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lunes, 22 de marzo de 2021

Sentido común neoliberal

 Es de sentido común neoliberal:


  1. Que la empresa ha de perseguir el máximo beneficio
  2. Que la competitividad ayuda al crecimiento económico y progreso social
  3. Que el mercado debe ser libre, sin normas ni reglas que impidan su libre desarrollo
  4.  Que lo privado es mejor que lo público. 
  5. La libertad individual o individualismo debe respetarse
  6. Uno es lo que se autoconstruye. 

Ahora bien, analizando cada apartado también podemos afirmar que:

  1. La persecución del máximo beneficio por todas las empresas nos lleva a un incremento disparatado del consumo y por tanto de la producción y las materias primas son limitadas. La tierra es finita.
  2. La competitividad empresarial nos lleva como fin al oligopolio y como triunfo final el monopolio. La competitidad como personas, salvo en el deporte, atenta contra nuestra naturaleza social, somos animales sociales, eminentemente sociales.
  3. Pisando las constituciones nacionales, mercantilizaremos la sanidad, la educación y los cuidados, en honor del mercado.
  4. Hay que tener en cuenta que una empresa privada debe satisfacer el % del accionista o propietario, la pública no, atenderá las necesidades sociales no al rendimiento económico.
  5. Si yo soy libre para actuar deberé parar donde tu también lo seas ... confrontaciones constantes, competencias y violencia seguramente. 
  6. La meritocracia, cuando uno nace rico no existe y como nunca partimos de la igualdad, no se la puede tener en cuenta, es falsa. 

Por lo expuesto digo, que no encuentro en el neoliberalismo económico el sentido común, será porque éste, es el menos común de los sentidos, o que yo estoy fuera de juego.

No obstante, politizar los aspectos de la vida e incorporarlos al ideario popular, es el difícil objetivo, la maestría del político, para hacer feliz al pueblo.

lunes, 15 de marzo de 2021

El trabajo ya no es trabajo

 Y al principio el ser humano trabajaba para vivir, para subsistir, hasta que pensando,  se organiza, para mejorar su calidad de vida, repartiendo tareas y comienza a vivir mejor. Le sobra algo de tiempo.

Hay que tener en cuenta que lo único que realmente tenemos es tiempo y éste no se puede gastar todo en trabajar, no nos podemos engañar en estar siempre trabajando para ser más ricos, en vender nuestra fuerza de trabajo por ...  estamos vendiendo nuestro tiempo, nuestra vida. Aquí estriba la cuestión, cuando alguien se da cuenta que comprando el trabajo se produce un excedente; y otro problema: quién se lleva el excedente, aún a costa de la dignidad humana.

La organización social, la política, es la forma en que la familia mundial, establece normas, se supone que para mejor vivir. Y nos empeñamos en que el capitalismo es la única forma, craso error.

Ahora después de cientos de años nos damos cuenta que esta ideología está agotada, no tiene alternativa de solución ni global ni local. Y una de sus expresiones más claras es el trabajo, la explotación es una constante histórica que deviene de la errónea utilización del excedente creado y mal repartido, por el perverso poder corrupto. Las clases sociales, la clase trabajadora es el encasillamiento de gran parte de la población, consecuencia de la fuerza bruta de aquel corrupto poder, como vendedores de su fuerza de trabajo. Bien, este principio se pervierte de forma que la explotación se convierte en exclusión y el trabajo, antes un derecho aún esclavizante, en un privilegio.

Así las cosas a los proletarios, que aún los hay, se añaden los precarios, los precarizados, mientras los poderosos, la oligarquía mundial, es cada vez más poderosa y menos abundante, resultado del capitalismo y su competitividad cuyo objetivo es el oligopolio y como triunfo final el monopolio.

Cuando los grandes capitalistas llegan a implementar la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) es decir a meter un poquíto de ética en sus objetivos económico empresariales, es que no les funciona bien su estrategia y deben aflojar un poco la cuerda, para que no se les escape el control de la masa de humanos explotados y descartados, temen una revolución social, que los acorrale, son pocos.

Ya han utilizado la infame estrategia de culpabilizar a los pobres de serlo, consecuencia del resultado del ejercicio de su excesivo poder y últimamente usan la tecnología sibilinamente para establecer controles sobre la masa de humanos consumidores-productores.

Se llega al absurdo de presentar la emprendeduría, como un objetivo de éxito social, el engañabobos para que obtengan la prestación de ciertos servicios más baratos, rebajando los costes salariales cada vez más y acercando el queso de cebo: Pocas startups exitosas. Pues ya existían unas cuantas profesiones liberales producto del emprendimiento, exitósas muchas de ellas sin necesidad de hacernos a todos falsos autónomos.

En esta línea de engaños está el reenclasamiento de los trabajadores en clase media: Todos clase media. Al igual que la culpa del pobre por serlo, ser clase trabajadora, hacen ver que no está bien, es la clase culpable también, que pijada, si todos: Emprendedores, autónomos y trabajadores por cuenta ajena, vendemos la fuerza de trabajo, además esa clase se mama (hereda) en gran parte y el resto lo compone el lugar de residencia y la cultura. ¿Para qué la "desclasación"? para eliminar la sindicación, pilar del bienestar trabajador, que se debilita cada vez más por la falta de cultura sindical y la creencia de esas estupideces capitalista de clase media, emprendeduría y mamandurrias varias.

El argumento sindical básico habría de ser: "100 años con la jormada de 8 horas" ¡Ya está bien! queremos disfrutar del único bien propio: EL TIEMPO. Es incomprensible que con los adelantos tecnológcios y por ende, incremento de la productividad, se precise en mismo tiempo para ganar lo mismo, el excedente es muchísimo más y ni aún así les basta.

 No es fácil ser sindicalista, que es el negociador de la parte débil siempre, pero nunca observé (ahora que, por la redes puede publicitarse cualquier cosa, digo, nunca vi nada similar a esto que publiqué en 2007) y que ahora titularía: Los trabajadores no somos Recursos Humanos, somo Humanos con Recursos.

En fin el desastre en la laboralidad mundial, es producto del capitalismo y las alternativas a medio y largo plazo (esto a corto plazo es imposible y a medio lo dudo) son a través de la transformadora educación, con las formas de cooperativismo y economía del bien común, en cualquiera de las economías descartadas por el gran capital 

¡Salud!

jueves, 11 de marzo de 2021

El estado del Estado, a favor, en contra o más allá.

 “Se trata de la construcción de escándalos por nimiedades, de la amenaza financiera constante, de la judicialización de la política, del acoso mediático sistemático a los cargos públicos, del uso de la violencia paramilitar o de extrema derecha, del dominio de las fake news o de la capacidad de dejar contratos blindados que reducen la capacidad de gasto, entre otras muchas” (Estados en disputa Pág. 338. JC Monedero)

Voy a hablar del estado del Estado español desde la muerte de Franco, porque como es algo en movimiento, hay que acotarlo. El Estado es la organización político social de parte de la península ibérica, que ahora habría que ampliar al cielo, el mar y los intangibles de internet. Es el entramado organizativo de unos 40 millones de hispano hablantes más los migrantes de varios países, turistas, etc.. En el párrafo primero están el resultado de los ámbitos no evidentes de la Administración, quizás de ese consejo de administración de las élites dirigentes (Marx) y así tenemos los tres pilares del estado.

El Estado visible, evidente, es el que deja esa huella, estela, resíduos que hacen que se complique todo, se mezcle y vaya más allá de aquel consejo de administración, para integrar sino a toda la sociedad a parte de ella el estado plural liberal. Y como creen que es el Estado desde el punto de vista socialdemócrata: ese ente abierto para cambiar la sociedad, el capitalismo en fin, incierta afirmación.

La idea hegemónica de Estado ampliado, es producto de la huella que dejó el franquismo en el Estado, y el resultado la NO transición, que no sé porqué muchos llaman ejemplar a algo que no hubo, pues en ese período transicional, que yo llamo NO transicional, tenemos ejemplos clarísimos descritos en el primer párrafo. Aún 40 años depués el poder judicial, la policía y el ejercito están llenos de franquistas que lo proclaman orgullosos, de ahí que afirme que no hubo transición, sino un amarre de la oligarquía a sus poderes de forma menos notoria.

Las mentirosas agencias económicas, fueron utilizadas para justificar la inyección a la banca privada en la crisis de 2008. Se va a utilizar estamentos supranacionales para la devolución, a mi modo de ver irracional, de la deuda en los créditos covid, pues esto es como si un padre cobrase a los hijos alquiler por el uso de la vivienda familiar.

La huella en la educación del franquismo, el yerro del PSOE con la educación concertada no acercaron la educación al pueblo, se siguió educando trabajadores sumisos, no personas cultivadas. Este es un ejemplo de la concepción socialdemócrata, pensando que con una vuelta de volante ya se cambia desde el Gobierno el Estado y no es así. También es verdad que la Seguridad Social franquista, que ahora los noeliberales quieren privatizar, fue una huella beneficiosa para la población (debió ser la única) Las privatizaciones madrileñas del PP son un ejemplo de lo dicho y el covid espero que nos salvará de esta tropelía.

El franquismo dejo esa huella, producto de la selectividad que se hizo durante la NO transición, se avanzó en algunos ámbitos, pero no en lo fundamental, a la judicatura, al ejercito y la policía no se democratiza el acceso, porque no se democratiza el alto funcionariado.

Se ve que cada avance en el país viene determinado por los movimientos sociales amplios, que presionan al Estado, incluso el ampliado, para el cambio. El hecho de que Podemos esté en el Gobierno, que fue resultado del 15 M, ayudará a los cambios necesarios desde el aparato del Gobierno, pero necesita el apoyo de la calle, más 15 M, para llevar a cabo los cambios precisos.