Vivimos una crisis ética, de valores, no se bien como llamarla desde luego, pero achaco su progreso a una errónea educación de las 2 últimas generaciones, por lo menos.
Y esta crisis de valores es una forma de acabar con la democracia. Ésta molesta demasiado al capitalismo salvaje, que promueve Trump y el de la motosierra, además de otros elementos fascistas de Europa.
Crisis de valores
No se puede educar una población para el bien vivir, sin que se respete a todos y cada uno de las personas que nos rodean.
No se puede educar en la competición social, sino en la cooperación y la solidaridad, porque somos seres eminentemente sociales.
No se puede implementar en los jóvenes la idea de estudiar para ganar más dinero que el vecino, es un error básico y antisocial, que cuesta muy caro a largo plazo (otra faceta más de la competitividad social, tan nefasta)
Los síntomas vienen de atrás. Un ministro de educación del PP, Wert, atentó descaradamente contra las asignaturas de humanidades, porque no son productivas (a su parecer, claro)
Crematística
Pero es que la educación no ha de ser productiva, ha de educar, formar las mentes pensantes de los alumnos. Pero Wert y el PP preferían formar trabajadores, no personas pensantes, aunque a corto y medio plazo sean mas rentables empresarialmente, pero como todo gira alrededor de la crematística, que no economía, pues se olvida, aún siendo ministro de educación, de ella y formamos preparados trabajadores rentables para las empresas y la oligarquía, que es para quienes gobiernan y lo permite parte de la izquierda. Olvidándonos de que hay que educar personas para la vida, no para el trabajo.
La sociedad no puede girar únicamente en torno a la crematística y no digo economía, porque realmente la economía piensa y se basa en el ser humano, no en la acumulación de dinero. De esto se encarga la crematística.
Economía de verdad
Comprobamos además que el capitalismo, sistema económico hegemónico, desde hace demasiado tiempo, no es el sistema adecuado para la evolución social, porque produce más daño social que beneficio.
Y ahí tiene que enfocar la política la solución a los problemas que preocupan a la gente, al pueblo, a la sociedad: Empleo, vivienda, sanidad, educación y cuidados.
Todos estos problemas sociales de primer orden no se pueden atacar desde el capitalismo, que hemos visto demasiados años su desprecio por ellos porque considera elementos mercantiles las necesidades humanas.
La crematística pone la democracia en peligro
Hay que cambiar de sistema económico, desde el capitalismo tendremos más de los mismo, más desigualdad social y éste nunca atenderá los problemas sociales si no existe rendimiento económico en ello, por tanto, es imprescindible la implementación de un sistema alternativo como la ESS la EBC y el freno al capitalismo salvaje de Trump y la motosierra.
La actitud bélica de Trump ante Gaza, Ucrania y Venezuela es una evidencia de que la guerra es imprescindible para mantener el sistema salvaje del capitalismo en el mundo. Aceptan un genocidio intentando banalizarlo. Y bombardearan petroleros venezolanos sin justificación alguna, solo porque quieren acaparar su petróleo: más dinero para acumular a sus engrosadas arcas.
Es por esto que no les importa atentar contra la democracia y en contra de cualquier población que no se acomode a sus intereses.