Estamos confundidos porque la información incumple su misión básica y deforma la realidad, recibimos noticias que no son tal, verdades a medias, que dice mi amigo Maximino, que son peores que las mentiras.
Pero, a qué responde que diversos medios de comunicación y personas utilizando redes sociales, nos quieran confundir con sus mentiras, bulos, fake news, verdades a medias o como quieran llamarles. Esas personas y entidades han de tener un fin un objetivo para tener esa continuada actitud ¿Porqué la contribución a la confusión cultural tiene valor? ¿Para quién?
Gana con un pueblo confundido o sencillamente inculto, quien desee y pueda (tenga los medios) manejar ese pueblo.
Una vez descubierto quién es el interesado, que es historicamente el mismo: aquellas personas que tienen poder sobre cierta población. El Clero y la nobleza primero. Los dueños de los medios de producción después y actualmente: el poder financiero.
Bien entendido que el poder no reside unicamente en un elemento de los mencionados sino en varios de ellos. Y las ideas, las ideologías, cuentan en la historia (Thomas Piketty)
Claro está que para ejercer el poder, no solo es necesario el dominio de los medios de comunicación, se utilizan también amenazas desde el poder financiero (aún a las naciones), la judicilización de la política, el uso de violencia de género, xenófoba y paramilitar. Lo antedicho contribuye a la confusión general de la sociedad y no se ejerce desde el Estado, desde el Gobierno que se alcanza con las urnas. El poder no está solo en él, ni en el Estado, está también más allá del Estado y por ende del Gobierno de la nación.
Esas críticas que hoy se oyen hacia los regímenes islamistas extremistas, por el trato a las mujeres, no hace muchos años en España éstas no podian tener una cuenta corriente, firmar contatos o trabajar sin permiso paterno o de su marido, hay diferencia, pero no tanta. Nuestra religión también deja rastro en la sociedad, ese rastro que una parte de ella quiere recuperar. De ahí que sea tan importante la abandonada y maltratada educación pública, que la privada como la paga o debería pagar cada quien, puede adoctrinar en el sentido que el pagador indique.
No nos confundamos, tenemos una norma de guía, que sigue valiendo, aunque pide a gritos una reforma, que niegan esos confundidores profesionales de la sociedad.
En la Constitución y referente al precio de la luz, que es una cuestión de interés general para particulares y empresarios se dice que: "Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general"
Al igual que nuestra norma ampara el derecho a la vivienda que se está usurpando a ciertos ciudadanos "Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada"
Sirvan estos dos ejemplos para entender que aún teniendo la norma que nos ampare nos confunden con fuegos de artificio para que nos ocupemos de sus bulos y no atendamos a la realidad social, subsanable constitucionalmente.
La voluntad política puede solventar gran parte los problemas de nuestra sociedad. Ahora dedíquese a razonar quién se opone con su voluntad política a el arreglo, porque el arreglo de la sociedad perjudica económicamente y por tanto, minora el poder de la oligarquía. ¡Identifíquela y tendrá la respuesta! El resto de sus apoyos, son esbirros de esa poderosa oligarquía.
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