Un Rey a caballo entre la ... (Cuando peligra la democracia)

 Un Rey a caballo entre  la corrupción y la república, hubiera dicho yo, pero el titular fue este otro (enlace).

   No se pregunta por la Monarquía en las encuestas del CIS, porque eso implica preguntar por la democracia del país, dado que el rey es su abanderado, es decir el abanderado de la democracia monárquica, que bien parece un oxímoron. Y tampoco se pregunta hondamente por la calidad de la democracia del país.

   No se pregunta a fondo de la organización, administración y dirección y la confianza que se deposita en los partidos políticos, sindicatos, patronal, la judicatura, la policía, el ejercito, en fin, la Administración Pública, ni de nada, porque no interesa a la dirigencia del país, a la real dirigencia del país, que se sepa nada de su interna organización.

   Por la sencilla razón de que cuando esas preguntas, hagan pensar a todo el país sobre las instituciones que nos gobiernan, nos daríamos cuenta que están siendo adulteradas, vilipendiadas y desprestigiadas, porque a la dirigencia real del país no le interesa que funcionen democráticamente.

   Sin ellas o sin su funcionamiento democrático, nos dominarán más y mejor; sin que las instituciones administrativas sean democráticas, los ciudadanos perdemos derechos y de eso se trata, de que el pueblo soberano deje de serlo, para que El Soberano sea uno solo representando al resto de la dirigencia real del país: La oligarquía.

   De esta manera es más fácil someternos sibilinamente, a sus oscuros intereses de desigualdad social, ausencia de educación y escasa sanidad pública, atentando directamente contra el bienestar social al que repudian, solo puede ser para ellos.

   Es más, no aceptan ni la memoria histórica, ni la más reciente sobre las cloacas policiales, porque recuerda directamente a la policía social franquista, ni a cierta judicatura similar a los Tribunales de Orden Público del régimen de Franco.

   Así que defiendan la democracia que es la que está en peligro si gobiernan los descendientes del régimen franquista, que aún controlan una parte importante de las instituciones públicas no democráticas, a causa de la inexistente "ejemplar" transición de la dictadura a la democracia. Tal como queda demostrado por las actuaciones de cierta policía y judicatura en los últimos años.