La ausencia o presencia exígua de jugadores de los dos clubs futbolísticos que precisamente no son sociedades anónimas deportivas deja patente la supremacía sobre el resto y sobre el propio fútbol, sus aficionados y la sociedad en general (casi toda fulbolera)
Éstos son similares a los patronos de las finanzas y la promoción constructora del país que están muy por encima de la opinión popular, los deseos de la burguesía y los intereses generales y colectivos del pueblo. Hacen lo que les da la gana cuando les da la gana y los paganinis callados como ... (como no deberíamos estar)
El mercantilismo del fútbol, como el de la sociedad en general, está claro y lo peor, aceptado, asumido mayoritariamente. Porque si en lugar del Premio Principe de Asturia fueran los premios FIFA Nike o similar, iba la plantilla entera, sin rechistar y encantados, aún haciendo esfuerzos sobrehumanos porque el que paga manda, desgraciadamente. No hay más valores humanos. Deshumanización social y futbolística ¡Contra la mercantilización, educación!