedimento de la globalización del mercado laboral y el mencionado control oligarca de las naciones que devino en la desregulación mercantil también global, produciendo finalmente una estafa financiera mundial y una evasión masiva de recursos económicos a paraísos fiscales.
b) Como España es diferente, teníamos nuestra propia burbuja, nacida de la especulación del terreno, la enorme corrupción nacional, que todos toleramos porque a los propietarios de inmuebles (80 % en España) no les molestaba que su predio se valorase (ficticiamente) cada vez más y porque nuestra incultura social y desprecio por la educación ciudadana nos hace más tolerantes con estas tropelías sociales.
Y aquí estamos clamando un cambio, que no se producirá y esperamos, estúpidamente, que mejore nuestra situación sin cambiar nada.
Islandia, que sufrió en su día la mundial estafa financiera, juzgó a los banqueros ladrones y consentidores políticos y ya salieron de la estafa, que no crisis. ¿Esto no significa nada? Mejor: ¿Por qué la prensa no lo menciona y lo estudia? Pues porque el control oligarca mundial y nacional llega a los medios de comunicación, gobierno que manejan desde instituciones superiores y a través de la banca y el pueblo adormecido en su incultura sigue esperando la salvación por intervención divina.
¿Nos moveremos? ¿Queremos? ¿Sabremos?
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