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lunes, 19 de diciembre de 2022

Se nos pasa el arroz y no aprendemos nada ¡Pregúntennos más!

 La pasión solo es buena en deporte y no siempre.

A la izquierda se nos ha pasado, hace mucho tiempo, el momento de comenzar a culturizar político socialmente a los trabajadores españoles. Gobernó tantos años el P$O€ sin que gobernase la izquierda, que se nos pasó el arroz reiteradas veces, además los sindicatos se preocuparon demasiado de si mismos, me refiero a sus líderes, y no atendieron debidamente ni a las bases ni a la política nacional que les desbordaba y apartaba con dudosas dádivas; pero ahora quizás se podría comenzar a enseñar que, como mínimo, hay que votar y hacerlo con la razón, con sentido común y SIN PASIÓN. 

 Ésta, la pasión, para la Copa del Rey, la Liga y el Mundial, ahí es válida, aunque hay veces que desatada, sabe hasta mal, muy mal, pero es un deporte; bueno, debería ser un deporte, ya es un negocio que blanquea dictaduras. En fin, no es el tema de hoy.

A lo que iba. Debemos aprender, como mínimo, todos a votar con la razón y sentido común, dejando la pasión para los momentos y hechos que sean precisos.

Sin esa maligna dosis pasional no existirían trabajadores que votasen neoliberalismo, ni por tanto, a partidos que contemplen prioritariamente un sistema económico capitalista, porque atentan contra su bienestar y el de sus familias, aunque se adornen de "cañas", con "vivas al vino" o "banderitas bicolor". Lo que debe contar es la Sanidad Pública y Universal, la Educación Pública, de calidad y para todos y una fiscalidad justa: que pague más quien más gana y se persiga el fraude fiscal, además de las guaridas fiscales. Eso debe votar cualquier trabajador con sentido común y un mínimo de racioncinio. Si no está apoyando a sus detractores, y por tanto, no sabe donde está, está desubicado.

¿Qué partido de derechas habla de esto claramente? Ninguno. Solo critican el comunismo, que aquí no hemos conocido nunca; la actitud golpista, que aquí solo conocimos la de Franco, que ellos nunca condenaron y ni siquiera critican y a Tejero. 

En economía solo hablan de libertad de mercado y competitividad, cuando ya sabemos que significan ambos conceptos:

  •  Empresarialmente, aquellos que consiguen llegar a monopolizar un mercado y poner los precios que les venga en gana, desatendiendo a los trabajadores, más claro: explotándolos y apretando los precios hasta ahogar a la mayor parte de la población. Piensen sino en los mercado oligopolistas, como la energía y la alimentación o la banca, causantes del 90 % de la inflación, salarios bajos y acceso financiero nulo 
  • Y personalmente la competencia entre nosotros: A ver quien tiene el coche más grande, las vacaciones más lejanas o la casa más alta y ... qué se yo cuantas pijadas más, que no van a ningún sitio, solo provocan desunión, envidia, codicia y malestar social, atacando la cooperación y la solidaridad social, que son las cualidades propias de cualquier culta sociedad. 

Fíjense hasta donde llegó la tropelía aquí planteada, que el propio partido conservador inglés, no se atrevió a implementar la política que predica la derecha española.

La competencia hay que dejarla para los deportes ahí sí, ahí está justificada. Qué sería sino de un partido, Nadal Alcaráz o Barça Madrid, pero en el resto de la vida solo causa malestar y desunión. Hay que conocer que cuando 20 compiten por un puesto, pierden 19 y  gana uno y esta relación en la mayor parte de los ámbitos de la vida social es indeseable, incomprensible y denostable. Aún en el ámbito empresarial, cuando 19 empresas pierden y gana una, que seguramente instaurará un oligopolio y como triunfo final un monopolio en su ámbito económico, 19 pierden y producirán paro miseria y malestar social, para que un 5% viva mejor a costa del 95% que perdieron. ¿Se ve la tropelía?

¿No entienden aún que la razón y el sentido común, deben imperar en la votación municipal, autonómica y nacional? Despejen la mente ¡Ya, por favor!

No voten a un partido que intenta imponer su criterio por encima de la democracia, a través de presiones económicas, judiciales o policiales, estos no son métodos democráticos, debe prevalecer el voto popular y cuando hay duda, no hace falta acudir a otras instancias, consulten con referendos al pueblo, que para eso están, pero no los usan. Pregunten más a la gente ¿qué quiere? así si se equivocan, lo hacemos nosotros y mayoritariamente no el jefecito de turno. ¡Pregunten más! Transparencia y democracia son la clave

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