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lunes, 15 de marzo de 2021

El trabajo ya no es trabajo

 Y al principio el ser humano trabajaba para vivir, para subsistir, hasta que pensando,  se organiza, para mejorar su calidad de vida, repartiendo tareas y comienza a vivir mejor. Le sobra algo de tiempo.

Hay que tener en cuenta que lo único que realmente tenemos es tiempo y éste no se puede gastar todo en trabajar, no nos podemos engañar en estar siempre trabajando para ser más ricos, en vender nuestra fuerza de trabajo por ...  estamos vendiendo nuestro tiempo, nuestra vida. Aquí estriba la cuestión, cuando alguien se da cuenta que comprando el trabajo se produce un excedente; y otro problema: quién se lleva el excedente, aún a costa de la dignidad humana.

La organización social, la política, es la forma en que la familia mundial, establece normas, se supone que para mejor vivir. Y nos empeñamos en que el capitalismo es la única forma, craso error.

Ahora después de cientos de años nos damos cuenta que esta ideología está agotada, no tiene alternativa de solución ni global ni local. Y una de sus expresiones más claras es el trabajo, la explotación es una constante histórica que deviene de la errónea utilización del excedente creado y mal repartido, por el perverso poder corrupto. Las clases sociales, la clase trabajadora es el encasillamiento de gran parte de la población, consecuencia de la fuerza bruta de aquel corrupto poder, como vendedores de su fuerza de trabajo. Bien, este principio se pervierte de forma que la explotación se convierte en exclusión y el trabajo, antes un derecho aún esclavizante, en un privilegio.

Así las cosas a los proletarios, que aún los hay, se añaden los precarios, los precarizados, mientras los poderosos, la oligarquía mundial, es cada vez más poderosa y menos abundante, resultado del capitalismo y su competitividad cuyo objetivo es el oligopolio y como triunfo final el monopolio.

Cuando los grandes capitalistas llegan a implementar la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) es decir a meter un poquíto de ética en sus objetivos económico empresariales, es que no les funciona bien su estrategia y deben aflojar un poco la cuerda, para que no se les escape el control de la masa de humanos explotados y descartados, temen una revolución social, que los acorrale, son pocos.

Ya han utilizado la infame estrategia de culpabilizar a los pobres de serlo, consecuencia del resultado del ejercicio de su excesivo poder y últimamente usan la tecnología sibilinamente para establecer controles sobre la masa de humanos consumidores-productores.

Se llega al absurdo de presentar la emprendeduría, como un objetivo de éxito social, el engañabobos para que obtengan la prestación de ciertos servicios más baratos, rebajando los costes salariales cada vez más y acercando el queso de cebo: Pocas startups exitosas. Pues ya existían unas cuantas profesiones liberales producto del emprendimiento, exitósas muchas de ellas sin necesidad de hacernos a todos falsos autónomos.

En esta línea de engaños está el reenclasamiento de los trabajadores en clase media: Todos clase media. Al igual que la culpa del pobre por serlo, ser clase trabajadora, hacen ver que no está bien, es la clase culpable también, que pijada, si todos: Emprendedores, autónomos y trabajadores por cuenta ajena, vendemos la fuerza de trabajo, además esa clase se mama (hereda) en gran parte y el resto lo compone el lugar de residencia y la cultura. ¿Para qué la "desclasación"? para eliminar la sindicación, pilar del bienestar trabajador, que se debilita cada vez más por la falta de cultura sindical y la creencia de esas estupideces capitalista de clase media, emprendeduría y mamandurrias varias.

El argumento sindical básico habría de ser: "100 años con la jormada de 8 horas" ¡Ya está bien! queremos disfrutar del único bien propio: EL TIEMPO. Es incomprensible que con los adelantos tecnológcios y por ende, incremento de la productividad, se precise en mismo tiempo para ganar lo mismo, el excedente es muchísimo más y ni aún así les basta.

 No es fácil ser sindicalista, que es el negociador de la parte débil siempre, pero nunca observé (ahora que, por la redes puede publicitarse cualquier cosa, digo, nunca vi nada similar a esto que publiqué en 2007) y que ahora titularía: Los trabajadores no somos Recursos Humanos, somo Humanos con Recursos.

En fin el desastre en la laboralidad mundial, es producto del capitalismo y las alternativas a medio y largo plazo (esto a corto plazo es imposible y a medio lo dudo) son a través de la transformadora educación, con las formas de cooperativismo y economía del bien común, en cualquiera de las economías descartadas por el gran capital 

¡Salud!

jueves, 11 de marzo de 2021

El estado del Estado, a favor, en contra o más allá.

 “Se trata de la construcción de escándalos por nimiedades, de la amenaza financiera constante, de la judicialización de la política, del acoso mediático sistemático a los cargos públicos, del uso de la violencia paramilitar o de extrema derecha, del dominio de las fake news o de la capacidad de dejar contratos blindados que reducen la capacidad de gasto, entre otras muchas” (Estados en disputa Pág. 338. JC Monedero)

Voy a hablar del estado del Estado español desde la muerte de Franco, porque como es algo en movimiento, hay que acotarlo. El Estado es la organización político social de parte de la península ibérica, que ahora habría que ampliar al cielo, el mar y los intangibles de internet. Es el entramado organizativo de unos 40 millones de hispano hablantes más los migrantes de varios países, turistas, etc.. En el párrafo primero están el resultado de los ámbitos no evidentes de la Administración, quizás de ese consejo de administración de las élites dirigentes (Marx) y así tenemos los tres pilares del estado.

El Estado visible, evidente, es el que deja esa huella, estela, resíduos que hacen que se complique todo, se mezcle y vaya más allá de aquel consejo de administración, para integrar sino a toda la sociedad a parte de ella el estado plural liberal. Y como creen que es el Estado desde el punto de vista socialdemócrata: ese ente abierto para cambiar la sociedad, el capitalismo en fin, incierta afirmación.

La idea hegemónica de Estado ampliado, es producto de la huella que dejó el franquismo en el Estado, y el resultado la NO transición, que no sé porqué muchos llaman ejemplar a algo que no hubo, pues en ese período transicional, que yo llamo NO transicional, tenemos ejemplos clarísimos descritos en el primer párrafo. Aún 40 años depués el poder judicial, la policía y el ejercito están llenos de franquistas que lo proclaman orgullosos, de ahí que afirme que no hubo transición, sino un amarre de la oligarquía a sus poderes de forma menos notoria.

Las mentirosas agencias económicas, fueron utilizadas para justificar la inyección a la banca privada en la crisis de 2008. Se va a utilizar estamentos supranacionales para la devolución, a mi modo de ver irracional, de la deuda en los créditos covid, pues esto es como si un padre cobrase a los hijos alquiler por el uso de la vivienda familiar.

La huella en la educación del franquismo, el yerro del PSOE con la educación concertada no acercaron la educación al pueblo, se siguió educando trabajadores sumisos, no personas cultivadas. Este es un ejemplo de la concepción socialdemócrata, pensando que con una vuelta de volante ya se cambia desde el Gobierno el Estado y no es así. También es verdad que la Seguridad Social franquista, que ahora los noeliberales quieren privatizar, fue una huella beneficiosa para la población (debió ser la única) Las privatizaciones madrileñas del PP son un ejemplo de lo dicho y el covid espero que nos salvará de esta tropelía.

El franquismo dejo esa huella, producto de la selectividad que se hizo durante la NO transición, se avanzó en algunos ámbitos, pero no en lo fundamental, a la judicatura, al ejercito y la policía no se democratiza el acceso, porque no se democratiza el alto funcionariado.

Se ve que cada avance en el país viene determinado por los movimientos sociales amplios, que presionan al Estado, incluso el ampliado, para el cambio. El hecho de que Podemos esté en el Gobierno, que fue resultado del 15 M, ayudará a los cambios necesarios desde el aparato del Gobierno, pero necesita el apoyo de la calle, más 15 M, para llevar a cabo los cambios precisos.

sábado, 27 de febrero de 2021

El veto del PP / Otra vía es posible

 El veto del PP a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) debe tener que ver con la enraizada corrupción del partido.

Es un hecho que la derecha de este país prefiere acudir con ventaja a la política, véase sino el dopaje en las elecciones de los últimos años, esto debe provenir de sus ancestros, que antes no necesitaba vetos porque no existía oposición.

No se entiende, que un partido que se dice demócrata, no quiera un poder judicial independiente. Y, en todo caso, no puede admitirse democráticamente el veto a dos jueces porque los haya propuesto un partido de opuesta ideología; hay que fundamentarlo y no vale argumentar la ideología, pues todos sabemos la del Presidente del Consejo y la de la mayoría de sus miembros.

Hay que tener muy en cuenta en esa, deseada democráticamente, independencia, el hecho de que Podemos haya sido denunciado judicialmente 15 veces y ha sido absuelto las 15. Muestra, este hecho, el fracaso de la persecución (digo: persecución porque en 15 de 15 no hay coincidencia, ni error, sino intención) y esto, bajo el punto de vista derechista y oligarca, implica, erróneamente, la necesidad de controlar aún más las instituciones mencionadas ¿Será que el dopaje es adictivo? Porque la cuestión estriba en el planteamiento inicial, es decir, las denuncias no son ciertas, de ahí que no puedan prosperar y éste hecho también les delata y califica.

Ni merece la pena mencionar, por obvio, los juicios pendientes del "ejemplar" partido de la oposición, dada su actitud en el pasado y de todos conocida.

Ante este veto no se puede comprender que, el PSOE y su Secretario General, no opten por otra vía para desatascar esta antidemocrática situación. Hay que iniciar una nueva vía, ya.

jueves, 18 de febrero de 2021

Miedo y comodidad

 El miedo, la atemorización social, vende alarmas y seguros de salud y el marketing aprovecha todo esto. La comodidad fomenta, junto al miedo al covid, el crecimiento y la penetración en el mercado de Amazon y ambos, miedo y comodidad son la punta del iceberg de nuestra evolución social.

Digo esto porque la supremacia comercial de Amazon conlleva a un cambio económico y social que estamos probando y parece que nos llevará a la precariedad, como buen representante del elemento oligarca y neoliberal que es ¿El marketing del miedo llevará el mismo rumbo?

Hace tiempo en una reunión me dijeron que educar para que el consumo tuviera un propósito era el chocolate del loro y no sé, no sé, pero creo que nos vamos a tener que agarrar al chocolate del loro.

miércoles, 17 de febrero de 2021

Los innecesarios "palmeros"

Los innecesarios aplausos de los diputados comparsas o simplemente "palmeros", en las sesiones parlamentarias, son eso, además de innecesarios, molestos, muy molestos y a veces ofensivos.

El problema está en que cuando apoyan un discurso falso, irritante, ramplón por insultante y burdo como él solo, terminan dando una imagen tal del Parlamento de la que no puede estar orgulloso nadie con un mínimo de sentido común, sea del partido que sea.

Porque últimamente y que yo vea, no se aplaude el ingenio ni la excelencia en la exposición discursiva, ni nada aplaudible realmente, quizás porque no existe.

Solo, cual si fuera una burda y sancionable jugada defensiva en un partido de fútbol que desbarata una bonita jugada del contrario y que tampoco mereciera el aplauso del verdadero aficionado. Es decir, al igual que el comportamiento del hincha lo es el de los diputados "palmeros"

En este asunto no se si apelar a los "palmeros" o al actor del parlamento, quizás a ambos, porque estamos confirmando una "marca parlamentaria nacional" desastrosa. La solución será apelar a los partidos que al final son el órgano que coloca a los actores parlamentarios.

En fin, salven esta mala imagen del órgano legislativo y, por favor, que no se contagie el producto por los actores.

Salud,

 

domingo, 14 de febrero de 2021

Normalidad democrática

 Normalidad es la cualidad o condición de normal, es decir, que se halla en su estado natural.

Democracia, es un sistema político en el que la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente o por medio de representantes.

La Normalidad Democrática será el estado natural del sistema político en el que la soberanía reside en el pueblo.

Se afirma por parte del Gobierno de España y muchas otras personas residentes en esta nación, que nuestra actual democrácia es NORMAL, sin tener en cuenta que:

  1. Modificaron el artículo 135 de la Constitución con nocturnidad, premeditación y alevosía para satisfacer intereses de una deuda financiera, torticeramente creada. No se defienden con la misma diligencia y pasión, los derechos constitucionales sobre la vivienda (art. 47) y el trabajo (art. 35) Con una ley laboral injustísima y defensora de los intereses patronales, en contra de los trabajadores, a quienes perjudica por irracional explotación. Además: “La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad” es decir, puede robar impunemente y parece que lo ha hecho. Todo esto, aún relacionado con la Ley Fundamental ¿es normal?
  2. Que el poder judicial tiene, desde hace 2 años, el mandato caducado y siguen haciendo nombramientos, por culpa de … Aún sabiendo que las leyes precisan adaptarse a la evolución social, no se hace, entre otras cosas, por tener un sistema judicial precario económicamente, que produce grandes aplazamientos temporales, no adaptado tampoco a dicha evolución ¿A quién interesará estas trabas? Esto no es normal.
  3. Descarado amarillismo en los medios de comunicación. Injusta persecución por ideales políticos y de expresión (Presos políticos y artístas perseguidos) anormalidad de todos conocidas, sobre todo en Europa.
  4. Más de 100.000 cadáveres en las cunetas de la nación asesinadas, no víctimas de guerra. La mera existencia del Valle de los Caídos. Que la familia de Franco y sus allegados disfrutasen los bienes expropiados a republicanos de izquierda y derecha y, ojo, que haya que indemnizarles por el mantenimiento del bien, aún siendo okupas. Que se condecore a torturadores. En fin, en este apartado la normalidad brilla por su ausencia, compárese con otros países que sufieron dictaduras fascistas.
  5. Que se acuda impunemente “dopados” a unas elecciones más de 20 años y ello, a causa de una enraizada corrupción en algunos partidos. Se expidan títulos académicos irracional, injusta y gratuitamente. No se libra ni la universidad. Las anormalidad lo arrasa todo y aún se defiende ¡increible!
  6. Ciertos militares deseando fusilar el 40 % de la población ¡por dios!, con esta relación, ya no se puede seguir sin que dañe. No entiendo como se puede defender todo esto como NORMALIDAD ¡Por favor!

viernes, 5 de febrero de 2021

Gestores y Políticos

 

La opción, no es gestores o políticos, sino políticos y gestores

Política pública son todas las acciones del gobierno. Es decir, todo lo que decide o no, legisla o deja de legislar. Gestión pública, es la que implementa la acción política, quien la ejecuta, en fin, la lleva a cabo.

Es un error afirmar que se necesitan más gestores y menos políticos. Se necesitan ambos, lo que
realmente se precisa es que cada uno haga bien lo que le corresponde.

Los políticos, como los sindicalistas son imprescindibles, como lo son los gestores y la patronal, todos cumplen una función social sin la cual, la sociedad se quedaría coja y esa cojera genera problemas a medio y largo plazo.

Bien es verdad que son términos similares, pero contienen procesos diferentes. Se puede afirmar que no hay política sin gestión, ni gestión sin política.

En resumen, el político decide que hacer y el gestor es quien lo ejecuta. Si políticamente se deciden cosas acertadas y adecuadas a las necesidades de la sociedad y la gestión las ejecuta de forma conveniente, pues tenemos un buen gobierno. Por contra, cuando bien la política o la gestión no son las adecuadas fallan ambas.

El político debe ser el estratega, quien define la ruta y el objetivo, define qué hacer y analiza y negocia para conseguir ese fin. El Gestor, acciona, opera, utiliza y administra los recursos para seguir la ruta y llegar al objetivo y para ello necesita conocer y aplicar adecuadamente los recursos de que dispone.

Es más, hasta llego a determinar de dónde procede la corrupción, pues de la inseparable política y la gestión, las dos deben estar de acuerdo, tanto para tener éxito como no, tanto para corromper como no.

Son, en fin, amores distintos y complementarios.