Madrid, a instancia del PP, aspira a ser zona catastrófica. Así, con ese criterio, la cordillera Cantábrica habría de serlo cada invierno al menos y por la prescripción fiscal, desde hace cuatro.
"Mirusté":
No es una catástrofe no tener recursos, por perdonar durante años los impuestos a los más ricos y esperar la donación, del "Ortega" de turno, de máquinas quitanieves. Por gestionar inopinadamente y sin criterio social, haciendo poco caso a la predicciones meteorológicas y sanitarias, es decir, incompetencia, desgobernanza y despilfarro. Bien es verdad, que es catastrófico lo antedicho, pero no tiene el carácter legal de catástrofe, sino de estulticia gubernativa.
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