El éxito de la estrategia oligarca

Es condición necesaria un pueblo debidamente inculto para implementar con éxito la estrategia oligarca. 

La primera y principal premisa para el éxito del establecimiento de la DESIGUALDAD  es la imprescincible mediocridad social, a la que vienen aportando tanto, con sus reformas educativas, PP y PSOE, en los últimos 40 años.

Será por ello que la población en general no quiere estudiar, tener en cuenta, las siguientes medidas, sin sopesarlas al menos:

•  Una corrupta monarquia no puede ser mejor que una república, donde al presidente se le puede cambiar cada 4 años. Esta es garantía democrática, no así la heredad del cargo.
• Se puede modificar la Constitución Española, para priorizar el pago de la deuda, por encima de la necesidad popular, pero no para reforzar los derechos sociales de la población.
• No se puede derogar la reforma laboral que restinge claramente los derechos de los trabajadores y beneficia una injusta ganancia empresarial.
  
• No se puede derogar la ley mordaza, para castigar sólo ciertas opiniones, las de raperos e izquierdistas.
  
• No se puede subir el salario minimo interprofesional, mucho menos establecer un salario máximo interprofesional.
• No se puede renovar el Consejo General del Poder Judicical, porque primero hay que juzgar ciertos politicos que precisan cierta ayuda.
• No se puede poner impuestos a quienes más tienen, tampoco se sabe porqué, pues esto es lo razonable en cualquier sociedad avanzada y justa.
  
• Se nos educa para que competir sea mejor que colaborar, cuando somos seres sociales.
  
• Todo el mundo tiene como objetivo ser el número UNO ¿Y el resto?: Todos perdedores.
• La pandemia demostró que es el Estado quien nos puede salvar en situación de crisis no la empreesa privada, que pidió ayudas a éste. 
• Tambien se demostró que la deslocalización industrial para ahorrarse salarios dignos, trajo y traerá desabastecimiento.
• El PIB Producto Interior Bruto, es una medida que no tiene en cuenta el bienestar social, porqué no se mide el Producto del Bien Común, ver aquí.
  

Piense que partidos apoyan las medidas beneficiosas para el pueblo y cuales no. Y no vale argumentar torticeramente y sin pruebas, que todo lo que se salga del capitalismo no tiene recorrido, sencillamente porque es mentira. Este es un mensaje repetido por todos los medios afines a la oligarquía más rancia y además falso. Si no, ¿quién nos llevó a la crisis de 2008?: El neoliberalismo mundial al que no se supo poner freno a tiempo, creando una desigualdad que será muy difícil eliminar.

Solo así, desde la ignorancia popular, puede entenderse la pasividad ante los ataques a unos partidos que pretenden acabar con la desigualdad social.

Solo nos queda cultivarnos políticamente para poder decidir lo mejor para nosotros mismos, claro que nadie nos regalará nada. Y menos, aquellos que procuran la mayor riqueza como único fin en su vida, en lugar de buscar el bien común y progreso social, para rozar la utópica felicidad terrenal, que otra no existe.

La justicia no debe ser noticia

 Cuando preocupa la justicia, a mi me preocupa, es que su cualidad principal: La independencia, está siendo atacada, anulada o desatendida al menos.

Esto se nota porque demasiadas sentencias de los jueces españoles, atentan contra el sentido común de la mayoría de la opinión pública y con un claro objetivo político.

 Además, tener circulando por Europa libremente a Puigdemont y en búsqueda y captura en España, hace pensar en que existen dos sentidos o criterios en dichas justicias, que deberían ser uno, pues la justicia del país debe atender a la superior, por rango, europea, tal como sucedió recientemente con Polonia a quien avisa la Unión Europea que o acepta el orden judicial europeo o fuera.

La importante cualidad mencionada, la independencia judicial, creo que ha sido atacada o al menos desatendida por cuestiones ideológicas y políticas, actitud ésta que atenta contra la democracia de la justicia y por ende contra la democracia en general.

Así las cosas es fácil concluir que el gobierno del Poder Judicial, es decir, el Consejo General del Poder Judicial, no funciona, está controlado por una puerta trasera que hay que cerrar.

Pero esta puerta, en el caso del poder judicial, no se abre con dinero, como en las empresas eléctricas, sino con ideología. 

Jueces y políticos de similar ideología, pretenden imponer su concepto de sociedad, su orden social, en fin, su política, por encima de la voluntad popular expresada en las urnas, lo cual es gravísimo, es un claro atentado contra la democracia, con el agravante de la utilización perversa de uno de los más importantes poderes sociales.

Bueno, pueden ustedes pensar que soy un exagerado y veo actitudes irreales, pero analicen la situación y sobre todo, hablen y discutan sobre ello, es la única forma de echar luz sobre el asunto. 

Los abogados, deberían crear una discusión pública sobre esto y discutir qué poderes debe tener ese Consejo General y otras cuestiones muy relevantes, como el acceso a la carrera judicial, pienso que solo el conocimiento memorístico de la ley no es suficiente para impartir justicia, por ejemplo.

Queda abierto el tema para la discusión.

Pueblo inculto detectado

 Voluntad política

La facultad de decidir y ordenar la propia conducta se llama voluntad. Voluntad política, es la facultad de decidir y ordenar políticamente. Luego hay que tener capacidad de decidir y ordenar, es decir, legislar y aplicar.

No basta con hacer una buena ley y no asignarle presupuesto para su cumplimiento, eso no es voluntad política es una argucia, un engaño.

La existencia de las conocidas por todos "guaridas fiscales", que otros llaman paraísos, seguramente sus creadores, pues para ellos lo serán. Para el resto: guaridas; pues la existencia de éstas muestra que no hay voluntad política de perseguir el fraude fiscal. Es más, se permite lógicamente. No se pretende internacionalmente que cada quien aporte según sus bienes e ingresos.

Mientras los países ricos no regulen la existencia de estas guaridas, nada que hacer con la fiscalidad nacional, en el sentido de justicia distributiva de la carga fiscal, es decir, no se podrá aplicar el principio de aportación en proporción a la riqueza del individuo.

Consecuentemente y por decisión del 1% más rico del mundo, no podremos tener igualdad, no interesa a la élite.

Desigualdad

Se puede entender que en una dictadura esa desigualdad exista pacíficamente, pero en democracia, querrá decir que los votos de los ciudadanos no la exigen, es decir, una parte mayoritaria de la sociedad no la quiere.

¿Realmente la mayoría de la población, por ejemplo en España, no desea que desaparezca la desigualdad que sufrimos? Si no es así ¿Qué pasa, entonces?

¡Ah! No me diga que no sabe a quién votar para que esa desiguadad desaparezca.

 Pueblo inculto

Cuando un pueblo considerado globalmente, no tiene esto claro es que está a medio hacer, es un pueblo inculto políticamente, no comprende que es democracia, le están engañando o qué.

¿Por qué sube tanto el precio de la luz y qué se puede hacer para evitarlo?

La deseducación empresarial está relacionada con un SMI precario

 Oponerse a la subida del SMI (Salario Minimo Interprofesional) es oponerse al progreso, a la evolución que merece nuestra sociedad. Refugiarse empresarialmente en la precariedad salarial nos llevará a una sociedad cada vez más desigual, es decir, con pocos muy ricos y muchos muy pobres.

Un SMI alto supone la necesidad empresarial de invertir en conocimiento, para aumentar la eficiencia y la productividad, en lugar de buscar el erróneo refugio antes indicado y ese conocimiento comprende investigación y desarrollo empresarial, que acaba transmitiéndose a la sociedad, a través de salarios dignos y no precarios ni temporales.

Una subida del SMI fomenta el consumo interno de bienes y servicios y consecuentemente incrementa la actividad de pymes y autónomos principalmente, que son quienes satisfacen ese consumo interno y además tenemos en el país una oportunidad de oro con esos cientos de millones de euros que llegarán de Europa y espero y deseo que se dirijan a transformar el sistema productivo español, basado hasta ahora en la precariedad salarial y que nos lleva a la desigualdad social que sufrimos.

No solamente hay que preocuparse de formar trabajadores, esto se nos da muy bien, puesto que abastecemos de médicos a media Europa, por ejemplo, 

Pero abandonamos la educación de los empresarios, a los que en lugar de educarlos adecuadamente, se les inculcan términos crematísticos y no económicos aún en las mismas facultades, mal llamadas de Económicas, que deberían llamarse de Crematística, muy distintas, pero que se confunden interesadamente.