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martes, 27 de abril de 2021

En el S. XXI el tránsito a la democracia, a lo común. Ideas y proyectos

 Supongo que el éxito del neoliberalismo económico en la política mundial apeló, desde hace 40 años, a los sentimientos de los electores para ganar las elecciones, al marketing político, es decir, a los asesores profesionales, que presentan un producto (Comunicación Política) mediante el marketing del mercado. Hasta este extremo colonizó la vida social el neoliberalismo, con la mercantilización de todo, todo es mercancia vendible, hasta la comunicación política.


Esto se hizo de forma profesional para vencer electoralmente, sin convencer con programas y proyectos, sin razonar, ni pensar y por supuesto, sin dejar participar a la población en la gestión de lo público, que se denosta hasta la saciedad, solo se permite sentir, se apeló y apela al sentimiento.

Al igual que genera el sentimiento consumista la tenencia de bienes innecesarios, para que percibamos felicidad, donde solo hay objetos, la comunicación política es la técnica marketiniana para persuadir a los votantes sin proyecto ni programa. Si no, no se explica el éxito del neoliberalismo (o de Ayuso en Madrid, por ejemplo)

Este éxito les va a matar, pero precisan una ayudita. Es como el éxito del covid, sin vacunas; que nos infectaría a todos y dejaría la población, más que diezmada, solo quedaría un 50 % de la población resistente al virus y sus variantes más peligrosas.

Para que seamos la vacuna a la pandemia neoliberal, creo que habría que mostrar las consecuencias que produjo en estos 7 lustros razonadamente. Cambiar el sentido común neoliberal aquí expresado, por otro basado en una economía para las personas, en las Constituciones de cada país demócrata, en los DDHH,  en los ODS, Sencillamente plagiando a "Fisgón": otro mundo no es que no sea posible, es que es imprescindible 

No se hasta que punto pudiera ser beneficioso la utilización del disfraz en la comunicación política, para arrancar en este cambio al sentido común democrático, y mover el voto sin convencer, demostrando así la bondad del nuevo sistema al que aspiramos. Tengo mis dudas. 

Yo, como decía mi admirado Julio Anguita, soy más de: Programa, programa y programa. Creo que si un partido presenta un programa serio y lo cumple, tendría votos aseguramos muchos años, aún el marketing político de derechas, que es muy poderoso porque controla los medios de comunicación, la banca, y muchos políticos.

En 2014 ya decía "La evolución hasta el cambio estructural". Espero que esté a punto de cumplirse

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