Hemos de entender de una puñetera vez, que esa minoritaria oligarquía cada vez más rica hará, bien con el sistema financiero, bien con las fuentes energéticas, bien con los alimentos y con la imprescindible educación lo que sea, para que estemos a su disposición, a sus órdenes, seguramente a través de los impresentables políticos que elegimos inopinadamente o con engaño, o por los medios que sean, solo hay que leer Y ENTENDER las noticias.
No podremos luchar contra ella, sino con educación de verdad y con una información también de verdad: Necesitamos educadores y periodistas independientes, del pueblo, de verdad.
Si no pereceremos en esta gran tormenta, tan bien planeada por los oligarcas y sus numerosos esbirros, que comenzó hace 30 años más o menos, con la Thatcher y con Reagan a causa probablemente de la distensión que creó la caída del telón de acero.
Ahora llamadme profeta, please.
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