El difícil y débil posible gobierno de Sánchez, si es que se da, lo será con las derechas, más demócratas que la española, de Cataluña y Euskadi.
Al menos estas derechas nacionalistas tanto como la española, parecen más preparadas políticamente, frente al torpe simplismo fascista de la española, que no es capaz de encontrar otro aliado que Vox.
Así las cosas parece más fácil negociar pactos con las derechas nacionalistas e independentistas, aún a costa de la efectividad de su independentismo, que requeriría unas modificaciones legales que no alcanzo. Aunque no me parezcan sus efectos reales, tan graves como un nuevo gobierno fascista y franquista español.
Si el denominado, por la derecha fascistoide, gobierno frankestein, nos trae menos desigualdad, por tanto un imprescindible feminismo, menos xenofobia y racismo y una mejor educación en valores humanos y democráticos, a sí como una sanidad pública y universal ¡Bienvenido sea!
Nota aclaratoria para derechistas:
Lo primero que debe entender la derecha española es que el partido más votado no significa ganar nada. Nuestro parlamentarismo no es presidencialista. Elegimos diputados, escaños y estos reunidos en parlamento eligen presidente ¿Es tan difícil de entender? (Parece que en Extremadura si lo comprendieron a la primera)
Las mentiras tienen las patas muy cortas. Y la corrupción muy largas.
Y finalmente, el secuestro del CGPJ y el control por la puerta de atrás de los medios de comunicación, muestran su fascista actitud.