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lunes, 14 de diciembre de 2020

"El agua sale a bolsa" ¿Para cuando el aire?

 Enseguida tendremos que pagar por respirar. Si seguimos callando y nos abandonamos a los deseos de la financiera oligarquía mundial, no tardando, tendremos que pagar por respitar y quien no tenga dinero ...

Se está implementando desde hace mucho tiempo y en nombre de la economía, una serie de tropelías inconcebibles para una mente sana y buena. Por ejemplo ¿qué sentido tiene poner precio a un trozo o parcela de globo terráqueo? nuestra casa, donde vivimos todos. Esto es como si un padre cobrase a cada hijo un alquiler o le vendiese parte de la vivienda; absolutamente innecesario, para la vida, pero imprescindible para la crematística, que no para la economía.

Esto no es economía es crematística y el primer problema es la confusión en las palabras, en las denominaciones, por eso, las Facultades de Económicas deberían llamarse Facultades de Crematística: Ciencia que estudia la ganancia pura de dinero, como valor en si mismo y no como medio de intercambio.

Bien, pues desde hace unos días "el agua sale a bolsa" o sea, que los mercados financieros que ya especulan con el petróleo, el oro, el trigo y el maíz, etcétera, lo harán enseguida con el agua y como decía al principio, veremos lo que tardan en especular con el aire.

La disculpa es que determinando el precio en función del mercado la gestión mejora y quizás fuese cierto en una auténtica economía (gestión eficaz del planeta), no con la actual crematística que todo el planeta se ve obligado a utilizar.

Es muy distinto que la gestión de agua sea a través de los gobiernos locales, autonomicos o nacionales de cada país, porque cuando la gestión se mercantiliza, el control lo establece quien más dinero tiene, no el órgano elegido por el pueblo para su gestión, diferencia crucial, porque con el primero se regulará en función de las necesidades que mayoritariamente manifiesten los votantes de dichos gobiernos, mientras que de la segunda forma se hará en base a la ganancia de quienes dominen el mercado, que ya conocemos quienes son, cómo actúan y que consecuencias producen: más miseria.

La mercantilización del agua perjudicará como siempre a los más pobres y encarecerá la vida de las clases medias y bajas en favor de las altas.

Los gobiernos demócratas deberían impedir esta tropelía y revertir otras muchas ya implementadas desde hace décadas, como la salida a bolsa de alimentos básicos que controlan trust de especuladores mundiales, los famosos mercados de futuro, que ahí es donde ya cotiza el agua en EEUU.

El agua es un derecho, como proclaman la mayoría de las constituciones, al igual que la vivienda, el alimento, en fin, la vida digna es un derecho y esta mercantilización atenta contra esos derechos constitucionales, además de humanos, tal como comprobamos cuando las empresas supranacionales pasan por encima de los gobiernos, para incrementar sus ganancias a costa de quien y lo que sea. Una barbaridad que no debemos aceptar.

Si las élites económicas mundiales, comercian a costa de la vida de seres humanos, con los elementos vitales para ella, ¿Cómo les vamos a pedir que conserven el planeta? No les importa ni el planeta ni sus habitantes, es evidente. Consecuentemente es urgente que los gobiernos frenen este terrorismo económico.


Explicación verbal del asunto: Video 1; video 2

lunes, 7 de diciembre de 2020

¿A quién interesa la crispación social?

¿Se dan cuenta que los acólitos y esbirros de la oligarquía, se ponen nerviosos porque izquierdistas y nacionalistas apoyan los Presupuestos Generales del Estado y resulta que son la representación de la mayoría absoluta del país? Esto molesta mucho a quien manda realmente en España, luego esta actitud gubernamental será, que si no beneficia a esta élite oligarca, nos va a beneficiar a todos nosotros, pueblo liso y llano.

Además, una parte de los militares retirados (los activos no pueden expresarse, pero sospecho que piensan igual o parecido) proponen otro golpe de estado y su Capitan General no dice ni pío; debería tener la misma disposición discursiva que después de 1 O en Cataluña ¿verdad? Además en este caso le atañe más directamente, dada su jefatura militar. Se lo estará pensando, obviamente y esto implica que no tiene claro que la actitud política del gobierno beneficie al pueblo, abandonando los privilegios de esa cabreada oligarquía.

En esta época de crisis sanitaria, económica y social, la oposición debería tener un poco de juicio y aprobar y apoyar las políticas de carácter sanitario y social que nos benefician a nosotros, al pueblo y no dedicarse a fomentar el ruido de sables y cualquier tropelía dedicada a derrocar al actual gobierno "social comunista" o como le quieran llamar. Sirva de ejemplo, los espeques aplicados a las ruedas constitucionales para NO renovar el Consejo General del Poder Judicial ¿O es que no quieren un poder Judicial independiente? Es evidente que no.

Como van a pedir responsabilidad social ante la pandemia, cuando poco menos de la mitad de nuestros representantes en el Parlamento no la tienen. "Para educar al niño (lésase en este caso: pueblo) se necesita toda la tribu"

Por otra parte, esa línea roja que traza el PP tachando a Bildu de etarra, por sus apoyos a los Presupuestos es ademas de inconstitucional, muy injusta, de la misma forma se podría tachar a PP y a Vox de fascistas franquistas y de practicar en su día terrorismo de estado, con más sufrimiento y muertos que Bildu y lo que deberían decir, es que todos ellos, todos,  forman parte del país constitucionalmente, como así es y sin líneas de colores.

España es diversa y por tanto más rica que sin esa anhelada unidad nacional con la que se les llena la boca y que más que unidad, parece dictatorial uniformidad.

viernes, 27 de noviembre de 2020

¿Quién no quiere cambiar el modelo económico?

 Los resultados del actual modelo económico, ese que llevamos sufriendo 35 años, con la aquiescencia del PP y del PSOE nos ha traido: 

  1. Desigualdad social. Cada vez más pobres, menos clase media y ricos muy ricos
  2. Competitividad para no se sabe qué. Expresado en el idioma neoliberal: Para ser el número 1; y por ende, el resto todos perdedores. Para tener más que el vecino, como si lo necesitásemos (incentivando así la codicia y la envidia)
  3. Tener por tener, haciéndonos creer que, quien más tiene es mejor y más feliz. Sin pensar en el ser, sin cultivar la persona, su cultura, conocimiento. Tener sin ser.
  4. Paro, paro y empleos precarios y eventuales, además de deslocalizaciones empresariales, todo ello en base a incrementar constantemente el beneficio empresarial, haciéndonos creer que esto nos beneficia a todos, cuando solo beneficia a 4 grandes empresarios y sus acólitos.
  5. Fomentando el consumismo, que nos aboca a crisis de identidad y valores, pues consumir sin control es una estupidez
  6. Se fomenta la especulación económica, en contra de la economía real y a costa de ella, y con ello se perjudica a quien no participa de dicha especulación, la mayoría social.
  7.  y ver más aquí, en el abecedario de la incoherencia

Vistos los "beneficios" del modelo económico actual: ¿Quién no quiere cambiar?


Es evidente que no quiere cambiar y lo confirma con sus declaraciones: Felipe González (sociolisto, que no socialista). No quiere cambiar tampoco, porque las puertas giratorias igual que al anterior le perjudicarían: Aznar (bueno, aquí puede usted añadir infinidad de ...Ex-altos cargos) Tampoco querrán grandes y ricos empresarios.

Pero el resto de seres humanos ¿Qué?

Creo que es una minoría los que no quieren que cambie el sistema económico. Pero los cambios son duros para todos, aún para los que puedan considerarse beneficiados. Hay que echarle valor, mucho valor.

Por otra parte, la mayoría de los medios de información y comunicación no informan de las posibles opciones de cambio, claro, no interesa a quien los dirige y no me refiero a los directores de dichos medios, sino al control económico de los mismos, la oligarquía que está detrás.

Investiguen, hay muchas personas aplicadas a que las cosas no sigan igual:

EBC

NESI

ATTAC

Economistas  no economistos

Y seguramente muchas más organizaciones que se me escapan.

Ánimo, podremos cambiar si nosotros cambiamos primero, claro está.


martes, 24 de noviembre de 2020

Educación, pilar social. Cámbienla, aún pueden.

 

Después de no leer el proyecto de ley de educación, la denominada Ley Celáa, pero escuchar a expertos, otros no tanto y políticos de diversos colores, concluyo, sobre todo escuchando a éstos últimos, que la ley de educación no cambia nada de fondo, se lava la cara, para que todo siga igual de mal.


Los aspavientos, protestas en coche, y teatros varios con lacitos de la derecha católica, son para defender sus intereses privados, la amenaza para que no se toque la base de asunto y, a fe mía, que lo consiguen.

El proyecto de ley no ataca la enseñanza privada, ni siquiera la concertada y sigue financiando intereses privados, con conciertos. Peor, no incrementa la financiación de la enseñanza pública de forma suficiente, para que se notase la apuesta por el profesorado y los medios materiales.

PSOE y Podemos no han cambiado nada, todo sigue como hace 30 años, esa ausencia financiadora no apuesta por la formación de personas, sigue prefiriendo trabajadores católicos sumisos. Es más, no se llega ni a poner la enseñanza concertada para lo que se creó: como subsidiaria de la pública.

En la auténtica reforma, citando a Paco Álvarez (economista y matemático) debería ser de abajo a arriba y añado yo, el tan ansiado pacto por la enseñanza, debe hacerse como en la justicia, que deberían ambas, educación y jussticia, ser independientes del poder político, negociado con los elementos intrínsecos del asunto, por las gentes que forman parte de la educación, sin tanto control ni intervención de otros ámbitos. El pacto no debe ser PP PSOE, es un error.

En fin, en esta reforma, desafortunadamente, no se apostó de verdad por la enseñanza pública y eso lo pagaremos con personas poco y mal educadas y por ende, con una sociedad de peor calidad, tema nada desdeñable.

De todas formas, igual que se hizo la protesta (previa a la aprobación de la ley) el pacto aún podría formarse y el cambio para una verdadera ley también. Aún es un proyecto. ¡Cámbienla!

domingo, 22 de noviembre de 2020

Salva la Navidad ¡hipócrita!

 

Salvar la Navidad quiere decir “salvar la economía“, pero disfrazado de hipócrita amor, a costa de la salud, o sea, a costa de otra ola covid 19 en Enero, al igual que salvamos el verano con la ola que ahora padecemos, hasta hacer normal que se estrellen uno o dos aviones a diario.


La afirmación anterior está basada en la experiencia vivida los últimos meses. Y no me pongan de disculpa la economía, porque de la actual economía solo vive bien una minoría. Me refiero a la economía entendida como la vivimos hasta la fecha y desde hace 35 años, cuando Margaret Thatcher y Ronald Reagan comenzaron a hablarnos de libertad de mercado, libertad individual, la persecución del máximo beneficio empresarial como único fin y más adelante de la parcial globalización que ellos llamaban erróneamente globalización sin más

No empezamos a paliar los errores cometidos consecuencia de esa vivida economía durante 7 lustros y no habiendo puesto las bases para ello, porque estamos empeñados en salir de esta crisis por la entrada, vamos con retraso.

Creo que hay que asumir el cambio de actitud ante la crisis, porque nos está avisando varias veces la vida misma y no hacemos caso, hasta que sea muy tarde y cueste mucho más cambiar, porque es incuestionable, hay que cambiar.

En otro caso, salvemos la Navidad y volvamos al principio: volver a empezar.

lunes, 16 de noviembre de 2020

Cuestiones constantes y vitales

¿ Es mejor competir o colaborar?

La historia nos demuestra que los humanos somos seres eminentemente sociales, que precisamos vivir en sociedad, para vivir mejor, con mayor calidad de vida.

Si competimos, por definición de competición, luchamos y también nos comparamos uno contra todos y por ende, todos contra todos. Luchamos porque tenemos todos el mismo objetivo, ganar, ser el número uno, el mejor, tener más que todos los que nos rodean y esto no se puede hacer ni negociando ni colaborando, solamente compitiendo, porque nuestro objetivo es uno solo, único. La patraña de competir con uno mismo: La propia definición de la RAE, sobre la competición, dice:"Dicho de dos o  más personas ..." ¿Cómo competir con uno mismo por un determinado y único también objetivo? Imposible. A lo que se refieren quienes dicen que competir es un proceso de mejorar personalmente, confunden competir con entrenar que no tienen nada que ver. Pero a alguien interesará que la competición se confunda con el entrenamiento.

¿Cómo obtener una sociedad mejor compitiendo? Si todos vamos camino de obtener ese único objetivo, por la propia definición llegará uno, llegaremos al monopolio empresarial o al único líder ¿Y el resto? Tenga en cuenta que, como decía Airton Sena, el segundo es el primero de todos los perdedores. Todos perdedores menos uno. Imposible mejorar una sociedad compitiendo.

Bien pues esta milonga nos la llevan contando muchos años y hay gente que se la ha creído a pie juntillas.

La única forma de que una sociedad progrese es colaborando, cooperando, es decir, siendo una sociedad cooperativa, colaborativa y solidaria. Competir nos divide, nos aisla y por tanto, nos hace más débiles, se mire por donde se mire. Aunque quizás sea este el objetivo de quienes predican esta mentira.

¿Es mejor la gestión privada o pública?

La gestión depende de los componentes de la entidad o empresa a gestionar, depende de los medios materiales y de los medios humanos, porque estamos suponiendo para analizar la gestión, que el ente está en el mismo lugar, tiempo y condiciones externas.

Las variables por tanto serán la cantidad y calidad de los medios materiales y la cantidad y calidad del personal. ¿Qué tipo de gestión conseguirá los mejores materiales y personal? Esa gestión será la mejor.

A favor de la privada está la propaganda porque hay más entes de gestión privada que pública y mucho interés privado en que así sea. Además puede decirse que la calidad y cantidad de materiales se verá perjudicada por el beneficio empresarial, sin el que la gestión privada no funciona. Pero el personal es obligado a trabajar más, porque el despido obliga a mayor atención, dedicación,  si bien produce más estrés. En la pública pueden dedicarse más medios en la adquisición y uso del material y la contratación de personal porque no hay que detraer beneficio alguno, se puede invertir o gastar el total de la diferencia de ingresos y gastos. Está la diferencia en el trato o la atención del personal que habrá que analizar si esto hace una mejor o peor gestión, según los casos. Tener la diferencia del beneficio empresarial para dedicar al personal o la amenaza del despido, es lo que hay que valorar en cada caso.

¿La libertad puede ser individual o es colectiva?

Libertad es la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos. ¿Dónde está la responsabilidad si la libertad fuese individual? La libertad es colectiva, se da cuando se vive en sociedad, si no no existe. Y la libertad, está auto limitada por la responsabilidad, si este límite se rompe caemos en el libertinaje, en el desenfreno de obras y/o palabras. Existe la liberad del individuo, que termina responsablemente, donde empieza la del de al lado, implicando ello colectividad en la libertad.

¿El mercado debe ser libre o intervenido?

Todos pensamos que una economía intervenida es sintoma de comunismo que se define como: "Doctrina económica, política y social que defiende una organización social en la que no existe la propiedad privada ni la diferencia de clases, y en la que los medios de producción estarían en manos del Estado, que distribuiría los bienes de manera equitativa y según las necesidades"

¿Qué hay de malo en esta definición, si no la afecta perversión alguna?

Por otra parte, ¿que hay de malo en que en un mercado libre, donde las empresas acudan sin presión alguna y la ley de la oferta y la demanda impongan su razón? Aquí, sin perversión alguna, la competitividad antes mencionada y criticada, nos lleva a que la empresa más fuerte absorverá o hará quebrar a las más débiles, con lo que con el tiempo se tiende a un oligopolio primero y al triunfante monopolio finalmente y entonces, ¿dónde queda esa bondad de la libertad del mercado?

En cuanto al intervencionismo radical es fácil, como ya sucedió históricamente, que factores perversos inutilicen el sistema y sería, por tanto, conveniente tener un control en ambos sistemas ¿Cuál?

Un control democrático, un control votado por la sociedad, donde se compense cualquiera de las perversiones que atenten contra la ética mercantil y esta atente contra la social. Hay alguna teoría, yo mencionaré la que más me gustó: La Economía del Bien Común (EBC)

A todo esto puede usted manifestar lo que desee. Se agradecería mucho. (Más abajo hay lugar para ello)

viernes, 6 de noviembre de 2020

La salida de esta crisis no está por la entrada

La causa de las distintas crisis económicas, de la actual pandemia, en fin, de la desorganización mundial que padecemos, es nuestra: de empresarios y trabajadores, unos porque utilizan mal su poder económico y social y otros por su falta de criterio o discernimiento. 

Porque no supimos ni sabemos organizar “La Casa”: nuestro planeta, es decir, cada país, autonomía o ayuntamiento.

Causas antinaturales

  • Educativa: No se puede afirmar que hay que competir cuando somos un animal eminentemente social, es un error básico. Hay que colaborar y ser solidario no competitivo. ¿Se acaba con la pandemia compitiendo o colaborando?
  • Mediático-informativa:  Aquí  habría que aplicar la libertad, pero no la individual, que también,  sino la de expresión. Un medio de comunicación no debe expresar la opinión de su dueño, sino la del profesional que trabaja en él, como los jueces no pueden fallar con su personal criterio, sino con el conocimiento y la ley. 
  • Globalización:  Supone la libre circulación de dinero, información y mercancías y debería contener también la libre circulación de derechos y personas. ¡Ah! pero esto último no, ni derechos ni personas. Con lo que no tenemos una globalización, si no una semi-globalización, la que importa a ciertos intereses mundiales y no precisamente a la mayoría.

La organización de La Casa es la oikonomía no la crematística, que es lo que se aplicó en la organización de La Casa, aplicando la crematística hemos llegado donde estamos y qué hemos conseguido, haciendo caso al neoliberalismo que imperó en el planeta los últimos 35 años:

  • Desmantelamiento de los servicios de Salud, por la falta de recursos y material sanitario y por la falta de personal sanitario. Claro que aquí el mercado no arregla la situación tal y como se está comprobando.
  • Desmantelamiento de los servicios Públicos, pidiendo un Estado pequeño, débil, como manda el mercado, no tenemos una gestión del paro ágil, ni de la seguridad social con la gestión de las ayudas, ni por ende suficientes funcionarios que nos atiendan cuando hace falta. Ni por supuesto un sistema judicial ágil y por tanto eficaz. "Es lo que tiene un Estado débil, amigo"
  • Deslocalizaciones de la industria, que produjo paro y precariedad, con el único fin de mejorar los resultados empresariales y trajo consecuentemente el actual desabastecimiento de productos estratégicos y otros que detectaremos en el futuro.
  • Ausencia de investigación estatal básica, sobre la que innovar, aún desde el sector privado, permitiendo la huída de cerebros al extranjero. Todo por querer un Estado débil.
  • La ausente Banca Pública nos impidió e impide financiar actualmente a las empresas, de forma más eficaz, porque esta banca no persigue beneficio como la privada. Además el Banco Central que debería cuidar este ámbito, pero lo descuida en beneficio de su putrefacción y para engordar la banca privada.
  • Un Banco Central Europeo (BCE), vendido a los intereses especulativos de la banca privada internacional y perjudicando la fortaleza de los Estados.   BCE --(dinero gratis) ---> B. Privada -- (% Intereses) ---> Estado y esto produce un incremento de deuda del Estado ficticia, creada artificalmente y que pagamos y pagaremos inopinadamente todos nosotros.
  • Finalmente si somos seres sociales, para qué necesitamos tanto armamento y tan caro y sofisticado. 

Hay que dejar de aplicar la crematística a todo ámbito de la vida. Bien es verdad que el mercado soluciona una parte importante de las necesidades sociales, como lleva demostrando desde siempre el capitalismo, pero no llevado al extremo de los últimos 35 años, donde no se deja opción a otras formas necesarias y precisas para solvertar los problemas sociales, que son los nuestros y acaban dañando los intereses de los avariciosos instauradores del neoliberalismo económico.

 Habrá que implementar el cooperativismo, un Estado más fuerte, Banca Pública, organizaciones sociales necesarias, que permiten luchar, mucho mejor que el mercado, en ciertos y necesarios ámbitos sociales.

Conclusión: No podemos salir de esta situación por la entrada, hay que buscar una salida diferente y he dado mi humilde opinión, de los cambios a realizar y porqué.