A causa del sistema económico que sufrimos, no tenemos tiempo, sino
para trabajar, es decir, muchas horas laborales y poco salario, así de
esta forma nos tienen muy ocupados, a los hombres con ayuda del fútbol
para rematar y a las mujeres, con la ya establecida estrategia social,
casa, niños, viejos, no les queda tiempo ni para el fútbol.
Podría afirmarse que el capitalismo es machista, la sociedad por
tanto lo es, pero no se cual fue primero, de ahí que sea imprescindible
el feminismo que despunta, a fin de poner las cosas sociales en su
sitio.
Éste podría ser un buen momento, si el Gobierno le echa bemoles, para
implantar, primero una renta básica de cuarentena y una vez vista su
aceptación la renta básica universal, que va a ser muy necesaria dada la
precariedad que vamos a sufrir despúes del confinamiento, a ello
ayudará, sin duda, el necesario movimiento feminista y los fatales
resultados de la desatención a los viejos en las residencias, públicas y
privadas, todas ellas una mierda que puede suplirse con ayudas
puntuales y esa Renta Básica, que apoyará sin duda al cuidado general
entre todos y todas nosotras.
La renta básica también ayudará en la imprescindible educación, no
solo en el sentido técnico de la misma, sino en el sentido humano y
social de ella, es decir, la educación de las personas no el aprendizaje
para luego trabajar, que recibimos desde siempre. Para educar al niño
se necesita toda la tribu. Hay que educar, como digo yo, en formato “ubuntu“
El futuro ¿qué nos deparará el futuro después de este confinamiento?
¿Aprenderemos algo de la experiencia? Lo afirmaría si tuvieramos ya
acceso a esa educación a la que me referia más arriba, pero viendo los bulos que promueve la derecha en twitter soy poco optimista. ¡lástima!
La imbecilidad si no se para con educación nos abocará al desastre social.
Salud, para todos (nunca mejor dicho)