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viernes, 6 de noviembre de 2020

La salida de esta crisis no está por la entrada

La causa de las distintas crisis económicas, de la actual pandemia, en fin, de la desorganización mundial que padecemos, es nuestra: de empresarios y trabajadores, unos porque utilizan mal su poder económico y social y otros por su falta de criterio o discernimiento. 

Porque no supimos ni sabemos organizar “La Casa”: nuestro planeta, es decir, cada país, autonomía o ayuntamiento.

Causas antinaturales

  • Educativa: No se puede afirmar que hay que competir cuando somos un animal eminentemente social, es un error básico. Hay que colaborar y ser solidario no competitivo. ¿Se acaba con la pandemia compitiendo o colaborando?
  • Mediático-informativa:  Aquí  habría que aplicar la libertad, pero no la individual, que también,  sino la de expresión. Un medio de comunicación no debe expresar la opinión de su dueño, sino la del profesional que trabaja en él, como los jueces no pueden fallar con su personal criterio, sino con el conocimiento y la ley. 
  • Globalización:  Supone la libre circulación de dinero, información y mercancías y debería contener también la libre circulación de derechos y personas. ¡Ah! pero esto último no, ni derechos ni personas. Con lo que no tenemos una globalización, si no una semi-globalización, la que importa a ciertos intereses mundiales y no precisamente a la mayoría.

La organización de La Casa es la oikonomía no la crematística, que es lo que se aplicó en la organización de La Casa, aplicando la crematística hemos llegado donde estamos y qué hemos conseguido, haciendo caso al neoliberalismo que imperó en el planeta los últimos 35 años:

  • Desmantelamiento de los servicios de Salud, por la falta de recursos y material sanitario y por la falta de personal sanitario. Claro que aquí el mercado no arregla la situación tal y como se está comprobando.
  • Desmantelamiento de los servicios Públicos, pidiendo un Estado pequeño, débil, como manda el mercado, no tenemos una gestión del paro ágil, ni de la seguridad social con la gestión de las ayudas, ni por ende suficientes funcionarios que nos atiendan cuando hace falta. Ni por supuesto un sistema judicial ágil y por tanto eficaz. "Es lo que tiene un Estado débil, amigo"
  • Deslocalizaciones de la industria, que produjo paro y precariedad, con el único fin de mejorar los resultados empresariales y trajo consecuentemente el actual desabastecimiento de productos estratégicos y otros que detectaremos en el futuro.
  • Ausencia de investigación estatal básica, sobre la que innovar, aún desde el sector privado, permitiendo la huída de cerebros al extranjero. Todo por querer un Estado débil.
  • La ausente Banca Pública nos impidió e impide financiar actualmente a las empresas, de forma más eficaz, porque esta banca no persigue beneficio como la privada. Además el Banco Central que debería cuidar este ámbito, pero lo descuida en beneficio de su putrefacción y para engordar la banca privada.
  • Un Banco Central Europeo (BCE), vendido a los intereses especulativos de la banca privada internacional y perjudicando la fortaleza de los Estados.   BCE --(dinero gratis) ---> B. Privada -- (% Intereses) ---> Estado y esto produce un incremento de deuda del Estado ficticia, creada artificalmente y que pagamos y pagaremos inopinadamente todos nosotros.
  • Finalmente si somos seres sociales, para qué necesitamos tanto armamento y tan caro y sofisticado. 

Hay que dejar de aplicar la crematística a todo ámbito de la vida. Bien es verdad que el mercado soluciona una parte importante de las necesidades sociales, como lleva demostrando desde siempre el capitalismo, pero no llevado al extremo de los últimos 35 años, donde no se deja opción a otras formas necesarias y precisas para solvertar los problemas sociales, que son los nuestros y acaban dañando los intereses de los avariciosos instauradores del neoliberalismo económico.

 Habrá que implementar el cooperativismo, un Estado más fuerte, Banca Pública, organizaciones sociales necesarias, que permiten luchar, mucho mejor que el mercado, en ciertos y necesarios ámbitos sociales.

Conclusión: No podemos salir de esta situación por la entrada, hay que buscar una salida diferente y he dado mi humilde opinión, de los cambios a realizar y porqué.

lunes, 31 de agosto de 2020

La casa por el tejado

Escribo esto después de leer el artículo de igual título, de D. Inaciu Iglesias, Empresario al que sinceramente admiro, porque creo que es un empresario de verdad, no un negociante, que no es lo mismo.

En la reconstrucción de la economía (autonómica o nacional) lo primero son las PERSONAS no las empresas, sin personas no hay ni empresas, ni trabajadores para ellas, ni consumidores para los productos que fabrican.

Por eso, si de verdad pensamos en las personas…” pensemos en las personas, no en las empresas.

La reconstrucción de la ECONOMÍA es reconstruir la dirección o administración del país, o autonomía, es tarea de todos y el elemento primordial son las personas de ese país o autonomía. Nada que ver con la CREMATÍSTICA, para el fomento de ésta, si precisaríamos como primordial ayuda a la empresa y no a las personas. Pero no hablamos de esto ¿o si? Porque entonces, hay que cambiar las premisas o axiomas de los que partimos.

Una base sólida para reconstruir la economía es tener una sociedad sólida, educada, no formada solo para trabajar, sino educada para vivir y eso no se consigue sino fomentando la ayuda a las personas, es decir en sus necesidades básicas: salud, sanidad, educación, vivienda, en fín, el bienestar social, sociedad avanzada o desarrollada.

Esto se paga creando esa sólida y educada sociedad. La acumulación de dinero, que es un medio de pago, no hace rico a un país, sino al que lo acumula para ejercer otro tipo de poderes que no da el papel moneda.

Y los impuestos en España provienen básicamente de las personas no de las empresas (1), si los salarios españoles, con la tributación actual, fueran como los suizos por ejemplo, sobrarían recursos para todo.

Tiene usted, D. Inaciu, toda la razón cuando dice: “Llevamos demasiados años asumiendo resignados un sistema político económicamente débil, deficitario y con desempleo. Y con contratos muy precarios. Y con salarios muy bajos. Y con muy poco futuro. Y, por lo tanto, con demasiados trabajadores condenados a aceptar lo que les toca porque no hay alternativas; no hay más ofertas: no hay otros empleos donde escoger

Podemos empezar asumiendo que incrementando nuestros gastos, como ha hecho la tercera potencia mundial y país más endeudado del mundo (Japón), se puede inicar esa sociedad más sólida y educada, pilar de la sólida economía

Se puede “… sangrar a los ricos es un acto igualador de justicia social: una purga progresista; un jarabe democrático.” Porque algunos de los más ricos lo están pidiendo por escrito.

Claro que se es más sostenible con impuestos progresivos, en función de la ganancia de cada uno y sin resquicios o lagunas legales, para que los más ricos no tributen o lo hagan menos, ejemplos: Montoro y el Ibex 35 tributa al 7 %; Gay de Lievana y la imagen de España y la educación y la crematística;

(1) Aunque el enlace no es de fiar porque lo creé yo, échele un ojo