Las personas que entrevistó Jordi Évole en Salvados, responden a la actual situación socio-laboral de la forma: “Esto es lo que hay“; “No tenemos futuro“; “Mi sueldo será siempre una mierda“.
Es decir, responden sin esperanza alguna, aceptan esta crítica
situación, esta explotación y opresión de forma natural, como si no
hubiera otra posibilidad. Esta actitud puede considerarse la actitud de
la mayoría de los españoles, que nadie en política intenta modificar.
Nos están dejando al albur de la política
gubernamental, política neoliberal que precisa para su realización
masas de dóciles y temerosos trabajadores. Sino como se explica que
habiendo aumentado el PIB los últimos años, éste no repercuta sobre los
trabajadores, solo en las empresas y no en las pequeñas precisamente.
Claro está que a ello contribuyen, además de TVE, RNE, la prensa escrita y parte de la digital, mareando la perdiz con sus desinformaciones, de todos conocidas (Nacionalismo de bandera en la ventana, catalanismo radical, fútbol, mucho fútbol y otras estupideces varias, para ocultar la corrupción) y hasta muchos de los, muy de moda, coach o entrenadores de la vida o para buscar trabajo, que coadyuvan a que cada persona acepte esta anormal por crítica, situación, como si fuera lo único existente, sin otra posibilidad que siendo cada uno diferente, tontería porque ya lo somos, y preparando así domesticados buscadores de empleo, dóciles y manejables por el miedo al paro.
Claro está que a ello contribuyen, además de TVE, RNE, la prensa escrita y parte de la digital, mareando la perdiz con sus desinformaciones, de todos conocidas (Nacionalismo de bandera en la ventana, catalanismo radical, fútbol, mucho fútbol y otras estupideces varias, para ocultar la corrupción) y hasta muchos de los, muy de moda, coach o entrenadores de la vida o para buscar trabajo, que coadyuvan a que cada persona acepte esta anormal por crítica, situación, como si fuera lo único existente, sin otra posibilidad que siendo cada uno diferente, tontería porque ya lo somos, y preparando así domesticados buscadores de empleo, dóciles y manejables por el miedo al paro.
Se oye muy de vez en cuando y en los medios menos importantes que lo importante es la corrupción, la libertad de expresión, la perversión del poder judicial y la destrucción de la sociedad del bienestar, cargándose para ello la imprescindible EDUCACIÓN, cada vez con menos presupuesto, para formar incultos y por ende manejables ciudadanos y la necesaria SANIDAD,
deteriorándola suficientemente para que en breve se pueda, más que
vender, regalar a manos privadas y en un cercano futuro, se cure quien
tenga suficiente dinero.
Es palmario que leído lo anterior significa que, como pueblo, los españoles somos gilipollas en activo
y yo el primero. Nos estamos dejando engañar por nuestros dirigentes
políticos y económicos, que nos quieren míseros, dóciles y maleables
para adaptarnos a su infinita codicia. Y a todo esto la izquierda ¿dónde
está?