Esta maldita y malvada sociedad o estúpida sin más, dirigida por personas a las que no les duele mentir, el aumento del paro, desahucios, suicidios, ni la indigencia ni la mal nutrición infantil, permiten y defienden con uñas y dientes la corrupción, la evasión de impuestos y los recortes sociales, en fin, dirigentes claramente sociópatas.
Esta malvada sociedad o estúpida sin más, no puede ser buena en mucho tiempo, porque hay mucha mierda que limpiar y muchas malvadas personas a las que echar de sus puestos y hasta echarlos también al destierro o a la cárcel eterna.
El verdadero problema somos el deseducado pueblo que acepta: corrupción, paro y recortes sanitarios y como no, con nuestra incultura, recortes en educación, que son recortes al futuro y así malformados todos, producimos dirigentes malditos y malvados o estúpidos, sociópatas sin más.
Cuando elegimos como dirigente social un sociópata ¿Qué podemos esperar? Pues políticos incompetentes, que judicializan los problemas que no saben o no quieren resolver, jueces y periodistas amarillísimos fieles a sus ideales o redacciones, maestros y profesores adoctrinadores que no enseñan a pensar ni a razonar, porque no interesa a la oligarquía que les dirige, pero no solo a ellos, sino también a los políticos sociópatas y a media sociedad, que prefiere no pensar y sacan las banderas a sus balcones, sin pensar quién es el auténtico enemigo social, ¿Cataluña? o más bien la corrupción, la injusta fiscalidad, los paraísos fiscales y recortes a mansalva, salarios precarios, desahucios, etc. Estos problemas son los que merecen banderas, pero claro, habría que haber pensado razonadamente y no actuar impulsivamente.