Cierta Política y los espeques
La política, debería ser "el arte de hacer feliz al pueblo", pero una parte de los políticos solo defienden intereses privados, casi siempre de oligarcas, de poderosos, de los que les devuelven los favores con las migajas que les sobran. De ahí que a muchos se les conozca como "recogemigas" Sí, sí, cierto que las migas de unos son más que los sueldos anuales de muchos, cierto. Pero también debería existir la ética política o simplemente la honradez.
No creo que nadie (en su sano juicio) vote a otro para que defienda los intereses del rico del pueblo, si no eres uno de ellos, claro.
De otro lado está quienes intentan hacer política de verdad, la de "el arte de hacer feliz al pueblo" y se encuentran con las trabas de los conservadores, que son aquellos que creyéndose por encima de la mayoría, no quieren cambios de nada, porque todo está bien (para ellos) Estos que son, además de los oligarcas, sus esbirros, los encargados de poner los espeques en las ruedas de la democracia. Así los que se dedican a la política de verdad, tienen tantos espeques que eliminar que pierden efectividad. No saben el daño que hacen los que apoyando el conservadurismo, no saben que lo hacen y son muchos y muy ... "d'aquella manera" poniendo espeques.
Algunos empresarios o "embalsadores"
La empresa aún es el reducto donde la democracia no entra, porque es un lugar privado, en el que manda el empresario (en él radica la cuestión) y muchos no son demócratas, les gusta más, en su ámbito, la autarquía, la monarquía y la "gente de bien"
Además se autodenominan creadores de riqueza, cuando solo colaboran en su creación y algo menos que los trabajadores, ellos básicamente son los embalsadores de riqueza, la embalsan porque la mayoría de las veces ni la aplican al consumo ni a la inversión.
¿Justicia, Policía?
Tenemos, por desgracia, una judicatura de lo más dependiente, tanto es así que algunos y muy importantes cargos de ella hacen activismo político, como hemos comprobado en órganos tan importantes como el Consejo General del Poder Judicial, órgano de gobierno de los jueces y el Tribunal Constitucional. Además abundan ciertas admisiones de demandas, que finalmente no llegan a nada y éstas, solo en el ámbito puramente político (donde hacen más daño), creo que pasan de 40 en pocos años y todas contra partidos o personas de izquierdas. Una vergüenza, desde luego.
Por otra parte hay sobreseimientos y prescripciones injustificables razonablemente, mucho menos democráticamente.
Un poder tan transcendental y dependiente erosiona enormemente la democracia, haciendo que esta no sea tal, porque igualmente que en la política permiten que se mezclen inopinadamente, junto, y para más injusticia y perversión, con las cloacas policiales de las que para qué vamos a mencionar, huelen por si solas y ese olor se eleva al resto de las instituciones que vamos desprestigiando poco a poco, con la incompetencia evidente de sus actores principales y claro, bajo su responsabilidad; nunca hasta ahora demanda.
Equivocados o erróneos objetivos
El objetivo en la producción debe ser la satisfacción de las necesidades sociales existentes, no la obtención de beneficio empresarial por encima de todo. Esto es un error grave, que no atiende a la sostenibilidad de las empresas ni del medioambiente. Igualmente es erróneo el consumismo. Hay que consumir, pero sosteniblemente, para no acabar con las materias primas que nos alimentan y nos proporcionan medios para una calidad de vida razonable. En ambos ámbitos, se precisa una educación distinta del capitalismo, que nos tiene abrasados con sus erróneos principios que unicamente sirven a una escasa oligarquía que los promueve y al resto nos perjudica enormemente.
La inflación, que nos nos deja ver el bosque del capitalismo caduco
La inflación es la disculpa, es el árbol que no nos deja ver el bosque. El bosque de fallos estructurales y sistémicos del capitalismo, que nos trajo además de la mencionada inflación; desigualdad, consecuencia de la competitividad y del individualismo que promulga; deuda privada y pública a raudales, porque es el negocio infalible de la banca; globalización, basada en eliminar costes empresariales y creando riesgos logísticos y por tanto, rupturas en los suministros y finalmente la estrella que nos llevará a todos a la mierda: cambio climático.
Como bien profetiza y titula Juan Torres López su ultimo libro "Más difícil todavía ..." y subtitula: Ésta no es una crisis cualquiera: la economía mundial puede colapsar y debemos prepararnos para ello.
Pues eso prepárese para este Vía Crucis que estamos en viernes santo. Amén
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