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miércoles, 3 de enero de 2024

El bienestar social está en manos del sistema económico ¡Hay que elegir! Y hay dónde

 El empleo es un bien que maneja la empresa, además de la Administración Pública. Y el empleo es quien fomenta, en un gran porcentaje, el bienestar social.

Que la empresa finalmente maneje una parte (que siempre quieren sea lo más grande posible) del bienestar, supone que, como parte que forman de la sociedad, lo han de hacer de manera responsable; aunque anteponen en demasiadas ocasiones el beneficio empresarial, por encima del bien común social, saltándose así esa RSC: Responsabilidad Social Corporativa de las que algunas, las más grandes, presumen.

La RSC aporta poca cosa al objetivo del bienestar social, en cambio, la EBC: Economía del Bien Común, apuesta fuertemente por este objetivo, primordial socialmente hablando, que la propia sociedad demanda a gritos, pero sin saber que existe este sistema económico desde hace 14 años.

Además la EBC, aportará a la Administración Pública, y a la Empresa Privada, la transparencia y democracia internas necesarias para que el bien común crezca de forma adecuada. 

La medición que se hace a través de las herramientas que proporciona el nuevo sistema, fomentan el empleo y bien común fuertemente, porque está basado en los principios constitucionales que el capitalismo siempre olvida: Dignidad humana, Solidaridad y justicia, Sostenibilidad medioambiental, Transparencia y Participación democrática.

Por otra parte no hay que basar toda la economía en la empresa privada, como consideran las poderosas  entidades patronales, la economía también se puede basar en el cooperativismo, abandonado en este país que tiene una de las mejores cooperativas del mundo, y en otras formas jurídicas, no necesariamente en empresas de capital.

El ser humano es un ser eminentemente social y como tal la cooperación y la solidaridad son sus elementos primordiales en nuestra sociedad. 

De dónde sale que competir es mejor que colaborar o el individualismo mejor que la solidaridad, vaya par de tonterías. 

Tonterías que nos hemos comido con patatas, durante los 50 años de neoliberalismo económico mundial. Ese que ahora Milei quiere elevar a la máxima potencia en Argentina, verán lo que resulta ¡Pobres argentinos!

Así es que el empleo que maneja la empresa privada actualmente, debe ser manejado desde la Administración Pública de forma eficaz y desde la EBC o desde el cooperativismo, que ya se ha demostrado triunfa donde el capitalismo fracasa y hay varios ejemplos de ello y si está apoyado por un sistema económico social como la EBC será un triunfo definitivo y en todo caso.

El bienestar social pues está manos del sistema económico adecuado, uno que ponga en el centro las personas y su bienestar social, en lugar de los beneficios empresariales y la desigualdad social. Economía del Bien Común o Capitalismo ¡Hay que elegir!


viernes, 6 de octubre de 2023

Diseñando el futuro empresarial

Innovador, ético y sostenible

Un futuro empresarial innovador, ético y sostenible, es un sector empresarial que no puede tener como único objetivo el beneficio empresarial, porque ha de atender a los grupos de interés que le rodean, que le acompañan, donde radica y está implementado su negocio, su empresa. El objetivo si se tiene en cuenta la innovación, la ética y la sostenibilidad empresarial serán LAS PERSONAS, la sociedad.

A esta conclusión llegué yo, después de escuchar durante algo menos de 4 horas a empresarios, políticos, profesores universitarios y directivos varios, en el VI Congreso de Citech.

Es una lástima que algunas de estas personas que nos acompañaron no presidan la organización patronal de la nación, la imagen empresarial que de dicha patronal tiene la sociedad cambiaría radicalmente, a mejor.

Incluir las palabras:

  • Sostenibilidad implica atender tres ámbitos: ecológico, social y económico y esto supone tres objetivos: atender al hábitat contaminando lo menos posible, atender a las personas, pagando razonablemente y también tener ganancias porque si no atiende los tres ámbitos, la empresa deja de ser sostenible.
  • Ética. Ser ético es tener un comportamiento humano en la comunidad, como mínimo aceptable. Ser bueno, como dijo un ponente.
  • Innovación es cambiar las cosas introduciendo novedades, pero teniendo en cuenta la ética y la sostenibilidad, las novedades deben atender a los otros dos principios, por tanto, buenas novedades.

Tiene como consecuencia evidente mi conclusión inicial, el cambio de objetivo empresarial: El bien común, porque cuando el objetivo no es únicamente el beneficio, serán las personas las beneficiadas, es decir, todos: Bien Común.

Si el dinero deja de ser el objetivo y pasa a ser lo que en realidad es: un medio, un medio de pago, para facilitar las transacciones de bienes y servicios, sólo nos falta facilitar la labor de estas empresas haciendo que al no ser el dinero un fin, sino un medio, la financiación debería ser casi gratis para las empresas que atiendan debidamente a sus grupos de interés.

Eché de menos que nadie indicase en la reunión la falta de apoyo de la administración, fomentando una financiación barata o medidas fiscales favorables a quienes tengan en su misión y visión las tres palabras clave: innovación, ética y sostenibilidad. Esto no sería nada difícil etiquetando productos y servicios que cumplan esos requisitos, cuestión fácilmente medible que se puede hacer a través de un holístico sistema económico que quería introducir, porque lo están reclamando a gritos estas empresas y los mercados (como explicaré seguidamente) La Economía del Bien Común, de la que podríamos hablar porque encaja perfectamente con los intereses de estos empresarios. Otro enlace.

Si la inteligencia es contraria a la ética, se convierte en mecánica irracional, según entendí yo al Sr. Maldonado; que fíjese, afirmó: Que los mercados piden ética y sostenibilidad. Los mercados saben. Que gran diferencia con aquella famosa frase: "Es el mercado, amigo" y que contexto tan diferente.

¿Es por ahí, realmente, por donde navega el empresariado? No todo, pero que exista alguno es una gran esperanza. Hay que ser paciente, porque aquí se está diseñando el futuro.

He disfrutado enormemente viendo como tres empresas SotySolar, Okticket y Sacema tienen éxito y se hacen más grandes, porque desde la última etapa de mi último trabajo las vi nacer. Y si llevan el camino aquí diseñado es un orgullo, claro.

 Resumen de Conecta Industria

Y finalmente el consejo de un buen amigo: ¡La efectividad sustituye a la moral como criterio para tomar decisiones!

Un resumen el 15 minutos de la Economía del Bien Común 

 

miércoles, 9 de agosto de 2023

FADE y las Cámaras quieren EMPRENDEDORES

 Que Fade y las tres Cámaras de Comercio asturianas, pidan al "Gobiernín" que "el emprendimiento sea una disciplina obligatoria", me sorprendió tanto que quedé ojiplático. (pinche aquí para ver la noticia)

   Un emprendedor, es un aspirante a empresario ¿Que porcentaje de los primeros llega a ser empresario, un 5 %, siendo generoso? 

   Quiere esto decir que de esa "disciplina obligatoria" el 95 % tienen garantizado el fracaso. No lo pensaron dos veces. ¿Todos empresarios?

   Tampoco pensaron que para una buena formación en emprendeduría, hay que enseñar a competir ¿Socialmente conviene enseñar a competir? 

   No tenemos bastante con la competitividad que impone el hegemónico sistema económico que nos está arrastrando a esta desigualdad social endémica.

   Además piden formación al gusto del empresario: en FP dual y en la Universidad con compromiso de contratación. Yo creo que con esto bastaría, para que acuda ahí voluntariamente el alumnado que lo desee.

   ¿Por qué se tiene que adaptar el alumno a la necesidad del empresario? Éste al igual que el alumno, están incardinados en la sociedad en que vivimos todos y esa sociedad no demanda empresarios, demanda personas que quieren vivir dignamente, demanda solidaridad entre las personas que habitamos cada espacio, como animales sociales que somos y ya requiere urgentemente sostenibilidad medioambiental.

   La sostenibilidad económica no creo que se implemente creando "emprendedores", sino todo lo contrario.

   La sostenibilidad social no se consigue formando emprendedores o empleados a la carta para los empresarios. Lo que se necesita es democracia participativa y transparencia en la gestión de la sociedad. O sea, preguntar más al ciudadano y educarle para que participe socialmente en la gestión de la sociedad que habita.

   Esto debería exigir cualquier representación influyente de la sociedad asturiana, una población educada en valores humanos y no formada, más bien adoctrinada, para ser trabajadores productivos exclusivamente.

   Demandan producir e innovar en Asturias, pero la innovación ¿sólo empresarial o para todos? 

   Digo esto porque no buscamos crear una "app" como por ejemplo, la de los bancos, que a los únicos que benefició fue a ellos mismos, para eliminar oficinas y personal y que cada cual se arregle como pueda. ¡Que aprendan a usarla en nuestro beneficio! No, esa innovación no nos vale, ha de ser innovación para todos. O sea, innovación social, economía social, para todos.

    Yo a la Administración asturiana le pediría más apoyo a la Economía Social, porque ésta si piensa en la ciudadanía y aquí tienen a ASATA. Es más le pediría mas implementación de la EBC porque este sistema, si tiene en cuenta la dignidad humana, la solidaridad, la justicia social, la sostenibilidad en sentido amplio y la transparencia y participación democrática. 

   Y el resto de los 7 ejes planteados, los dejo para otra ocasión ¡Salú!

martes, 8 de agosto de 2023

Innovación, supervivencia y economía social en la Fidma 2023

 Acudí como desde hace algunos años, a las jornadas que programa Conecta Industria, en la Fidma y este año el segundo que se habla de sostenibilidad, estuvo muy variado y completo.

Sigo pensando como el año pasado, que ya criticaba la parcial atención a la sostenibilidad, no tratando debidamente el apartado social de la misma, solo se atienen a lo que más interesa a las empresas, el ámbito económico, que implica enriquecimiento y quizás por su exceso desigualdad social; nos pierde el egoísmo y la codicia, defectos, por otra parte muy humanos. ¿Nos pasará como con la globalización? Que solo atendió la circulación de dinero, mercancías e información, pero desatendió la circulación de personas y sus derechos.

El ámbito del medioambiente ya se entiende imprescindible, por pura supervivencia, por la pérdida que supone para todos y se atiende mejor que el social, que aún no cuaja en los empresarios. No es de extrañar, educados en el neoliberalismo de los últimos 40 años, deja demasiada huella, pero como con la de carbono, habrá que deshacerse de ella.

El crecimiento de la Economía Social, que también palpé en la Fidma, me alegró mucho al poder festejar el 40 aniversario de ASATA, porque saber que Asturies contempla la economía del futuro es alentador y me refiero a la Economía Social como la del futuro, porque la insostenibilidad del capitalismo está quedando demasiado clara. 

Tanto es así que en la jornada siguiente de Innovación y Sostenibilidad, se mencionó más de una vez la colaboración entre empresas competidoras, lo que atenta contra el principio neoliberal del libre mercado: el individualismo competitivo y, como fin, el fracaso social del oligopolio y su triunfo máximo, de esta teoría económica: el monopolio.

Como se dijo en más de una ocasión, estamos en otra revolución industrial, pero yo voy más allá. Esta evolución es más social que industrial, porque gracias a la sostenibilidad nos obligará a todos no solo a las empresas y, además, debemos exigir ser todos, porque si no, solo serán unos pocos a costa del resto. 

La lucha contra la desigualdad debe nacer de la población que la sufre, con la ayuda de la política auténtica, digo auténtica, porque la que defiende intereses privados no es política. Así es imprescindible la presencia de la Economía social, pero ¿cuál?

Yo ya elegí una, aunque en todas las reuniones y en estas también, solo se oye hablar de Economía Circular, que me parece muy bien, pero no supone un sistema suficiente para la transformación social necesaria, para salir del caos ecológico que padecemos, de la desigualdad social que sufrimos, en fin, del sistema económico en que habitamos incómodamente.

La Economía del Bien Común, de la que deberíamos saber mucho más, es más transformadora y, en mi opinión, la única que nos sacaría de esta crisis sistémica que padecemos desde hace demasiados lustros. 

Finalmente y como anécdota, que quizás no solo yo detecté y no puedo callar (sino la vomitaría) fue ver una compañía eléctrica en la reunión hablando de sostenibilidad sabiendo que el sistema de determinación de precios de la energía, es ... muy difícil de explicar sosteniblemente.

 

martes, 1 de agosto de 2023

Se busca sistema económico sostenible

 Problemas de constitucionalidad

La organización social (ordenamiento jurídico, sistema económico, administraciones publicas, etc) que nos hemos dado en este país, para convivir de la mejor forma posible, muestra problemas muy graves, quizás el peor sea la desigualdad social en que habitamos.

La gestión económica privada, que se desarrolla entre empresarios y trabajadores, parece que remunera injustamente el trabajo realizado y el capital invertido, de ahí la desigualdad social y ese injusto reparto de la riqueza creada a través de dicha gestión atenta contra La Constitución artículo, 128.1 "Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general."

 Consecuencia de una dudosa educación y malvada información, se convence a la mayoría poblacional que la actividad económica debe desarrollarse sin intervención alguna. Me refiero a la famosa "libertad de mercado" de todos sabido ya que esta falacia, basada en una insolidaria competitividad y un injustificado individualismo personal, que atentan contra el concepto mismo de sociedad, lo único que promueve son oligopolios empresariales.

Y como ejemplo tenemos los  oligopolios energéticos, de comunicaciones, banca y otros menos famosos, pero igual de dañinos, que imponen precios en el "libre" mercado a todo ciudadano, injustificadamente. En este caso, conculcando La Constitución la propia Administración (artículo 128.2) por permitirlos sin intervenir como debería; contribuyendo también a la mencionada desigualdad de forma pasiva.

Y un último ejemplo de gestión económica pública, lo conforma el propio sistema fiscal en relación a las grandes empresas que faltando al artículo 31.1 de la Constitución, no observa la debida progresividad como puede verse en este burdo cálculo casero (pinche aquí)

 El insostenible capitalismo

Nuestra organización social sostiene un sistema económico que produce un injusto reparto social de la riqueza creada por todos, es decir, es insostenible socialmente, porque la persecución del máximo beneficio empresarial, máxima de toda empresa capitalista, atenta contra la sostenibilidad medioambiental, al reducir al máximo los costes de producción, pagando el menor salario posible y atentando así contra la sostenibilidad social y procurando un cúmulo de riqueza en pocas personas, fomentando la insostenibilidad económica general, solo beneficia a los directivos y accionistas empresariales.

Pero la teoría capitalista neoliberal no solo se alimenta del competitivo empresario que persigue lucro ilimitadamente, sino de la creencia popular que es mejor competir que colaborar y primando el individualismo frente a la solidaridad, conceptos antisociales en si mismos.

Sistema obsoleto

Por lo expuesto, sufrimos: 

        -Calentamiento global y polución excesiva 

        -Crisis económicas cíclicas, cada vez más violentas 

        -Migraciones globales, por la desigualdad económica que la propicia 

        -Periodistas, jueces, políticos, policías y empresarios corruptos que implementan esas antisociales condiciones 

        -Pérdida, por tanto, de derechos sociales 

        -Desprestigio institucional y 

        -Recortes en Educación y Sanidad, que fomenten el sembrado campo a patrañas semejantes.

 

Conclusión: Sistema económico insostenible inconstitucional y, por tanto, obsoleto.

Algo habrá que cambiar

Lentitud con prisa.

Los cambios sociales son lentos y se nos agota el tiempo, porque estamos acabando aceleradamente el planeta y no tenemos repuesto. La tierra y el mar calientes no nos servirán. A esto nos enfrentamos primordial y urgentemente.

Los medios.

Y no tenemos más medios, salvo mejor parecer, que la innovación, ciencia, tecnología e inteligencia y algo de sabiduría. La forma de que estos medios sean eficaces y aplicables en suficiente medida, es a través de la enseñanza (Eso que se recorta socialmente para rebajar costes de producción y mejorar el terreno para sembrar insensateces)

 Avisados estábamos.

Enseñar lleva su tiempo (que ya estamos desaprovechando hace décadas) educar tanto o más y en modificar nuestros conceptos y hábitos socio económicos, ni le cuento. Vamos con mucho retraso, por no hacer caso a las informaciones y hasta instrucciones que hace años nos facilitan los científicos de distintas ramas.

  La complejidad.

Nuestra realidad social, política y económica es compleja, muy compleja y precisa soluciones complejas, como es lógico.

La complejidad es tan grande porque tiene que intervenir en lo local y lo global, en lo social, lo jurídico, lo ambiental y lo económico y esto requiere una dificilísima coordinación, comunicación y formación, en cada uno de los ámbitos: industria, agricultura, ganadería, bosques, servicios, administraciones, en fin, en cada uno de nosotros.

El objetivo, el fin

Trasladar esas inteligentes, innovadoras, científicas y tecnológicas enseñanzas a todos los ámbitos y en un tiempo coordinado y mínimo, para que todas las células implicadas colaboren sin competir, en el objetivo de transformar la sociedad, el sistema económico y ordenamiento jurídico que nos permita salvar el planeta, es la tarea, el objetivo, el fin.

Este es el objetivo para NO acabar enseguida con la Tierra.  El cambio de actitud individual, pero colectivo, global y temporal, o sea, de todos y de cada uno de nosotros, coordinada y colectivamente.

 La importante temporalidad.

Complica mucho para que la hegemonía del cambio sea eficaz y total, la temporalidad del mismo. Piense en dos hechos ya vividos: 

1) La aplicación (La App de su banco) del banco, benefició al banco, eliminando oficinas y puestos de trabajo y perjudico a la sociedad. La hegemonía del cambio tecnológico: La empresa no la sociedad y 

2) Un chico hoy día tiene una universidad en su bolsillo y ese cambio tecnológico, que le aporta su móvil, lo usa para hacer bulling o cualquier otra pijada.

Por eso es tan importante la temporalidad en el cambio.

Algún cambio ya vemos

Se habla, se comenta y comienza a tener una implantación importante y global la -EC- Economía Circular, que es un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes, todas las veces que sea posible para crear un valor añadido.

De esta forma el ciclo de vida de los productos se extiende. Reduce residuos, contaminación, dependencia de materias primas, crea empleo y disminuye el consumo.

Sería preferible a nuestro actual sistema económico, que únicamente fomenta el excesivo consumo y la producción ilimitada, aunque la -EC- palía una leve, aunque malvada, faceta del capitalismo, que es evitar el usar y tirar, no implementa de forma eficaz una transformación social que permita a nuestro planeta existir largo tiempo, sigue amparando la existencia del capitalismo, no modifica los valores que lo hacen insostenible y mantiene sus defectos.

Es cierto que lo palía en cierta medida, al reducir la contaminación y consumo, alargando así  la vida de los bienes de producción y consumo, pero no impide la persecución del máximo beneficio empresarial, convive con el individualismo y la competitividad, no fomenta la colaboración persona ni la ética y no tiene en cuenta los básicos principios sociales que debe observar todo organigrama social: Dignidad humana, Solidaridad, Justicia social, Participación democrática y la siempre necesaria transparencia.

 La solución

Es un sistema más holístico y transformador, que observa todos los resquicios donde no llega la -EC-: La Economía del Bien Común -EBC- Es auténticamente transformadora, puede decirse que quizás más que el feminismo, que es mucho decir. Es un sistema holístico que alcanza más allá de la economía mal entendida o crematística, observa todos los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible), es realmente sostenible, tiene en cuenta y respeta La Constitución y pone en el centro a las personas  no el dinero, que es precisamente lo que necesitamos global y socialmente para disminuir la desigualdad social.

   Difícil implementación, como todo cambio social.

 Lo difícil es implementar este sistema, porque toda transformación social es difícil, porque requiere un conocimiento social, económico y político intenso y amplio, por parte de la población, cumpliendo así el requisito necesario de toda auténtica transformación social: la lentitud, porque hay que enseñarlo y enseñar conceptos diferentes y alternativos a muchas personas, como quedó dicho, lleva su tiempo, aunque cuanto antes empecemos antes acabaremos.

La -EBC- ya está implementada en el ayuntamiento de Miranda de Azán (Salamanca), que el próximo 22 de septiembre, con unos actos sobre la -EBC-, celebrará el décimo aniversario como ayuntamiento del bien común (programa)

Otras webs de interés relacionadas con este sistema económico: 

Federación Española de la EBC

 EBC Valencia,

Generalitat Valenciana  vídeo

#EBC #EC #EconomíaCircular #EconomíadelBienComun

jueves, 13 de abril de 2023

Se empieza por una etiqueta y se acaba con la política autonómica (al menos)

 Atendiendo a lo indicado por los científicos que estudian el clima y teniendo en cuenta los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) Es primordial focalizar la política económica de la nación, para dicha sostenibilidad en la despoblación rural y así atender la agricultura y la ganadería y los bosques de forma sostenible en los tres imprescindible ámbitos de la sostenibilidad: económica, medioambiental y social.

El vaciado de los pueblos, la despoblación rural, está muy relacionada con la sostenibilidad alimentaria de la nación. 

La pandemia ya nos avisó de que la globalización centralizó la producción de materias primas y productos básicos como método para abaratar costes, que al final pagaremos todos, pero que se ahorran las empresas más poderosas a corto plazo, las únicas a quién interesó la deslocalización de industrias por tal motivo y se puso de moda la globalización.

El traslado  de alimentos desde  miles de km. cuando se pueden producir localmente es INSOSTENIBLE: energética, climática y aunque económicamente, resulte más barato a corto plazo, será muy caro por ser insostenible a largo.

Fomentando la agricultura y ganadería locales, además de ahorrar a largo plazo, se fomenta la industria local y cercana y eso nos beneficiará a todos, no sólo a las grandes corporaciones y grupos de distribución alimentaria que últimamente además generan inflación al subir los precios sin motivo ni razón justas, simplemente porque controlan  oligopólicamente el mercado.

Hay que etiquetar mostrando los beneficios sociales de los productos naturales, cercanos, no contaminantes y que aportan riqueza a la región, tal como propone hacer la  Economía del Bien Común.Y no como hacen las actuales etiquetas que solo se fijan en el precio del producto.

Pasa como en el PIB y en IBC El Producto Interior Bruto solo mide la riqueza que se crea en un determinado tiempo (un año) en un territorio concreto (un país)  El Índice del Bien Común tiene en cuenta una serie de factores sociales, ambientales y económicos (fíjese que son los tres ámbitos imprescindibles para la sostenibilidad) para medir el bienestar de una sociedad. El primero como la etiqueta actual solo mide monetariamente y el segundo mide el bienestar social sosteniblemente.

Conclusión: Hay que cambiar la forma de etiquetar o sea, cambiar las formas de producir y de consumir. 

Bueno, pues con los presupuestos estatales y autonómicos también hay que cambiar su confección y mirar en que ámbitos nos daña más nuestro sistema económico actual: 

  • Energía (por la irregular forma de determinar el precio y por su escasez)
  • Materias primas (por su escasez) 
  • Alimentación (por la logística y la inflación oligopólica) 

 Pues enfoquen los presupuestos hacia estos problemas y si así lo hacen se fomentará la producción energética sostenible, comenzarán a explotarse yacimientos de ciertas materias primas y se repoblarán pueblos.

Porque la Política debe ser el arte de hacer feliz al pueblo, no una serie de ocurrencias para defender intereses privados a costa del resto de la población.

sábado, 24 de diciembre de 2022

Viajemos al año 2050

 Porque es imposible continuar con el capitalismo que nos gobierna. Hay que cambiar el sistema político social y la Economía del Bien Común es la solución

Sabemos por experiencia que el crecimiento empresarial constante y continuo es insostenible y que la actitud competitiva en la vida solo crea pocos ricos y muchos pobres. Además a este mundo no venimos a ser todos ricos, porque es imposible, sino a ser todos lo más felices posible.

 La Economía del Bien Común, un movimiento social que propone soluciones realizables en un mundo sin futuro: ¡Acompáñanos en nuestro emocionante viaje!. Llamada a la Acción: https://economiadelbiencomun.org/sigu...


lunes, 29 de agosto de 2022

El cambio: La sostenibilidad

 La banca ya se embolsa más de 1000 millones al año, de los intereses pagados por familias y empresas en esta nueva etapa inflacionista y preludio de la siguiente crisis del sistema capitalista y su actual oligopolio bancario, todo sin haber devuelto casi nada de los 60.000 millones de su rescate en la anterior crisis, desatender al publico más vulnerable y despedir a cientos de empleados, con el cierre de miles de oficinas.

Las compañías energéticas basadas en su oligopolio han ganado millones de euros, cobrando una energía carísima en plena salida de la crisis, a familias y empresas, sobre todo pymes.

Los grupos también oligopólicos, de materias primas alimentarias hacen lo propio y suben los precios

de los alimentos, piensos etc. etc. Es decir, una nueva burbuja creada por un sistema económico, demostrado fallido: el neoliberalismo económico, que de economía tiene poco, más bien se basa en la crematística pura y dura.

La inflación, es una subida generalizada de precios, proviniente de los aludidos sectores oligopólicos y de acciones especulativas de grandes grupos financieros y de una actitud ilógica de incrementar constantemente la producción y por ende el consumo de bienes, sin más razón que la persecución de beneficio empresarial.

La implantación durante tanto tiempo de este sistema económico: Capitalista, fomenta las crisis cíclicas, justifica la existencia de paraísos fiscales y pretende una minoración absoluta de la Administración Pública que molesta a las élites especulativas, grupos financieros y demás beneficiarios del aludido sistema, perjudicando a la población más vulnerable y cada vez más numerosa.

Así las cosas todavía hay personas que no creen en el cambio climático, cambio social y cambio económico. Es decir, en la SOSTENIBILIDAD de nuestra sociedad. Imprescindible para una supervivencia en el tiempo de la humanidad.

jueves, 11 de agosto de 2022

Sostenibilidad empresarial

 Ayer en la FIDMA en Gijón, Conecta Industria, organizó, muy bien y por tanto hay que felicitarles, unas interesantes mesas que compusieron varios representantes de la Administración Pública y de algunas ejemplares empresas asturianas: Izertis, Ence, Seresco, Duro Felguera, Zitrón y Edp, entre otras, bajo el título Industria 4.0 y Sostenibilidad.

Nos enseñaron su actitud ante los retos que suponen la innovación tecnológica y la, ya imprescindible, transformación digital, pero al hablar de Sostenibilidad eché de menos uno de los tres círculos que la componen y que deben concurrir para que la sostenibilidad sea tal, sino quedaría coja.

Se trataron bien los ámbitos de la sostenibilidad medioambiental y la económica, pero la sostenibilidad social, es decir, la que compete a la parte de sociedad que rodea cada empresa, bajo mi punto de vista, no quedó atendida debidamente, se obvió o yo no oí nada sobre el particular. Lapsus que no achaco a la organización, sino a los miembros de cada una de las mesas presentadas, pues ellos deberían al hablar de sostenibilidad hacerlo de forma total, no parcial.

Quedé con el mismo mal sabor de boca que cuando oí hablar de la mundialmente conocida globalización, que siempre se trató de forma parcial, porque solo se tuvo en cuenta la libre circulación de mercaderías, dinero e información, sin tener en cuenta la libre circulación de personas y sus derechos y así la globalización no fue tal; fue una globalización parcial, torticeramente parcial.

Confío y deseo que con la sostenibilidad y en esta ocasión, haya sido un olvido, no algo premeditado como en la globalización, pues entonces la sostenibilidad no será tal, será solo una mejora parcial que ataña directamente a la empresa pero no atienda a la sociedad que la rodea, con  lo que no serán realmente sostenibles las referidas empresas que la apliquen parcialmente.