Lo que sigue a continuación es un resumen (con corta y pega) hecho por mi, del Epílogo del libro de Juan Torres López Titulado Para que haya futuro.
Sinceramente creo que este auténtico economista indica diez tareas
principales y una urgente por inaplazable, para transformar la sociedad
de verdad no para reformar el capitalismo, que comprobado está que no
funciona, sino para buscarle alternativa.
En verde lo que añado yo
Creo que un proyecto político transformador de verdad, ha de
desarrollarse en un sistema económico alternativo al capitalismo, si no,
no sería de verdad un proyecto político transformador.
Por ello, permítanme el atrevimiento de proponerles la EBC Economía del Bien Común,
sistema alternativo desarrollado por C. Felber, movimiento
internacional realmente transformador, que como tal, requiere cambios de
las personas que han de transformar la sociedad y me baso para
introducirlo en las 11 propuestas de Juan Torres, que nada tiene que ver
con la EBC, pero este novedoso sistema económico, cumple los 11
requisitos para ejercer tal transformación y en el punto 4 encaja a la
perfección.
Y avanza en otros términos de interés para democratizar la sociedad
haciéndola más igualitaria, al tiempo que respeta los 17 ODS (Objetivos
de Desarrollo Sostenible) excepto el 8º en lo que a crecimiento se
refiere.
Las 11 tareas son:
1.- Prepararse frente a una previsible sucesión de tensiones y catástrofes
El planeta está inmerso en una situación de inestabilidad creciente y
de origen plural, que recibe diversas denominaciones, policrisis
(varias crisis coincidentes), metacrisis (una crisis de crisis producida
por todas ellas) permacrisis (recurrentes o permanentes), cuestión
probada científicamente.
Hacerles frente manteniendo las lógicas del sistema, producirá otras
más complicadas y peligrosas. Porque el capital no va a responder en
contra de sus principios: Competitividad, máximo beneficio empresarial y
mercados sin regulación, que no libres. Consecuentemente hay que prever
una etapa con una respuesta enérgica del capitalismo a los posibles
cambios que hay que articular desde abajo, con buenos cimientos y
tiempo, esto no se cambia en dos ni tres legislaturas.
Pero
la batalla será dura y habrá tempestades, tensiones y catástrofes,
porque el capitalismo no va a rendirse y hay que sustituirlo.
2 Educar, denunciar y difundir con autonomía
Históricamente nunca se consiguió avance social alguno, sino luchando
y denunciando las falsedades del poder. Aunque hoy día éste tiene más
recursos y medios de comunicación, aún los públicos que la izquierda
nunca supo ganar; además la batalla intelectual y cultural por idéntica
causa estuvo a a su favor.
Para cambiar el mundo a largo plazo, e incluso para poder intervenir
con un mínimo de éxito en la actual coyuntura de la vida social, es
imprescindible disponer de mediación social autónoma y no depender de
que el poder contra el que se actúa haga de vez en cuando un hueco a los
relatos alternativos. Es preciso utilizar y organizar con independencia
el capital intelectual y el pensamiento crítico, educar y difundir el
conocimiento, y habilitar a las personas para multiplicar las fuentes de
mediación que permitan que la información en la que se soportan los
relatos alternativos, pueda difundirse y generar convicción, complicidad
y apoyo masivos, a las políticas realmente transformadoras.
3. Forjar consensos progresistas
Los movimientos progresistas deben forjar consensos con los valores
ecuménicos de los grandes ideales, libertad, democracia, derechos
humanos, soberanía popular y no renunciar a ellos, porque se los
apropiará la derecha, como ya hizo descaradamente con el primero
indicado.
No se puede hablar solo para la tribu, ni intentar diferenciarse
tanto de las demás izquierdas. Somos uno solo y debemos ir unidos, para
ser alternativa real. La comunicación y el contacto, que hoy no existen,
porque aunque si hay diferentes formas de comunicarse, estas nos aíslan
cada vez más, paradójicamente.
4 Poner en marcha otra economía y generar riqueza dando ejemplo
No es solo el Estado el encargado de fomentar nuevas formas de crear
riqueza, ingresos de forma eficaz y eficiente, es además de él con otras
formas distintas del capitalismo. Existe el olvidado cooperativismo,
las empresas de economía social y esas con el apoyo del estado y formas
novedosas de medir la creación de riqueza, que no es solo monetaria son
las que ejemplarmente hay que aplicar para mostrar el camino. Y (esto es de mi cosecha particular) podría probarse la (EBC) Economía del Bien Común -enlace-,
que reúne todos los requisitos para poder ser una alternativa real al
capitalismo y probada en varios municipios (Miranda de Azán -Salamanca-
por ejemplo)
5 Aflorar más y mejor democracia en todos los rincones de la sociedad.
Enfrentarse a la crisis de las democracias en todo el mundo es un
reto fundamental porque ahí radica una de las causas que más
directamente produce desprotección y desmovilización de la población que
más necesita avanzar hacia un nuevo mundo. Para hacerlo con éxito es
necesario conseguir que la gente compruebe que la participación, la
deliberación, la negociación y la empatía son los mejores procedimientos
y lo que más le conviene a la hora de dar prioridad a los intereses
diferentes que se dirimen en la sociedad
No basta votar cada 4 años, hay que participar en la democracia en
las empresas, y en todos los lugares y sobre todo dar pábulo y apoyo a
la denuncia de la corrupción y bulos.
6 Crear espacios de encuentro y convivencia
Tan necesario para luchar contra el aislamiento que el neoliberalismo
nos impone desde hace décadas, con su adoctrinamiento sobre el
individualismo, que requiere la competitividad que precisa el
capitalismo para funcionar, dejando de entender que la política es
asunto de todos no de unos pocos aún elegidos cada 4 años y de forma
democrática, es la creación de espacios de encuentro y convivencia,
donde la política sea asunto de todos y así dejemos de ser idiotas en el
sentido griego de desinteresados de lo común.
Hay que retomar contactos con las organizaciones de base, movimientos
vecinales, asociaciones de todo tipo, las casas del pueblo, donde se
tejían vínculos que creaban sujetos sociales y operadores políticos
sostenidos por relaciones humanas estrechas y duraderas.
Fíjense
que la importancia de los movimientos sociales es tal, que los
gobiernos del PP y del PSOE a través del Ministerio del Interior espían
dichos movimiento, con policías infiltrados (cuestión ilegal, claro) que
demuestra la importancia de esos movimientos sociales.
Hemos caído fácilmente en la tentación de hacer política y difundir
los relatos a través del marketing y las redes impersonales que no
sirven para promover y facilitar que la gente se encuentre y hable, se
descubra entre sí los problemas comunes y pueda encontrarles soluciones
solidarias y mutualistas.
No hay problema humano que pueda comenzar a solucionarse sin la
interacción y el diálogo, sin la puesta en común y sin que se encuentren
las miradas y las palabras de los seres a quienes afecta. Como dicen
unos versos de Octavio Paz, «el mundo cambia si dos se miran y se
reconocen».
El movimiento asambleario y la democracia directa, tan imprescindibles, como control y gestión de la democracia representativa.
7 Organizarse desde abajo para influir arriba
Los sujetos políticos, principalmente los partidos que actúan e
influyen en las instituciones, se han convertido en algo muy alejado de
lo que ocurre por debajo de ellas, de las actividades de la gente
corriente que día a día hace que el mundo funcione y lo mejora con su
esfuerzo.
Los sujetos políticos, entiendo por éstos a los que intervienen
directamente en las instituciones y los gobiernos o compiten
electoralmente, deben tener raíces en la sociedad. Y los sujetos
sociales, la sociedad corriente, no pueden actuar al margen de los
aparatos donde se reflejan los intereses sociales, se toman las
decisiones o se puede influir o presionar más directamente sobre quienes
lo hacen. Es crucial disponer de personas, que tengan los pies en la
tierra, allí donde se encuentra la sociedad, si no la representación
política desconectará con el pueblo y perderá su apoyo, perdiendo su
fuerza, aunque gobierne, porque precisa el poder de la calle que lo
respalde, además de votarle.
La
democracia funciona de abajo a arriba, es decir, el soberano es el
pueblo, cuando se pierde el contacto directo con él deja de ser soberano
porque pierde la representación y ésta se vuelve débil, porque no tiene
el amarre del pueblo a tierra. De esta forma, de abajo a arriba,
funciona la EBC, usa la democracia directa y el movimiento asambleario.
8 Prepararse para administrar y gobernar
Cuando la izquierda gobierna lo hace tan bien o mejor que la derecha,
pero la dificultad proviene de creer que gobernar es un fin en sí
mismo, o que implica una gestión que puede llevarse a cabo con éxito en
desconexión con la ciudadanía, cuando el poder del capital y la
influencia de los partidos de la derecha, incluso en la oposición, son
más fuertes que nunca.
El poder no se tiene alcanzando con el gobierno, solo un poquito. La
reacción permanente de la derecha, que controla poderes que no se
eligen, requiere una demanda social ampliamente sentida y cómplice y un
apoyo ciudadano fuerte, explícito, bien visible y permanente. Para que
la ciudadanía lo reclame como una conquista suya irrenunciable.
Estar preparado y saber administrar y gobernar es también un
prerrequisito de la transformación social. Y estar dispuesto para ello
consiste, en primer lugar, en entender que quien ejecuta es el dirigente
o el aparato, pero quien gobierna o dicta la acción de gobierno y la
controla debe ser la propia ciudadanía de modo permanente
Por eso no basta con ganar unas elecciones o llegar a ciertos tipos
de acuerdos para gobernar, porque si se debilitan o traicionan los
principios o si la ciudadanía no comparte o no entiende lo que se hace,
no se emprenderá otro camino que el del fracaso.
9 Reforzar el estado y recobrar la soberanía popular
Aunque ni una sola empresa podría existir sin el Estado, el
neoliberalismo enflaqueció éste de forma que le sirviera a sus intereses
exclusivamente, atentando contra la capacidad redistribuidora del
Estado
Las proclamas de los liberales contra el Estado ocultan que sólo se
refieren a debilitar al máximo su capacidad redistribuidora para tratar
de equilibrar el reparto del ingreso y la riqueza, y su poder para
establecer límites o controles que mitiguen las imperfecciones y costes
que produce el poder sobre los mercados de los grandes capitales y
oligopolios. Utilizan el Estado para que exista esta desigualdad social
que sufrimos.
Hay
que recuperar la capacidad de intervención del Estado secuestrada por
las políticas neoliberales no sólo para garantizar la equidad y el bien
común y para dar contenido democrático a las instituciones
representativas.
10 Reivindicar la paz y practicar la no violencia coherente
La defensa de la paz debe erigirse como un valor absoluto que
implique rechazar la violencia como forma de abordar los conflictos
venga de donde venga y no sólo en función de quién la practique. La
izquierda no puede tener otra bandera que la que diga que la paz es el
camino y mucho más en el momento histórico en el que nos encontramos.
Y eso hay que trasladarlo a la sociedad ejemplarmente y al igual que
no se debe enseñar doctrina religiosa en los centros, tampoco se debe
encumbrar al ejercito ni la violencia de ningún tipo, ni siquiera en la
disputa política con partidos afines. En resumen: hay que abandonar
hasta el simple cabreo. Paz en todo caso y siempre. Hay que aprender a
empatizar con el diferente, con quien difiere de nuestro pensamiento,
porque simplemente hemos de tener «sentido de especie»
Lo inaplazable: frenar el cambio climático
De todos los problemas sociales este destaca por su gravedad. Si
están de acuerdo el 100% de los científicos ¡coño! démosles la razón
política y socialmente, para detenerlo, es inevitable modificar los
comportamientos sociales y las políticas que lo han provocado. Dicho al
revés, que seguirá aumentando si se mantienen los principios que
gobiernan la economía y las relaciones sociales desde que comenzó a
producirse. Además, es insostenible, porque si no se detiene se
alcanzarán temperaturas en el planeta incompatibles con la vida de los
seres humanos. Cuando se superan los 50 grados como ha ocurrido ya en
muchos lugares del planeta ya no es posible la adaptación.
Conocer esa insostenibilidad vital para el ser humano, hay que lograr
que se conozca y asuma por la inmensa mayoría de la población. Es la
única manera de evitar que la lucha contra el cambio climático se
desnaturalice o prostituya, tal y como está ocurriendo cuando los
gobiernos y empresas lo abordan como una nueva oportunidad de negocio.
Hay que combatir la equivocada idea de que al fin y al cabo no es
para tanto y que es posible adaptarse a sus consecuencias, que no hay
prisa, o que se siga intentando darle respuesta manteniendo las mismas
políticas económicas que lo han desatado al basarse en la producción
intensiva de materiales y energía, el consumismo y en no contabilizar el
gasto o destrucción que realizamos de los recursos naturales.
Es preciso darle una respuesta de especie y no corporativa; asumir
que la naturaleza y los recursos básicos para la vida son de todos los
seres humanos de esta generación y de las futuras; y entender que las
decisiones que gobiernan la vida en el planeta no pueden responder a una
sola ley de comportamiento (en nuestro caso, el afán de lucro y el
predominio del beneficio privado) porque sabemos que los sistemas
complejos colapsan sin remedio cuando eso ocurre.
=== === === === === === === === === === === === === === ===
Todas
estas medidas que propone mi economista favorito: D. Juan Torres López,
se adaptan perfectamente y cuadran con los principios de la Economía
del Bien Común, que creó y desarrolló Christian Felber.
Este
es un novedoso sistema económico distinto del capitalismo y respeta
todas las constituciones democráticas de los países más avanzados.
Además
tiene articulados unos métodos para medir parámetros relacionados, no
solo con la monetización de la economía, sino con el bienestar social,
por ejemplo IBC Índice del Bien Común o la Matriz del Bien Común
que analiza las relaciones de las empresas entre si, sus trabajadores,
clientes, proveedores, y todas las personas con ella relacionadas o bajo
su ámbito de acción.
Además y para su aplicación El movimiento se organiza también en nodos de trabajo, transversales a los
diferentes territorios, que promueven la economía del bien común en
sectores de actuación determinados: Organización, Municipios, Empresas y
Conocimiento.
Profundizar más en Economía del Bien Común
Después de haber escrito todo esto aparece esta entrevista que resume bien parte de lo indicado aquí (entrevista mencionada)
Presentación por el autor (D. Juan Torres López) del libro mencionado y utilizado en esta entrada