La intervención en cualquier
mercado, según la teoría económica neoliberal capitalista o capitalismo
salvaje, es nefasta, así D. Sergio
Marqués en su artículo publicado en LNE el día 09/12/2016 titulado El mercado laboral y el salario mínimo,
viene a demostrar que fijando un salario mínimo más alto se pervierte la bondad
del mercado laboral.
Sin pensar que con salarios más
altos el consumo aumenta y en el consumo se basa la economía capitalista,
eufemísticamente llamada economía de libre mercado. Y dice él que
En relación con la
subida del salario mínimo interprofesional (SMI) pactada recientemente por el
Gobierno del PP con el PSOE, es imprescindible tener en cuenta que el mercado
laboral, como su propio nombre indica, es un mercado. Un mercado que, como tal,
se rige por las normas básicas de funcionamiento de todo mercado.
Y nos explica cómo
funciona un utópico mercado del siglo XIX donde se persigue el precio ideal
óptimo, en un mercado ideal que no existe en la realidad y mucho menos en el
mercado laboral.
Además el mercado
será ideal para el trabajador cuando su salario sea alto e ideal para el
empresario cuando sea bajo y ese momento óptimo del salario ideal se consigue
cuándo el que tiene más poder doblega al otro.
Según su razonamiento
el paro se debe a que los salarios son muy altos y los empresarios no pueden
comprarlos. Y porqué en otros países cercanos los salarios son más altos y los
empresarios los compran. O tendrá que ver algo relacionado con la
productividad, la actitud empresarial, la inversión en innovación y desarrollo,
además de lo dicho inicialmente, que es la pescadilla que se muerde la cola:
Salarios bajos consumo bajo.
Qué me dice D. Sergio
de la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) y del artículo 128 de la
Constitución: “Toda riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere
su titularidad está subordinada al interés general”
El mercado está
supeditado a la Ley suprema nacional y cuando la riqueza está pésimamente
repartida, por la causa que fuere, que es este capitalismo salvaje que defiende
aún en el mercado laboral, incumpliendo la mencionada ley suprema, está usted
contraviniendo la Constitución y el sentido común, no defienda lo indefendible,
con esa teoría del mercado casi medieval. Busque otros argumentos más modernos,
pero más complicados y que al menos se sostengan en la realidad, no como teoría
económica de hace 120 años.
Tomás García
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