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sábado, 25 de julio de 2020

Monarquía e hipocresía

Este enlace les llevará a una carta al director, publicada en el diario La Nueva España, que valora y explica el asunto tratado. Autor: José Viñas García (Oviedo)

viernes, 24 de julio de 2020

Oikonomía

Hemos visto que con las políticas de “low cost” y “recortes sociales” cada vez nos va peor a la mayoría, si bien, hay una minoría millonaria que mejora ostensiblemente. 

La sociedad se empobreció de tal manera que un importante porcentaje de ella está en el umbral de la pobreza, quiere esto decir que el sistema económico no funciona adecuadamente y ya se nos rompieron las costuras en sanidad, salud, vivienda y atención social.

Es evidente que con los “recortes sociales” perdemos lo que necesitamos lo más necesario de la sociedad: Sanidad, educación, vivienda, atención social (de mayores, niños etc.) La rebaja de costes el “low cost” nos trajo la deslocalización de empresas por no pagar salarios razonables y la consecuente desindustrialización nacional y la globalización parcial que vivimos nos acerca por la libre circulación de dinero y mercancías, pero nos aleja, es decir, dificulta la libre circulación de derechos y personas. Y así, así no hay quien viva.

No lo estamos haciendo socialmente bien, porque no estamos utilizando la economía como tal, sino como torticera herramienta para rentabilizar exageradamente las empresas, sin pensar en las personas. Y a lo que atiende la economía como la vivimos actualmente es a la crematística, que es el interés meramente monetario o el interés pecuniario de un negocio. Para Aristóteles, la crematística es la administración dirigida a la ganancia pura del dinero, y no a la consideración de este como medio de intercambio, es decir, le da un valor en sí mismo.

Economía significa:

  1. Ciencia que estudia los recursos, la creación de riqueza y la producción, distribución y consumo de bienes y servicios, para satisfacer las necesidades humanas.
  2. Sistema de producción, distribución, comercio y consumo de bienes y servicios de una sociedad o de un país.
  3. y etimológicamente del latín oeconomia y este del griego oikonomía ‘dirección o administración de una casa’, derivado de oikonomós ‘administrador’, ‘intendente’, formado de oîkos ‘casa’ y nomós ‘reglas, leyes’, ‘administración’. Inicialmente se refería a la buena administración de la casa, posteriormente se generalizó a cualquier tipo de administración.
El sistema económico por el que nos regimos, la economía actual, no tiene nada que ver con la economía del país, de la casa. Más bien con la crematística, es decir la ganancia pura de dinero, como valor en sí mismo y no como medio de intercambio. O sea que en las Facultades de Económicas deberían llamarse Facultades de Crematística.

Globalización

Globalizar es universalizar algo, darle carácter mundial, por ejemplo a las mercancías, información y el dinero que están globalizadas con mucha eficacia, se mueven uno y otras por todo el mundo sin problemas. No podemos afirmar lo mismo de los derechos civiles ni de las personas, unos y otras no tienen libre circulación por el mundo. Por eso afirmo que la “parcial globalización” no nos beneficia a todos de igual forma, porque no es tal globalización es solo de algunas cosas. Luego no existe la denominada globalización general.

Economía del Bien Común

Esta idea de Christian Felber, es un movimiento de carácter socioeconómico y político, que defiende un sistema económico alternativo fundado en la dignidad humana, la solidaridad, la cooperación, la responsabilidad ecológica. Que puedes ver más ampliamente en: https://economiadelbiencomun.org/
Es decir, basado en las normas básicas, fundamentales o constitucionales, que nos damos como sociedad para la mejor convivencia posible.

jueves, 21 de mayo de 2020

La constitucional actitud empresarial


A la hora de crear una empresa debemos pensar en el  “para qué” de ella. Y en este sentido es muy importante determinar dónde se ubica y a quienes se dirige, es decir, qué objetivo con determinación ha de perseguirse: el propósito empresarial.

Ahora que estamos saliendo de la pandemia Covid 19, es muy importante ese propósito empresarial, porque de este encierro pandémico, resilientes hemos de salir.

Si el propósito empresarial es la consecución del máximo beneficio, como objetivo determinante y principal, tendremos una empresa del pasado, de la que sabemos por experiencia que abandonará, por incompatibles, objetivos vinculados a la responsabilidad social corporativa, sin ocuparse de las personas que la rodean, pues su objetivo es el beneficio económico, puro y duro.

Hemos palpado claramente que el no ocuparnos de las personas, con carácter general, en nuestra sociedad es demoledor ante cualquier tipo de crisis, económica, sanitaria o educacional. Por otra parte, no se deben abandonar en aras a la rebaja de costes por perseguir el objetivo del máximo beneficio, cierta fabricación de productos estratégicos. Y nunca debe despreciarse la sabiduría, el conocimiento, la investigación, la educación (muy denostadas últimamente)

En fin, el cuidado de la sociedad, de las personas, requiere que las empresas no tengan el único objetivo del máximo beneficio, esto las hace innecesarias, excepto para sus propietarios. Y perjudiciales socialmente en el ámbito de la alimentación, vivienda, salud, sanidad y enseñanza.

Hay que tener claro el objetivo de la sociedad ¿Qué utopía queremos perseguir? Ser ricos o ser felices.

Cada uno elegirá su opción, pero si leísteis el enlace anterior sabéis que habremos de darnos unas normas de convivencia: La Constitución es la más importante y básica de todas.

Pues ahí tenemos el ámbito en que deben desenvolverse nuestros recursos para la creación o reconstrucción de nuestra resiliente empresa. Ésta debe atender lo indicado en el Título VII que habla de la Economía, una economía que se parece mucho a la primera definición de ella, “Oikos Nemesis”, la administración de la casa, la ciencia que se ocupa de la manera en que se administran o emplean los recursos existentes, con el fin de satisfacer las necesidades que tienen las personas, en este caso los españoles. Ha de observarse, por tanto y entre otras cuestiones  nuestra Ley básica en su totalidad.

Debe dejar de ser la economía la perversión de ella misma, es decir, esa ciencia que permite a unos pocos hacerse ricos a costa del resto.

En fin, La Constitución tenemos que observarla todos y a fondo, es la norma de la pacificación social.

sábado, 16 de mayo de 2020

Ripios pandémicos

En la repera complota
por el mal uso que da,
Ayuso al uso político,
mezclando la sanidad,
medicina y vanidad
con política malsana,
en tiempos de una pandemia
cual si estuviera en campaña
recopilando los votos
fruto de la actividad
de pijos y cayetanas.

¿Será una casualidad
que gobernando el PP
no marcha la sanidad?

Porque la causalidad
muestra que en esta pandemia,
Madrid y en parte Castiella
deja claro y apostilla
que los recortes habidos
los pagan los consabidos
habitantes de esos predios.

Por culpa quizás de aquellos
que con mayoría de votos,
alzaron a sus gobiernos
a políticos corruptos,
pues con esta felonía
van a pagar, día tras día
la temeraria osadía
de votar: oligarquía
olvidando que proceden
del pueblo
   ¡Y no hay tu tía!

Cómo expresar realmente
la impotencia que se siente
por tanta imbecilidad,
que desarrollan sin pausa
la derecha que descansa
en parlamentaria sede;
pidiendo lo que no deben
ni en forma ni en tiempos tales
con el Covid a raudales
implicando a tanta gente
que hacen temblar los pilares

A la mentada derecha
le importa su economía
más que la gente de a pié,
manifiestan ciertamente
tanto Abascal o Casado
y Ayuso que está a su lado
pierde pié de tanto hablar
y luego se contradice
finalmente nos maldice
y al final no queda claro
si el piso lo paga ella
o lo pagará aplazado
en plazos y en diferido
como pasó en el pasado.


jueves, 14 de mayo de 2020

Confrontación de utopías


La utopía o proyecto deseable de difícil realización, es lo que tenemos que perseguir, nosotros seres imperfectos, para ir en busca de la perfección; aún sabiendo que cada paso que demos en pos de la utopía, ésta da otro en igual dirección y sentido. Pero es en fin, esa actitud es la que  nos produce la aptitud, como seres sociales.

Es utópico buscar el bienestar social, anatesala de la felicidad. Por otra parte la utopía también puede ser el querer ser todos ricos y admirados. El concepto felicidad antes mencionado no tiene nada que ver con la posesión de cosas, es el estado de satisfacción espiritual y física.

Las utopías mencionadas ¿Se oponen? Deberían respetarse porque existe espacio para ello, pero habríamos de darnos ciertas reglas que permitiesen ambas opciones en libertad.

Los elementos básicos para el bienestar social, antesala de la felicidad, son la alimentación y la vivienda, la sanidad, la educación y los cuidados sociales para quienes los precisen, creo que todo esto puede obtenerse aunque una parte de la sociedad se dedique a perseguir la riqueza y la admiración de sus congéneres.

La perversión de querer ser rico es la avaricia, el afán desmedido de riqueza. Cuando cada rico no se conforma con su capital atesorado y busca más y más invade el derecho de los que buscan una razonable alimentación, vivienda, sanidad y educación y eso pasa que unas utopías se oponen a otras y surge el conflicto. 

Por otra parte, no veo una perversión de la felicidad, simétrica a la de la avaricia en la búsqueda de la riqueza; porque la felicidad contiene “Ubuntu” y éste no deja una búsqueda desmedida de … nada; porque la felicidad es un estado, no un cúmulo desmedido de mercancía o bienes.

Por tanto, si la avaricia fuese limitada se podría convivir, ésta es la única forma de pacificar socialmente. 

Consecuentemente se requieren normas que limiten la acumulación de bienes y mercancías y se respeten los derechos humanos, de ahí la necesidad de las distintas Constituciones que deberían hacer respetar los elementos básicos del ansiado bienestar, antesala de la felicidad.

viernes, 24 de abril de 2020

… y después qué

Y después, de criticar al Gobierno a la misma velocidad que Illa y Simón nos dan datos y con la misma desidia que la leal oposición hace propuestas colaborativas ante la pandemia. Después … ¿Qué vamos a hacer, pensar o programar? ¿Qué actitud vamos a tomar? ¿Cómo vamos a festejar (mentalmente) el primer paseo? ¿Qué es lo primero que vamos a cambiar?

¿Nos plantearemos que la seguridad en salud y sanidad (que no son lo mismo) nos costará más y, por tanto, tocaremos a menos? ¿Nos plantearemos la imprescindible descarbonización y la utilización de energias alternativas y más caras quizás, que son vitales para nuestro ecosistema mundial? Si no, tendremos un planeta inhabitable en unos años. Esto significa que los recortes que se aplican en devolver una dudosa deuda a Europa, la pagamos los de siempre y beneficia con la privatización realizada en sanidad y salud a unos pocos, la misma historia una y otra vez.

La escased de material sanitario nos está demostrando el coste de la deslocalización industrial nacional, no ya de este sector solamente, podemos imaginar el resto con facilidad. Todo ello, por abaratar costes de producción a las empresas nacionales, para que sus accionistas cobrasen más dividendos, por aquellas decisiones deslocalizadoras que sus consejos de administración adoptaron en su día. Vemos ahora que ese ahorro nos lo trasladan en incremento de costes sociales, es decir, para todos nosotros. En fin, como siempre buen negocio para pocos y malo para el resto.

Por idéntica razón de fondo o similar en la forma, la competitividad debe dar paso a la cooperación y la reivindicación de lo colectivo debe acabar con el individualismo, si no, los costes de estas actitudes revertiran en la sociedad en general, habiendo beneficiado a unos pocos previamente.

Todo esto es fácil escribirlo, pero hacerlo se que no será tanto, de ahí que necesitemos que los más listos nos ayuden a los menos listos, por eso es tan importante la cooperación en lugar de la competición y que actuemos en grupo y no en solitario y compitiendo, para más “inri”

No se como adoptar estos estructurales cambios sociales pero, al menos hay que pensar en ellos para iniciarlos, es el primer paso.

De ahí que la enseñanza también debe cambiar, como ejemplo de cambio, esta reflexión que publiqué en su día:
Habrá un cambio real en la mentalidad de la sociedad, cuando en las Facultades de Económicas se dejen de formar “economistos” que pretenden hacer ricos a los más ricos y formen profesionales que estudien para que los pobres sean menos y menos pobres

Revisar para el futuro los sectores: Alimentario, sanitario, de salud social y educación, es fundamental a la hora de prevenir futuras crisis sociales, económicas, sanitarias o culturales. Los fatales recortes en investigación, enseñanza y sanidad se pagan muy caros.  Lo que conlleva sin lugar a dudas a determinar que el 90 % de los males que sufrimos lo son, sin duda, por el sistema económico que nos doblega: EL nefasto NEOLIBERALISMO ECONÓMICO.

Finalmente y para desanimarme un poco, este ejemplo de la actitud NEOLIBERAL de parte de la sociedad, contra la que hay que luchar, reeducando:

Después de sufrir esta pandemia, de sufrir confinamiento de perder familiares por ello, de comprobar lo necesario que hubieran sido no haber despedido médicos, ni, por tanto, recortar la sanidad. Lean, por favor esta noticia y justifíquenla convenientemente. Habrá opiniones para todos los gustos, seguro:
Sanitarios de Madrid y Castilla y León denuncian que les suprimen contratos en plena pandemia