Estamos viviendo el cambio estructural que predijeron todos los economistas no oficialistas, a los de la escuela de Sampedro me refiero. Vivimos el cambio de estructura traumáticamente, porque la oligarquía se opone a él, como no podría ser de otra manera.
El hombre que habita en sociedad, deja que a causa de la codicia el insolidario egoismo, la envida y la avarícia de unos pocos se vea privado de sus derechos fundamentales. Esto solo puede suceder con personas más que incultas malformadas y adoctrinadas desde la época de los ultra neoliberales Thatcher y Reagan que se ocuparon de vaciar la sociedad del contenido por el que se crea y destruye las barreras culturales e ideológicas que impedían aquellos defectos: generosidad, solidaridad, igualdad. Prestigiando el individualismo y el libertinaje económico, en lugar de la necesaria solidaridad social y libertad. Y además se interpreta el régimen económico imperante el capitalismo, de manera salvaje, dando como fruto el nefasto neoliberalismo económico, que sufrimos, unos cuantos sin darse cuenta de qué es.
Llega a tal asentamiento este depravado sistema que copando todos los medios de comunicación privados se hacen con los públicos para propagandear descaradamente su mentira social. Tiene arraigo ésta, debido a la escasa cultura popular y al adoctrinamiento que al pairo de la iglesia católica va imperando descaradamente.
Es desolador el panorama periodístico cada mañana. Si no lee El Plural o Público, las noticias son las mismas enfatizadas de la misma manera, es decir, como si nos las dijeran en la afamada pantalla de plasma.
Defendiendo lo indefendible: Yo publico mi declaración de renta para demostrar que no tengo dinero negro y el libro de familia para mostrar que soy fiel. Y el titulo de ingeniero para mostrar que soy buena persona ¡Hay que ser gilipollas!
Que todavía en este país alguien tenga dudas de la actitud y aptitud del PP es ... de tontos, claro está.
Vote a quien quiera lo único que está claro es quién está destrozando el país y por qué. Si usted aún no lo ve, ya no tiene remedio, está políticamente lobotomizado.