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domingo, 7 de enero de 2024

¿Es hora de quitar el límite a los bonus de los banqueros?

 El artículo de igual título en El Comercio del domingo día 7 de enero del recién estrenado año 2024, viene a decirnos que en honor a la libertad de empresa, similar a la de mercado. NO, no se debe poner límite a esta tropelía.

No, porque atenta contra el neoliberal principio citado. Lo que es la economía en sí, no importa tanto, lo importante es la libertad de empresa, donde nadie debe intervenir. La inmaculada libertad de empresa.

Los directivos de la banca, siempre y cuando aumenten convenientemente los dividendos de las acciones del mismo, van a ganar lo que le de la gana al consejo de administración del mismo. Sin límite alguno, claro está.

Cierto es que la profesora explica la rotunda negación inicial y comienza a razonar como tal, al analizar que la digitalización bancaria solo produce beneficios a la propia entidad, que cierra oficinas y despide empleados para rebajar costes y hace que los clientes hagan su trabajo y además les cobra por ello, abandonando a los analfabetos digitales, gente mayor o poco preparada para esta novedad digital, sin importarles un pijo. Lo primero el beneficio empresarial y luego las personas.

Esto no es economía, es crematística ¡coño! Al menos no nos engañen con la puta denominación torticeramente utilizada.  Esa actitud empresarial no entra en los límites de la economía, sino como digo, de la crematística pura y dura.

Esa banca que defiende la señora Botín y critica la profesora no es sostenible, es más con tal calificativo desvirtuaríamos el significado de sostenible.

Además, si existe un SMI: Salario Mínimo Interprofesional, porqué no ha de existir el SMxI: Salario Máximo Interprofesional.

El sistema financiero, debería estar al servicio de la empresa, pero nunca siendo un negocio en si mismo, si no para apoyar el desarrollo empresarial, cooperativista o de cualquier otra forma jurídica de la entidad, que produzca bienes o servicios para la sociedad donde la empresa pública o privada radique y no para la pura obtención de beneficio empresarial.

En España además, agravada la cuestión porque no existe banca pública, donde acudir ordenadamente por financiación precisa para ciertos sectores, sin pasar por el escarnio económico que produce hacerlo a través de la banca privada, porque tienen un oligopolio que debería ser un servicio público y se aprovechan de esa facultad regalada, de forma abusiva.

Esta aberración conceptual, aceptada por todo el mundo económico, es lo mismo de  absurda y malvada que concebir el dinero como un fin. Cuando es un medio de pago, de intercambio, eficaz, pero un simple medio, no un fin. Economía.

domingo, 12 de noviembre de 2023

¡Eh! nos están engañando ¡coño!

Los que acudís a las convocatorias del PP para manifestaros en contra de la amnistía que está por llegar, metéis la pata, os están engañando, al PP la amnistía no le importa nada, le importa lo que a la mayoría del pueblo español, nada de nada. Lo único que le importa realmente al PP es gobernar. ¡Ven! de eso critican a Sánchez, de su propio defecto. Son especialistas en darle la vuelta a su defecto y cargárselo a la contraparte.

El pueblo estamos más preocupados por los ámbitos donde clavan sus dientes las energéticas, los bancos y las grandes empresas de distribución alimentaria. Fíjense que son todos oligopolios, creados bajo la falsa "libertad del mercado". Esa libertad que nos traería, gracias a la competencia entre las empresas, el precio ideal. Pues no, lo que nos traen es oligopolios e inflación.

Pero no se sienta disgustado ni engañado, esa patraña, la llevan vendiendo en todas las escuelas de Económicas desde hace más de 50 años y los licenciados tragando la patraña sin rechistar.

Los no licenciados nos la comemos edulcorada con lo publicado por los pesebreros medios de comunicación, al servicio de dicha oligarquía, medios equivalentes a los profesores que imparten la materia económica en las mencionadas escuelas.

Medios que elogian las políticas de los partidos de derechas que las suscriben sin rechistar. Lo que es lógico hasta cierto punto, dado que cuando defiendes los intereses de unas familias adineradas no puedes hacer realmente política: "el arte de hacer feliz al pueblo". Ellos hacen una denodada defensa de intereses privados a costa de los intereses del resto de la población, muy difícil de justiciar, claro.

En otro orden de asuntos, el gobierno en funciones y posible gobierno futuro, no atiende y por ello no aplica la cuantía presupuestaria suficiente ni de forma eficiente, a nuestro sistema Sanitario Público, también nos engañan.

De ahí que quien tiene medios se va a la sanidad privada, que tiene nicho de mercado por la mencionada desatención de la pública, para no soportar las insoportables listas de espera, que se fomentan desde la función pública, con aquel mencionado y malvado fin, apoyadas por una clase médica egoísta que trabaja a dos bandas, en la pública y en la privada, para enriquecerse a costa del resto, casi como los oligopolios antes mencionados.

Esa clase médica acomodada y de derechas de toda la vida y no me refiero al médico de familia que trabaja atendiendo 70 pacientes diarios de 8 a 3, salvo que tenga clínica privada por la tarde y la recomiende desde su puesto, que es lo que hace la mayoría de los anteriormente mencionados.

Bueno, hoy ya voy a dormir mejor después de echar fuera esta ...

sábado, 4 de noviembre de 2023

La tergiversación de la Economía, nunca fue ni será la solución

 Qué consejos proporcionan los economistas a la población en relación al paro, la inflación y la precariedad laboral. Me refiero a consejos para los ciudadanos.

Para el pueblo en general lo ideal es tener una vida tranquila, sana, y feliz en la medida de lo posible y para esto solo se precisa, un salario digno, o sea, que llegue para atender las necesidades básicas personales y unas pocas más sociales y una Administración Pública fuerte que facilite una buena Sanidad, una laica Enseñanza y una Vivienda digna.

Bueno, pues ni eso permiten "los mercados", de los que hablan los que dirigen el cotarro, donde dicho cotarro se convierte en un invento de cuatro magnates (más bien mangantes) para controlar al pueblo en beneficio propio. A esto se le llama sistema económico: Capitalismo, del que llevan diciendo que a él no hay alternativa y no es que no la haya, sino que no les interesa a ellos, a los del cotarro, que la haya, pero haberla "hayla", quede muy clarito.

Claro que la hay y buena para el resto de ciudadanos de a pié, pero a esa minoría oligarca y poderosa no le interesa, lógicamente. La alternativa se llama Economía del Bien Común, que simplemente es la aplicación de la auténtica economía: la administración de la casa, del "grupo humano" que la quiera aplicar. Y ese "grupo humano" puede ser un pueblo, un municipio o varios, una comunidad autónoma o un país. 

Los "economistos": economistas muy listos, creen que los consejos razonables para combatir las maldades del mercado, es que nos sometamos a sus reglas. Y la única solución propuesta es que se bajen impuestos para que de las migajas de las grandes empresas comamos todos, pero ya sabemos, porque lo hemos comprobado, que eso no es posible. 

Los ajustes monetarios aumentando los tipos de interés para la lucha contra la inflación, saben que solo beneficia a la banca y a los poderosos grupos financieros en contra de las medianas y pequeñas empresas y trabajadores, claro está con el apoyo del FMI y el Banco Central Europeo y con la aquiescencia del Banco Central Español. Al que por cierto, si usted reclama un inapropiado pago de intereses por su inversión en la banca privada o el exceso de gastos de administración de su cuenta, no le atenderá aún siendo una institución estatal. Una pura vergüenza. Pero esto es España, la de la banderita en la muñeca y el dinero en la guarida fiscal. 

La  España de la corrupción, paradigma de la política los partidos mayoritarios: PP y PSOE y hasta la Monarquía.

Así es que admirado contribuyente, váyase usted por la tangente, es decir, vote partidos radicales, pero que no atenten contra sus intereses naturales. Vox nunca será la solución, porque fue probada hace años con una dictadura del copón, que trajo más muertes que beneficios y mangantes, más que magnates en el estatal frontispicio, que ahora soportamos como demócratas y cristianos de toda la vida.

Como le decía ciudadano, vote y luche por el cambio, por la innovación real, no admita continuidad, porque con la casta política que tenemos, nunca llegarás a ver ni un pequeño viso de lo que la libertad te pueda dar.

La democracia es un régimen político muy frágil, que convida al acomodo y ese es el fin, que junto con la desidia nos arrastre a la dictadura, que llega a través de la maleza que propaga el interés de algunos, que su egoísmo les lleva a mercar sin red, sin sentido y sin ética y con poca  sensatez.

Pues mira bien tu andadura y camina sin correr, que te puede suceder, que corriendo te confundas y llegue la marabunta y te fascine el dinero, ese que solo es papel, es un medio, no es un fin y ahí está la raíz, de toda la confusión.

La gran tergiversación del sistema económico que nos somete a la ley del mercado, la ley del más fuerte, en lugar de la ley social y razonable de la colaboración social, la dignidad humana, la solidaridad y la justicia, la sostenibilidad medioambiental y la transparencia y participación democrática.

lunes, 1 de mayo de 2023

Impresentables conservadores, que sólo conservan el "inculcado miedo"

 El miedo


Cierto es que el miedo nos limita, nos domina y, aplicado en cierta medida, puede llegar a matarnos.

Y eso lo saben bien los que tienen el poder de meter miedo, pero también existen quienes no tienen ese miedo esperado o calculado por las élites dominantes.

O sea, pregúntome yo: ¿Es el miedo el que manda? No, no, no, los que mandan lo hacen utilizando el miedo.

Los recogemigas de los atemorizadores

Luego tenemos a los esbirros de los atemorizadores: los recogemigas que venden a sus compañeros para, en unos casos sobrevivir mejor, o envidiosamente, para ser un poco más que el vecino, que de todo habrá. (El último contra el penúltimo)

Así amedrentados, nos llevan a habitar una selva humana irracional, absurda por competitiva, cuando además esa competición lo es entre el último y el penúltimo, para que las élites sigan con la implementación de su plan del miedo.

Miedo a morir, por tanto a vivir, miedo al cambio, a lo desconocido, a la gente diferente, a otro sistema económico, aunque fuera mejor. En fin, miedo a todo posible cambio. Ahí radica el quid de la cuestión.

Ven que la implementación del miedo nos vuelve conservadores, cada vez más conservadores. Claro, claro, ser conservador es ser temeroso, tener miedo al cambio sobre todo.

Los conservadores

Una vez aplicado cierto miedo durante el tiempo adecuado, tenemos conservadores, que no tienen qué conservar, sólo tienen "su inculcado miedo" que conservan.

Las formas y fórmulas de inocular el miedo son varias, simultáneas, caras y difíciles de aplicar, vienen a través de la educación y sus educadores, las religiones y sus religiosos, la economía y sus "economistos" y los medios de comunicación o de intoxicación más específicamente.

Por la dificultad que entraña en su implementación el miedo lo implementan las élites económicas, que son los que tienen el poder de que nada cambie en contra de sus intereses particulares. Y también tienen el poder de revertirlo los gobiernos de los países demócratas.

¿Y de verdad creen que este burdo y sencillo montaje, aunque caro y amplio, no es desmontable?

Las instituciones

Esas élites oligarcas se apoyan y apoyarán en las leyes de cada país para implementar su miedo, por tanto, su política, es decir, la política económica que defienda sus intereses.

Si no, cómo se iba a implantar un "mercado libre", que las supranacionales pasen por encima de las normas de las distintas naciones; pues a través de las instituciones sociales, esas que en los países demócratas elegimos cada cierto tiempo.

Pero … los ricos también lloran

El miedo también existe en la oligarquía (los ricos también lloran) temen a la auténtica democracia, temieron mucho y lo demostraron profundamente por la intensidad de los ataques y la prolongada duración de ellos, al 15 M (un grupo de perroflautas, muy temidos. Aquí los atemorizadores, son los que no tienen miedo de los oligarcas)

Párense a pensar que los neoliberales, los de la libertad de mercado o "libertad de tomar cañas", como simplifican algunos, son promotores de la ultraderecha más fascista, de la judicatura más dictatorial, que encarcelan por la libre expresión a un cantante o titiritero y condonan violaciones y agresiones policiales infundadas e injustificadas o simplemente permiten las cloacas policiales.

Todas estas son muestras del temor que producen la auténtica democracia y los movimientos sociales solidarios. Por eso es tan importante que cuando alguien llega a gobernar fomente la educación, la cultura, los valores como la dignidad humana, la solidaridad, la sostenibilidad medioambiental y la transparencia y participación democrática.

Relato negro 

Ahora viene la parte negra del relato, de este burdo teatro: 

Esa banda de impresentables que haciendo gala de su ignorancia, vienen a decirnos ex cátedra, que es imposible revertir ni cambiar el sistema en que vivimos, pero sin explicar porqué, solo es que son muy poderosos y no podremos o porque siempre ha sido así.

 Seguro que porque no confían en el vecino solo compiten con él y le temen, sin enterarse que esa actitud aprendida (ya imaginan por quienes enseñada) es reversible, se puede educar a la contra, igual que se aprendió, para desaprenderla. Aunque quizás les guste ser conservadores, porque se sienten por encima de la mayoría (otra vez la envidia)

Piensen una vez más, por qué la oligarquía quiere desmantelar la enseñanza y la sanidad públicas, por qué nos quieren competitivos en lugar de solidarios.

Fíjese que siendo solidarios podremos controlar que consumimos, esa posibilidad atemorizaría a la oligarquía, pero ¿por qué no se implementa? por ese cultural miedo inoculado durante años y que hay que revertir, porque "SI SE PUEDE"

Los propios autores del "Sí se puede" son temidos por la oligarquía, de ahí las más de 40 denuncias tramitadas a través de determinados jueces y que, así todo, fueron desestimadas, pero haciendo un daño político irreparable, que los mencionados impresentables se niegan a reconocer, no sólo el daño, sino la acertada actitud y aptitud política de Podemos.

Tenemos al enemigo en casa, la exhibida incultura del orgulloso inculto: cuando el último se pelea con el penúltimo, debido a la envidia, a la malentendida competitividad que debería ser solidaridad, a la auténtica democracia que creen imposible y a otras lacras grabadas desde hace tiempo y que son fácilmente borrables, reversibles y/o reformables, sólo unos años, buenos enseñantes y profesionales medios de comunicación.

lunes, 16 de noviembre de 2020

Cuestiones constantes y vitales

¿ Es mejor competir o colaborar?

La historia nos demuestra que los humanos somos seres eminentemente sociales, que precisamos vivir en sociedad, para vivir mejor, con mayor calidad de vida.

Si competimos, por definición de competición, luchamos y también nos comparamos uno contra todos y por ende, todos contra todos. Luchamos porque tenemos todos el mismo objetivo, ganar, ser el número uno, el mejor, tener más que todos los que nos rodean y esto no se puede hacer ni negociando ni colaborando, solamente compitiendo, porque nuestro objetivo es uno solo, único. La patraña de competir con uno mismo: La propia definición de la RAE, sobre la competición, dice:"Dicho de dos o  más personas ..." ¿Cómo competir con uno mismo por un determinado y único también objetivo? Imposible. A lo que se refieren quienes dicen que competir es un proceso de mejorar personalmente, confunden competir con entrenar que no tienen nada que ver. Pero a alguien interesará que la competición se confunda con el entrenamiento.

¿Cómo obtener una sociedad mejor compitiendo? Si todos vamos camino de obtener ese único objetivo, por la propia definición llegará uno, llegaremos al monopolio empresarial o al único líder ¿Y el resto? Tenga en cuenta que, como decía Airton Sena, el segundo es el primero de todos los perdedores. Todos perdedores menos uno. Imposible mejorar una sociedad compitiendo.

Bien pues esta milonga nos la llevan contando muchos años y hay gente que se la ha creído a pie juntillas.

La única forma de que una sociedad progrese es colaborando, cooperando, es decir, siendo una sociedad cooperativa, colaborativa y solidaria. Competir nos divide, nos aisla y por tanto, nos hace más débiles, se mire por donde se mire. Aunque quizás sea este el objetivo de quienes predican esta mentira.

¿Es mejor la gestión privada o pública?

La gestión depende de los componentes de la entidad o empresa a gestionar, depende de los medios materiales y de los medios humanos, porque estamos suponiendo para analizar la gestión, que el ente está en el mismo lugar, tiempo y condiciones externas.

Las variables por tanto serán la cantidad y calidad de los medios materiales y la cantidad y calidad del personal. ¿Qué tipo de gestión conseguirá los mejores materiales y personal? Esa gestión será la mejor.

A favor de la privada está la propaganda porque hay más entes de gestión privada que pública y mucho interés privado en que así sea. Además puede decirse que la calidad y cantidad de materiales se verá perjudicada por el beneficio empresarial, sin el que la gestión privada no funciona. Pero el personal es obligado a trabajar más, porque el despido obliga a mayor atención, dedicación,  si bien produce más estrés. En la pública pueden dedicarse más medios en la adquisición y uso del material y la contratación de personal porque no hay que detraer beneficio alguno, se puede invertir o gastar el total de la diferencia de ingresos y gastos. Está la diferencia en el trato o la atención del personal que habrá que analizar si esto hace una mejor o peor gestión, según los casos. Tener la diferencia del beneficio empresarial para dedicar al personal o la amenaza del despido, es lo que hay que valorar en cada caso.

¿La libertad puede ser individual o es colectiva?

Libertad es la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos. ¿Dónde está la responsabilidad si la libertad fuese individual? La libertad es colectiva, se da cuando se vive en sociedad, si no no existe. Y la libertad, está auto limitada por la responsabilidad, si este límite se rompe caemos en el libertinaje, en el desenfreno de obras y/o palabras. Existe la liberad del individuo, que termina responsablemente, donde empieza la del de al lado, implicando ello colectividad en la libertad.

¿El mercado debe ser libre o intervenido?

Todos pensamos que una economía intervenida es sintoma de comunismo que se define como: "Doctrina económica, política y social que defiende una organización social en la que no existe la propiedad privada ni la diferencia de clases, y en la que los medios de producción estarían en manos del Estado, que distribuiría los bienes de manera equitativa y según las necesidades"

¿Qué hay de malo en esta definición, si no la afecta perversión alguna?

Por otra parte, ¿que hay de malo en que en un mercado libre, donde las empresas acudan sin presión alguna y la ley de la oferta y la demanda impongan su razón? Aquí, sin perversión alguna, la competitividad antes mencionada y criticada, nos lleva a que la empresa más fuerte absorverá o hará quebrar a las más débiles, con lo que con el tiempo se tiende a un oligopolio primero y al triunfante monopolio finalmente y entonces, ¿dónde queda esa bondad de la libertad del mercado?

En cuanto al intervencionismo radical es fácil, como ya sucedió históricamente, que factores perversos inutilicen el sistema y sería, por tanto, conveniente tener un control en ambos sistemas ¿Cuál?

Un control democrático, un control votado por la sociedad, donde se compense cualquiera de las perversiones que atenten contra la ética mercantil y esta atente contra la social. Hay alguna teoría, yo mencionaré la que más me gustó: La Economía del Bien Común (EBC)

A todo esto puede usted manifestar lo que desee. Se agradecería mucho. (Más abajo hay lugar para ello)

miércoles, 25 de marzo de 2015

Libertad de mercado, una falacia

Por qué una parte de la población se empeña en decir que la libertad del mercado es libertad, sin más. No es cierto, porque: ¿Que libertar tiene aquel que, por la circunstancia que sea, no tiene ni un euro? Simplemente no puede acceder al mercado y ¿dónde está su libertad?

El mercado regulado sería otra historia, y de esta forma funcionó y funciona en los países realmente democráticos, que antes llamábamos bárbaros y ahora solo admirados países nórdicos.

El mercado no puede ser libre porque la libertad es el globo que está sujeto a la tierra por la responsabilidad y la ética, en forma de cuerda, pero, cuando ésta cuerda se rompe el globo vaga sin control, con su libertad perdida y al mercado le pasa lo que al globo, que los defectos humanos: la avaricia, la codicia, el egoísmo y la envidia hacen que la cuerda (responsabilidad y ética) se rompa, por no tener control y el mercado se desmande, que es lo que nos está pasando. Dando lugar a estafas legales, atrocidades económicas permitidas y a una extrema desigualdad social.

La responsabilidad y la ética que deben regular el mercado, es lo que los neoliberales se pasan por "el arco de triunfo", con el único fin de mantener su principal dogma: "La empresa debe perseguir el máximo beneficio" y para ello ponen toda clase de mentiras y utopías en juego, como que la competitividad ha de aumentar la producción y por ende el consumo de manera "ilimitada" en esta nuestra tierra, que es finita.

La libertad convertida en libertinaje es lo que quiere la oligarquía que nos traguemos como concepto de libertad, en base a la competitividad que se manifiesta en una absoluta insolidaridad. Utópico y falso a todas luces, pero desde hace 30 años funciona esta patraña, amparada por un enorme arsenal de medios de comunicación y deseducación a raudales. Ahí está el quid de la cuestión.

El neoliberalismo, necesita crear pobres para crecer, porque se basa en el desigual reparto de la riqueza por todos creada; por ende, necesita gran parte de la población pobre, para que una pequeña parte sea rica. Políticas que descarada pero enmascaradamente practica la ráncia derecha nacional y autonómica y de ahí que haya personas de clases media y baja que les voten. Por qué, pues por los principios que aplican: Ignorancia producto de la deseducación y adoctrinamiento a base de controlar los medios de comunicación. Es decir, generan pueblos incultos y por ello fácilmente manejables ideológicamente, además de ocupados en ganarse con gran esfuerzo su precaria situación de proletarios y amansados por el actual opio del pueblo, el fútbol, más bien, la estúpida forma de entender el fútbol.