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domingo, 8 de junio de 2025

La educación también fuera de los centros de enseñanza

   Confío y deseo que la huelga n'Asturies, tense los suficiente al PSOE, a ver si entiende que una eficaz educación es la mejor inversión a largo plazo, aunque éste largo plazo en política esté infravalorado, porque dura más que una legislatura.

   La política es y está para mejorar la sociedad, por tanto, ha de preocuparse de los auténticos intereses de la población y no de los problemas partidistas que es en lo que se ocupan los partidos últimamente y en exclusiva.

   No se puede marear la perdiz para colarnos medidas como la inversión en armamento, aunque dé beneficios a corto plazo, esas armas matan a largo plazo; bajar impuestos a las grandes empresas y obviar las guaridas fiscales. Los impuestos a la ciudadanía no se les pueden bajar, porque si no hay que reducir, aún más, los servicios sociales. En fin, que esto no tiene ni justificación ni sentido común.

   Los problemas que tenemos todos con los políticos, se reduce a uno solo: Una población con un enorme déficit democrático, es decir, una población que desde que se implantó la famosísima por ejemplar "transición" no se le enseño democracia, solo se le mostraron líderes a los que votar cada cuatro años, pero nunca a exigir día a día democracia en las instituciones y las empresas privadas, actitud auténticamente democrática. 

   ¿Qué supuso esto? Pues que los españoles nos creímos que la democracia era votar en cada período electoral al político menos malo.

  Y si esto fuera realmente así, nos daríamos con un canto en los dientes, sería un mal menor, pero ha intervenido torticeramente la oligarquía, a través de SUS medios de comunicación (todos prácticamente) para que la deseducación democrática sea mayor y hacer que existan los "obreros de derechas" que evidentemente no votan al político menos malo, sino al peor.

   Por la misma mala educación población y afianzada por los indicados medios, tenemos unos padres que creen que su hijo ha de ser el número uno, porque recibió al mensaje de competir por todos los ámbitos (educaciones, comunicación etc.) Sin pararse a pensar (ausencia de espíritu crítico) que número uno solo puede ser uno y a lo peor no es su hijo ¿y el resto? 

   De esta forma se enseña a competir al último contra el penúltimo, para que la élite política y económica vaya a su bola, haga lo que le venga en gana.

   Una sociedad así, competitiva, es irracionalmente injusta y desigual y muy manejable por ineducada o deseducada.

   ¿Por qué se oculta que la colaboración es imprescindible socialmente, que la solidaridad es un beneficio común, para todos y que el común hay que defenderlo porque de él dependemos la mayoría?

   A los profesores asturianos en huelga, les pediría: "Educación para la Ciudadanía" es decir, a que enseñen que socialmente cooperar, colaborar, la solidaridad, la transparencia y la participación democráticas, la dignidad humana y la justicia social, son los principios que deben presidir y enseñarse en toda sociedad que se precie por democrática.

   En contra de lo que dice el neoliberalismo económico, derechista y fascista, que defienden el individualismo, frente a la solidaridad, la competitividad frente a la colaboración y la cooperación, a la empresa que persigue el máximo beneficio frente a las cooperativas y las empresas de Economía Social y más allá de la Economía del Bien Común.

   Y que tergiversan medios como el dinero, que es solo un medio de pago, para hacer de él un fin: poder económico.

   Cuando la economía no es lo que dicen y confunden con crematística y la financiación un vergonzoso negocio, cuando solo es un medio para que las empresas de dediquen a su auténtico fin que es atender las necesidades humanas y no a la acumulación del medio de pago.

   La palabra economía como la de libertad, les han intentado cambiar el significado desde hace años, espero que no lo consigan nunca. La primera pretenden confundirla con cremátistica, tal es así que las Facultades de Económicas deberían llamarse de Crematística, sino en ellas se enseñaría Economía Social, Economía del Bien común Economía humana, no solo economía capitalista, planificada y mixta y la segunda con la libertad que te da tener dinero, pero si no tienes no hay libertad y cuanto más dinero más libre: mentira. Cuando más dinero solo más rico.

   Consecuentemente hay que modificar la enseñanza, la política debe ser más participativa con más referendos y la economía no crematística.

martes, 8 de agosto de 2023

Innovación, supervivencia y economía social en la Fidma 2023

 Acudí como desde hace algunos años, a las jornadas que programa Conecta Industria, en la Fidma y este año el segundo que se habla de sostenibilidad, estuvo muy variado y completo.

Sigo pensando como el año pasado, que ya criticaba la parcial atención a la sostenibilidad, no tratando debidamente el apartado social de la misma, solo se atienen a lo que más interesa a las empresas, el ámbito económico, que implica enriquecimiento y quizás por su exceso desigualdad social; nos pierde el egoísmo y la codicia, defectos, por otra parte muy humanos. ¿Nos pasará como con la globalización? Que solo atendió la circulación de dinero, mercancías e información, pero desatendió la circulación de personas y sus derechos.

El ámbito del medioambiente ya se entiende imprescindible, por pura supervivencia, por la pérdida que supone para todos y se atiende mejor que el social, que aún no cuaja en los empresarios. No es de extrañar, educados en el neoliberalismo de los últimos 40 años, deja demasiada huella, pero como con la de carbono, habrá que deshacerse de ella.

El crecimiento de la Economía Social, que también palpé en la Fidma, me alegró mucho al poder festejar el 40 aniversario de ASATA, porque saber que Asturies contempla la economía del futuro es alentador y me refiero a la Economía Social como la del futuro, porque la insostenibilidad del capitalismo está quedando demasiado clara. 

Tanto es así que en la jornada siguiente de Innovación y Sostenibilidad, se mencionó más de una vez la colaboración entre empresas competidoras, lo que atenta contra el principio neoliberal del libre mercado: el individualismo competitivo y, como fin, el fracaso social del oligopolio y su triunfo máximo, de esta teoría económica: el monopolio.

Como se dijo en más de una ocasión, estamos en otra revolución industrial, pero yo voy más allá. Esta evolución es más social que industrial, porque gracias a la sostenibilidad nos obligará a todos no solo a las empresas y, además, debemos exigir ser todos, porque si no, solo serán unos pocos a costa del resto. 

La lucha contra la desigualdad debe nacer de la población que la sufre, con la ayuda de la política auténtica, digo auténtica, porque la que defiende intereses privados no es política. Así es imprescindible la presencia de la Economía social, pero ¿cuál?

Yo ya elegí una, aunque en todas las reuniones y en estas también, solo se oye hablar de Economía Circular, que me parece muy bien, pero no supone un sistema suficiente para la transformación social necesaria, para salir del caos ecológico que padecemos, de la desigualdad social que sufrimos, en fin, del sistema económico en que habitamos incómodamente.

La Economía del Bien Común, de la que deberíamos saber mucho más, es más transformadora y, en mi opinión, la única que nos sacaría de esta crisis sistémica que padecemos desde hace demasiados lustros. 

Finalmente y como anécdota, que quizás no solo yo detecté y no puedo callar (sino la vomitaría) fue ver una compañía eléctrica en la reunión hablando de sostenibilidad sabiendo que el sistema de determinación de precios de la energía, es ... muy difícil de explicar sosteniblemente.