Es indudable que la paz no se consigue fabricando ni vendiendo armas, lo que se consigue así es dinero por la venta y como para venderlas hacen falta guerras y como el neoliberalismo nos enseña que lo primero es el beneficio, pues se crean y por eso y por otras razones económicas geopolíticas, hay tantas en el mundo.
Ya nos explicamos casi todos los ciudadanos de a pie quien las fomenta, promueve y ejecutan, aquellos países que las fabrican porque tienen una potente industrial alrededor y hay que vender.
La crematística siempre detrás de cada conflicto
Por otra parte cada guerra encubre siempre importantes intereses económicos geopolíticos, porque los campos de melones no es rentable bombardearlos, ni con drones.
Pues visto y sabido esto es palmaria la necesidad de diálogo para paz, única y exclusiva arma eficaz para ella.
Enviar armas o municiones o palmaditas en la espalda a los contendientes, solo produce cada vez más muertos, pero no frena en ningún caso la guerra. Eso sí, alguien se enriquecerá un poco más, si cabe.
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