Oí hoy un programa de radio en el
que periodistas y sus fotógrafos se quejaban de la actitud de la Policía Nacional
y algunas locales y de la Guardia Civil, porque les impiden informar, simplemente informar. Son periodistas que informan de los
acontecimientos en las fronteras del sur de España y en los deshaucios dentro
de ella.
Por qué las fuerzas de seguridad
del estado, es decir, nuestros defensores, impiden la información, esto es, a
priori ilegal y a posteriori una verdadera maldad. Quizás el ministro debería
decir algo ¿no?
Esta actitud gubernamental, como
las de los recortes en enseñanza y sanidad, son dictadas por la oligarquía, en
contra del pueblo soberano.
Ahora que estamos en época
electoral, debemos reaprender a votar, como mínimo y con el único ánimo de
supervivencia, no votes propuestas neoliberales, que son las que nos han traído
hasta aquí, hasta esta estafa mundial y en España local por la burbuja
inmobiliaria; donde los rescates, de la mano del PP son para la banca, no para
el necesitado pueblo, al que opinan deben presionar más, económicamente
hablando.
Las represiones contra
periodistas, son el primer paso para dominarnos por la ignorancia, el precio
que se paga por la deseducación y la incultura, maestro de las cuales es el
ministro Wert, quien nos quiere doblegar para pasto de sus amigos, de sus
compradores, digo yo.
Esto es tan parecido a la
dictadura franquista, que todo aquel que, aún por hacer gracia, mencione esta
basura que reprime los derechos de las personas, debería ser castigado, con
la intención, que las leyes que pretende
implantar el PP perseguirán a los defensores de los derechos humanos, derechos
a la información, la salud, a la educación y a vivienda.
Tomás García Álvarez