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miércoles, 26 de octubre de 2022

Nuevo sistema económico

Ser todos más ricos es insostenible, en cambio es sostenible ser todos más felices

 La actualidad

Oí al afamado economista: Niño Becerra, D. Santiago, que 50 grandes empresas en el mundo crean el 25 % del PIB mundial. Medio centenar de Empresas crean la cuarta parte de la riqueza del mundo. Luego, lo dominan económicamente ¿Que pintan o pintarán la mayoría de los gobiernos de los países en la gestión económica mundial? ¿Qué pintamos los votantes de esos gobiernos?

La producción

Conclusión: Este sistema económico mundial: El Capitalismo, nos tiene secuestrados económicamente, porque tiene secuestrada la producción de la riqueza, por tanto, la producción de bienes y servicios y parece ser que la producción es la herramienta más importante para acumular riqueza, porque se poseen los medios de producción. Tenemos institucionalizado el sistema de medida de ella con el PIB, que dice cuanta se crea, pero no dónde va. Aunque la experiencia dice que mayoritariamente a los dueños de los medios de producción.

Hay que medir para cambiar

Lo que además me parece una tropelía es que esa medida (El PIB o medidor de la creación de riqueza) marque lo rico o pobre de un país cuando toda puede ir a un 5%  de la población (que de hecho va) y ¿el resto?: Pobres.

También sabemos que lo que medimos afecta a lo que hacemos, porque cuando hacemos y no medimos no sabemos donde vamos. Para cambiar y hacia donde ir, hay que medir y saber qué medir.

Para crear riqueza sin saber a donde se dirige está el PIB. Pues hay que adoptar, para saber dónde va esta riqueza creada, otra herramienta de medida distinta del PIB, que bien podría ser el IBC (Índice del Bien Común)

Porque para cambiar precisamos medir el bienestar, la calidad de vida que fomentan el bien común que es la antesala de la felicidad y ésta ha de ser común porque sino, no es. Bueno, pues fíjese cuantos indices hay:

1. Índice de Felicidad Nacional Bruta FNB (Gross NationalHappiness)
2. Índice para una Vida Mejor de la OCDE (OECD Better Life Index)
3. Índice de Desarrollo Humano IDH (Human Development Index,HDI)
4. Índice de Pobreza Multidimensional IPH (Multidim. Poverty Index, MPI)
5. Índice del Progreso Genuino IPG (Genuine progress indicator, GPI)
6. Índice del Planeta Feliz IPF (Happy Planet Index, HPI)
7. Índice de prosperidad Legatum (Legatum Prosperity Index).

Pero únicamente nos presentan, todos los medios de comunicación, el PIB. Bien, pues creo que el IBC es el de más fácil implementación territorial porque contiene unos principios básicos (Dignidad Humana, Justicia Social, Sostenibilidad Medioambiental, Solidaridad, Participación Democrática y Transparencia) que sintonizan perfectamente con la Constitución Española y este novedoso sistema organiza donde debe ir la riqueza creada.

El Consumo

Por otra parte, esa producción que se crea, no da lugar a la riqueza directamente, solo por crearla, hay que CONSUMIRLA y ahí si que entramos todos: Pobres y ricos, toda la población mundial y en ejercer realmente el consumo es donde se crea la riqueza.

Bueno, aquí tenemos una herramienta más a añadir a la producción, el consumo. Sin él la riqueza no tiene lugar, no puede realizarse.

Con todos los medios que tienen los productores intentan dirigir el consumo, fomentarlo y dirigirlo en su único beneficio, por eso lo miden tanto y tan bien. Y a él se refiere también la EBC (Economía del Bien Común) para determinar lógicamente el IBC. 

Ésta, la EBC y su IBC no lo miden para dirigirlo e incrementarlo de forma que aumente la riqueza, sino, para que aumente el bien común. He aquí la cuestión trascendente y el cambio de objetivo del sistema económico.

Ahora tenemos una herramienta que tiene en cuenta el bienestar, la calidad de vida, que fomentan el bien común que es la antesala de la felicidad y la creación de riqueza, necesaria para ello. Evitando el exceso que actualmente se crea y solo se destina a incrementar las ya muy grandes fortunas de unas pocas familias, en detrimento de la mayoría.

La deseducación sobre la que se sostiene el consumismo

Es evidente que el capitalismo es incompatible con la sostenibilidad (bien entendida y al completo: Social -de las personas-, medioambiental y económica) porque persigue el máximo beneficio empresarial, anteponiéndolo al resto de los ámbitos de la sostenibilidad, porque fomenta el crecimiento continuo y constante, en un mundo finito -tropelía insostenible- y porque cree en la competitividad en lugar de la cooperación y ya sabemos que el éxito de la competencia empresarial es el oligopolio y como triunfo final el monopolio. Estas claras falsedades hacen que el dinero y los balances financieros se conviertan en fines, en objetivos, cuando son medios para la auténtica economía, que últimamente confundimos con crematística.

Bien, pues toda esta materia deseducadora es publicada y promovida a través de algunas Facultades de Económicas y en la mayoría de los medios de comunicación y básicamente en los medios especialistas en la materia.

Así con un desarrollo económico insostenible (atenta contra el planeta tierra) con la deseducación programada, nuestro bienestar está en tela de juicio y también lo estará gravemente el planeta, salvo que cambiemos de sistema económico.

El cambio 

El cambio debe venir desde diferentes ámbitos, porque ha de ser un cambio sistémico, es decir, tenemos que cambiar nosotros para que el cambio del sistema sea total y ahí entra la educación y ésta es lenta y ha de mantenerse en el tiempo, no como los planes de estudio en este país que duran lo que dura un ministro y dan un vuelco con el cambio de partido. No, esta actitud no es válida, por eso tenemos que cambiar nosotros.

Es imprescindible en todo cambio una actitud innovadora para llevarlo a cabo, donde no se den los problemas que conocemos de sobra actualmente y a causa del sistema económico capitalista que vivimos.

Si nuestro objetivo es la calidad de vida, el bienestar social y finalmente ser más felices, desestimando   la riqueza como objetivo. No será necesario acumular dinero, sino buenas relaciones. Las empresas dejarán de competir, porque no se persigue el máximo beneficio sino el tamaño justo en base a la sostenibilidad de sus procesos. Se cambia la competencia por la cooperación. 

Porque los principios de esta nueva sociedad son: La dignidad humana, la justicia social, la solidaridad, la sostenibilidad medioambiental, la transparencia y la democracia participativa

En fin hay que implementar la Economía del Bien Común, que es la que estoy mencionando. Una economía humana que pone en el centro las personas, no la ganancia ni la riqueza y por tanto, es más fácil alcanzar el bienestar social, antesala de la felicidad y conservar de una manera mucho más eficaz este planeta, que de momento no tenemos sustituto, no se puede usar y tirar.




domingo, 16 de octubre de 2022

Para empezar: Sanidad, trabajo, vivienda y educación

 En los últimos dos siglos, vivimos una evolución tecnológica, científica y por tanto social, enormes. Más que en los dos milenios previos y quedó demostrado que no podemos ser todos ricos. Es más, se precisan millones de pobres, para tener unos pocos ricos.

La creída por pregonada utopía de aspirar todos a hacernos ricos es una falsa y malvada utopía, que aunque repetida una y mil veces no se hará cierta; los datos la desmontan a cada momento, pero paradójicamente, muchos seres humanos siguen pensando que a esta tierra venimos a hacernos ricos.

Este error de concepto se justifica a través de la propaganda, la mala educación y también de forma importante por los medios de manipulación e intoxicación en manos de una interesada oligarquía en que se siga creyendo que:  Todos podemos hacernos ricos; Competir es mejor que colaborar; La producción debe incrementarse cada vez; El dinero es un fin y no un medio de pago y otras evidentes mentiras que se repiten, para que se incardinen en la mente de cada quien de forma permanente e indiscutible.

Entonces, probado en el tiempo y por tanto demostrado, que no podemos hacernos todos ricos, hay que cambiar el objetivo del ser humano, si no venimos a la tierra a hacernos ricos, será que venimos a ser felices, al menos, más felices que intentando hacernos ricos. HAY QUE CAMBIAR EL OBJETIVO, este no puede ser aspirar a un coche más caro, a ganar más dinero a costa de lo único que tenemos: TIEMPO. Nuestro tiempo de vida.

Es mucho más rentable, porque requiere menos medios, trabajo y esfuerzo aspirar a ser felices que a hacernos ricos. Fíjese que habitamos el planeta: 7.750 miles de millones de personas y ricos son solamente mucho menos de un 1 %. Ven que terrible esfuerzo, además pobres son el 85 % de esa población.

Es carísimo socialmente que menos del 1% de la población sea rico.

Así las cosas, solamente hay una explicación para que nuestros dirigentes nacionales y los mundiales sigan creyendo la misma patraña desde hace muchísimo tiempo: Nuestro sistema económico social no funciona y se sostiene como dije inicialmente, con deseducación, manipulación e intoxicación informativa, además de miedo, administrado según la necesidad oligárquica.

La única explicación es la CORRUPCIÓN, que unos practican más o más a las claras que otros, pero CORRUPCIÓN, esta es la básica respuesta, porque hay flecos devenidos de la estupidez humana, es decir un pequeño porcentaje de seres que creen realmente las mentiras antedichas, pero que se curaría simplemente con una buena educación y los convenientes, pero inexistentes actualmente, medios de INFORMACIÓN, no de malversación, intoxicación ni manipulación.

Sería demasiado farragoso enumerar uno a uno los puntos de corrupción generalizados y no voy a poner ejemplos, todos los conocemos, pero si les referiré las causa de dicha corrupción, que vienen en la wikipedia (pinche el enlace y lea), pueden resumirse todos en falta de valores, de educación y desinformación o mala información, manipulación en todo caso.

Deberíamos cada día luchar por solo cuatro pilares inicialmente para ser más felices: Trabajo, Sanidad, Educación y Vivienda, no en este orden precisamente, a la par.

Unos superficiales matices en cada punto:

Trabajo

  Es falso que el típico y actual empresario sea quien crea trabajo. Solamente lo necesita para alcanzar su objetivo: Ganar mucho dinero, si no es así, no contrata a nadie.

Es inconcebible que en este país existiendo la Cooperativa de Mondragón, no haya más cooperativismo, caso de éxito mundial. Este es un ejemplo de la desinformación y mala formación recibidas durante largo tiempo en este país. Además la cooperación es innata a nuestra sociedad no la competitividad tan valorada empresarialmente y cuyo  éxito final es el monopolio sectorial, del que todos conocemos el resultado socialmente hablando.

La Administración Pública, cuando actúa sin corrupción y con transparencia, es mejor empresario que el la sociedad privada, porque no precisa ese % de ganancia imprescindible en ella, que puede dedicarse a otros menesteres.

Sanidad

  Pública, cuando es trasparente y no corrupta, más eficaz económicamente por la razón indicada al ser de gestión pública y simplemente piensen en la pandemia sin sanidad pública. Creo que queda todo dicho. Bien, pues así todo hay socialdemócratas empeñados en la privatización de este esencial servicio y la causa también quedó indicada más arriba.

Educación -

  Esta ha de ser Pública o Privada, pero de verdad; no "Concertada" que es una enseñanza privada con dinero público únicamente. Y aspiramos a que sea laica y sin intervención política, independiente como debería serlo el Poder Judicial, que igual que éste, está contaminada.

Vivienda -

  Aplíquese el precepto constitucional sin más máscaras, engañifas ni especulación urbanística para que la empresa privada gane dinero con la vivienda de la gente.

En fin, a ser más felices y me repito, una vez más, hay otros sistemas económicos más justos entre ellos la EBC o Economía del Bien Común Mucho mejor y respetuosa con la dignidad humana, que no es poco.

viernes, 7 de octubre de 2022

De dónde sale estos ... inombrables

 ¿Cómo llevar el pensamiento, la justicia y la certera decisión que en cada momento tomamos, en nuestra vida?

El pensamiento acertado que concluye en ideas para poner en práctica los hechos que conforman la vida de cada día. Y, además, que esos hechos sean buenos. ¿será eso la sabiduría?

El contrapunto de todo esto es seguramente, poner el hito en el día a día en un energúmeno, en una ventana y gritando: "Putas salid de las madrigueras ...." el resto ya lo conocerán, claro. Esta actitud, conlleva una muy mala educación y una raíz nada recomendable, más bien peligrosa.

¿Dónde queda la educación de esos universitarios con tal actitud? Tanto si salieron de la pública, como de la privada, son unos auténticos ... más que energúmenos, gilipollas, o sea, necios, estúpidos.

Saliendo de la escuela pública o de la privada, que creo que habrá más de esta última que de la primera, porque así lo marca la reciente historia del "club" o colegio mayor. No tienen disculpa, porque la educación se da sobre todo en familia,  más allá: educa al niño toda la tribu. Pero habrá que saber a que tribu pertenecen los autores, promotores y seguidores del asunto. ¡País! que diría mi admirado Forges.

Y algunos creen aún que la transición de la dictadura a la democracia fue "ejemplar" ¡Manda güevos!

jueves, 6 de octubre de 2022

La muerte y los impuestos

Son dos certezas para los vivos pobres, para los vivos ricos solo la primera.

"Cada vez que pretendan venderles una reforma fiscal -la enésima- con la cantinela de que los ricos deben pagar más para que los pobres reciban lo suyo, desconfíen" (Esto publicaba Inaciu Iglesias en El Comercio del día 5 de octubre de 2022)

Y pregunto yo, ¿por qué?  Pues hay que desconfiar de un enunciado que no está bien planteado, debería decir: Cada vez que pretendan venderles una reforma fiscal -la enésimo primera- con la cantinela de que a los ricos no se les deben tocar los pocos impuestos que pagan porque sino se irán a guaridas fiscales, desconfíen.

Desconfíen porque no es que los ricos deban pagar más para que los pobres reciban lo suyo, esto no es cierto; es porque los ricos eluden el pago de impuestos con más facilidad que los pobres, tienen auténticos ingenieros fiscales a su servicio y porque a través de las malvadas y torticeras puertas giratorias la legislación les beneficia mucho más que a los pobres.

Cree usted que un autónomo, por ejemplo, un carnicero, podría vender la carne de pollo, de conejo al precio de la carne de ternera de primera. No, ¿verdad? vende cada tipo de carne al precio que corresponde, pues eso hacen las compañías eléctricas con el kilowatio que producen, por ejemplo la hidráulica o solar (muy baratas) al precio del gas más caro.  Por qué se hace esto, pues porque los legisladores han tenido en cuenta la presión de estas grandes compañías y legislaron este malvado latrocinio, en contra de todos nosotros y nuestro gobierno no se atreve a acabar con ese oligopolio desfalcador.

Miren a quien beneficia la eliminación del impuesto de sucesiones y la eliminación de algunos "gastos superfluos" aquí al lado, en Castilla y León, por poner un ejemplo.

Bueno, pues desconfíen de quien tienen que desconfiar realmente.

 

sábado, 1 de octubre de 2022

¿Es la abstención un fracaso político? y los abstencionistas qué

Abstención, en ciencia política, es el acto por el cual un potencial votante en unas elecciones decide no ejercer su derecho al voto, ya sea en unas elecciones generales o si, en un procedimiento parlamentario, el representante está presente en la votación pero no vota. En ambos casos, el sujeto se atiene al resultado del voto de los electores que sí votaron, al igual que ocurre con el voto en blanco.

Esto dice Wikipedia de la abstención y los abstencionistas, digo yo, son electores que no ejercen de tales, no usan el derecho al voto y desestiman todas las opciones propuestas, pero, creo firmemente, que pocos se atienen al resultado del voto de los electores que sí ejercieron su derecho, critican como si hubieran votado y critican al ganador cuando no les interesó ni él ni su contrario, pura contradicción.

Cuando gana la abstención, los partidos que se proponen deberían tentarse la ropa, pero supongo que sus egos se lo impide y no ven más allá de ...sus jefes de campaña.

De todas formas no toda la culpa es de los proponentes, de los elegibles, hay electores "pasotas" por naturaleza, los afamados apolíticos, que aún viviendo en la polis, abandonan al resto la responsabilidad de su gobierno.

También están los que quieren que exista un partido a su imagen y semejanza, pero no se deciden a proponerlo. Y finalmente, tenemos a los "toca pelotas" que lo critican todo sin proponer nada.

En fin, que entre los partidos que no proponen las cosas bien y los que no hay quien les proponga nada, quedan los que no saben o no contestan (pocos) y los indefinidos realmente los asqueados de todo y los desanimados o desesperados, solo a estos debería dirigirse los proponentes: partidos políticos, para que no gane la abstención, que esto supone el fracaso político de la elección.

¿Quien se atreverá?

 Las superpuestas crisis económicas y, por ende, sociales, demuestran que el crecimiento ilimitado (que precisan la constante y creciente producción y el incremento del consumo) en los que se basa el sistema capitalista, no es posible; porque habitamos un mundo finito y parece que de esto nos enteramos anteayer.

Consecuentemente se impone un cambio de sistema económico, con inmediatez, porque sino, las superpuestas crisis cada vez serán más fuertes y amplias y acabaremos con el planeta a medio, largo plazo.

Plantear desde un partido político, un cambio de sistema económico y, por tanto, político, sería una necesidad de supervivencia, pero como electoralmente y a corto plazo no es bueno, no se asume el riesgo, nadie pone la primera piedra. 

El que la ponga, ganará enorme credibilidad ante la sociedad y de la que los mencionados partidos políticos no anda muy bien.

Quien explique e implemente valientemente esta necesidad, recogerá a través de la mencionada credibilidad el agradecimiento de la sociedad.

Porque hay posibilidad, aún en nuestro estadio, en economía, sobre todo en economía y en política hay que innovar de forma valiente.

¿Quién se atreverá?