A la hora de crear una empresa debemos pensar en el “para qué” de ella. Y en este sentido es muy
importante determinar dónde se ubica y a quienes se dirige, es decir, qué
objetivo con determinación ha de perseguirse: el propósito empresarial.
Ahora que estamos saliendo de la pandemia Covid 19, es muy
importante ese propósito empresarial, porque de este encierro pandémico, resilientes
hemos de salir.
Si el propósito empresarial es la consecución del máximo
beneficio, como objetivo determinante y principal, tendremos una
empresa del pasado, de la que sabemos por experiencia que abandonará, por
incompatibles, objetivos vinculados a la responsabilidad social corporativa,
sin ocuparse de las personas que la rodean, pues su objetivo es el beneficio
económico, puro y duro.
Hemos palpado claramente que el no ocuparnos de las
personas, con carácter general, en nuestra sociedad es demoledor ante cualquier
tipo de crisis, económica, sanitaria o educacional. Por otra parte, no se deben
abandonar en aras a la rebaja de costes por perseguir el objetivo del máximo
beneficio, cierta fabricación de productos estratégicos. Y nunca debe
despreciarse la sabiduría, el conocimiento, la investigación, la educación (muy
denostadas últimamente)
En fin, el cuidado de la sociedad, de las personas, requiere
que las empresas no tengan el único objetivo del máximo beneficio, esto las
hace innecesarias, excepto para sus propietarios. Y perjudiciales socialmente
en el ámbito de la alimentación, vivienda, salud, sanidad y enseñanza.
Hay que tener claro el objetivo de la sociedad ¿Qué utopía
queremos perseguir? Ser ricos o ser felices.
Cada uno elegirá su opción, pero si leísteis el enlace
anterior sabéis que habremos de darnos unas normas de convivencia: La
Constitución es la más importante y básica de todas.
Pues ahí tenemos el ámbito en que deben desenvolverse
nuestros recursos para la creación o reconstrucción de nuestra resiliente
empresa. Ésta debe atender lo indicado en el Título VII que habla de la
Economía, una economía que se parece mucho a la primera definición de ella, “Oikos
Nemesis”, la administración de la casa, la ciencia que se ocupa de la manera en
que se administran o emplean los recursos existentes, con el fin de satisfacer las
necesidades que tienen las personas, en este caso los españoles. Ha de
observarse, por tanto y entre otras cuestiones
nuestra Ley
básica en su totalidad.
Debe dejar de ser la economía la perversión de ella misma,
es decir, esa ciencia que permite a unos pocos hacerse ricos a costa del resto.
En fin, La Constitución tenemos que observarla todos y a fondo, es la norma de la pacificación social.
En fin, La Constitución tenemos que observarla todos y a fondo, es la norma de la pacificación social.