Los que acudís a las convocatorias del PP para manifestaros en contra de la amnistía que está por llegar, metéis la pata, os están engañando, al PP la amnistía no le importa nada, le importa lo que a la mayoría del pueblo español, nada de nada. Lo único que le importa realmente al PP es gobernar. ¡Ven! de eso critican a Sánchez, de su propio defecto. Son especialistas en darle la vuelta a su defecto y cargárselo a la contraparte.
El pueblo estamos más preocupados por los ámbitos donde clavan sus dientes las energéticas, los bancos y las grandes empresas de distribución alimentaria. Fíjense que son todos oligopolios, creados bajo la falsa "libertad del mercado". Esa libertad que nos traería, gracias a la competencia entre las empresas, el precio ideal. Pues no, lo que nos traen es oligopolios e inflación.
Pero no se sienta disgustado ni engañado, esa patraña, la llevan vendiendo en todas las escuelas de Económicas desde hace más de 50 años y los licenciados tragando la patraña sin rechistar.
Los no licenciados nos la comemos edulcorada con lo publicado por los pesebreros medios de comunicación, al servicio de dicha oligarquía, medios equivalentes a los profesores que imparten la materia económica en las mencionadas escuelas.
Medios que elogian las políticas de los partidos de derechas que las suscriben sin rechistar. Lo que es lógico hasta cierto punto, dado que cuando defiendes los intereses de unas familias adineradas no puedes hacer realmente política: "el arte de hacer feliz al pueblo". Ellos hacen una denodada defensa de intereses privados a costa de los intereses del resto de la población, muy difícil de justiciar, claro.
En otro orden de asuntos, el gobierno en funciones y posible gobierno futuro, no atiende y por ello no aplica la cuantía presupuestaria suficiente ni de forma eficiente, a nuestro sistema Sanitario Público, también nos engañan.
De ahí que quien tiene medios se va a la sanidad privada, que tiene nicho de mercado por la mencionada desatención de la pública, para no soportar las insoportables listas de espera, que se fomentan desde la función pública, con aquel mencionado y malvado fin, apoyadas por una clase médica egoísta que trabaja a dos bandas, en la pública y en la privada, para enriquecerse a costa del resto, casi como los oligopolios antes mencionados.
Esa clase médica acomodada y de derechas de toda la vida y no me refiero al médico de familia que trabaja atendiendo 70 pacientes diarios de 8 a 3, salvo que tenga clínica privada por la tarde y la recomiende desde su puesto, que es lo que hace la mayoría de los anteriormente mencionados.
Bueno, hoy ya voy a dormir mejor después de echar fuera esta ...
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