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miércoles, 13 de marzo de 2024

Cómo se puede seguir votando: CORRUPCIÓN

   Es desesperante ver como la corrupción perdura aún habiendo echado del Gobierno al PP por ella. Comprobamos que campa a su aire en la política, en la representativa democracia que sufrimos, lo que implica que campa a su aire en la sociedad.


   No se puede, impunemente, decir que "comprar votos" por negociar con un partido su apoyo político, es corrupción, cuando lo hace cualquier partido distinto del PP. Esto significa atentar contra las instituciones, de la misma forma que se atenta impidiendo la renovación del CGPJ o controlando por la puerta de atrás no se que juzgado.

   Hoy en el parlamento el ... "y tu más" elevado al infinito pretende significar que "todos los políticos son iguales" cuando es mentira, porque una cosa es cuando se descubre una corruptela ayudar a la justicia a investigarla y tomar medidas directas contra ella o desde la lancha del narco, pedir explicaciones sobre la corrupción al Gobierno. ¡Lo nunca visto! 

   Casado tenía razón denunciando a Ayuso, ahora se ve más claro, pero está políticamente muerto, lo mató su propio partido. Esto es tan loco que, Podemos sufrió la falsa corrupción, es decir, la inventada por las cloacas policiales apoyadas por las judiciales, pero el PP no sufre la real (que creó dichas cloacas) y se le siguen votando, aún siendo su líder amigo del narco. Pero ¿Quiénes les pueden seguir votando, qué catadura tienen? Son corruptos por indirecta cooperación.

   La inteligencia popular no solo debe expresarse votando cada legislatura, sino tomando conciencia y acción política cada día y exigiendo a los representantes políticos ética y honradez, como mínimo.

   La corrupción es síntoma de la ausencia de democracia y esto lo traemos de muy atrás, por tanto, hemos de ponerle solución y no aceptar la precariedad que nos impone esta organización social que habitamos, hay que cambiarla y hay forma

martes, 24 de noviembre de 2020

Educación, pilar social. Cámbienla, aún pueden.

 

Después de no leer el proyecto de ley de educación, la denominada Ley Celáa, pero escuchar a expertos, otros no tanto y políticos de diversos colores, concluyo, sobre todo escuchando a éstos últimos, que la ley de educación no cambia nada de fondo, se lava la cara, para que todo siga igual de mal.


Los aspavientos, protestas en coche, y teatros varios con lacitos de la derecha católica, son para defender sus intereses privados, la amenaza para que no se toque la base de asunto y, a fe mía, que lo consiguen.

El proyecto de ley no ataca la enseñanza privada, ni siquiera la concertada y sigue financiando intereses privados, con conciertos. Peor, no incrementa la financiación de la enseñanza pública de forma suficiente, para que se notase la apuesta por el profesorado y los medios materiales.

PSOE y Podemos no han cambiado nada, todo sigue como hace 30 años, esa ausencia financiadora no apuesta por la formación de personas, sigue prefiriendo trabajadores católicos sumisos. Es más, no se llega ni a poner la enseñanza concertada para lo que se creó: como subsidiaria de la pública.

En la auténtica reforma, citando a Paco Álvarez (economista y matemático) debería ser de abajo a arriba y añado yo, el tan ansiado pacto por la enseñanza, debe hacerse como en la justicia, que deberían ambas, educación y jussticia, ser independientes del poder político, negociado con los elementos intrínsecos del asunto, por las gentes que forman parte de la educación, sin tanto control ni intervención de otros ámbitos. El pacto no debe ser PP PSOE, es un error.

En fin, en esta reforma, desafortunadamente, no se apostó de verdad por la enseñanza pública y eso lo pagaremos con personas poco y mal educadas y por ende, con una sociedad de peor calidad, tema nada desdeñable.

De todas formas, igual que se hizo la protesta (previa a la aprobación de la ley) el pacto aún podría formarse y el cambio para una verdadera ley también. Aún es un proyecto. ¡Cámbienla!