A la fama de nuestro país, ahora le llaman marca y nuestra Marca ESPAÑA va en función de la corrupción habida en el país, como no podría ser de otra manera. Aunque La Razón la relaciona con la Reina para bien y con la huelga de Iberia para mal.
Turismo, que mucho tiene que ver con la Marca ESPAÑA, la perjudica con los problemas laborales de Paradores. The New York Times saca fotos de españoles rebuscando comida en los contenedores de basura y las agencias de calificación nos ponen al nivel también de "basura"
Los datos económicos son malos, los sociales peores y ¿Qué hace un gobierno con mayoría absoluta para remediarlos? Actúa como si esta situación fuera falsa y hace inaccesible la justicia a la mayoría de la población, echa del país a Garzón para que no investigue la Gürtel y nos enteremos que existen muchos más Díaz Ferrán que los aflorados; solo salen a la luz los más torpes.
En cuanto a la sanidad, hay que rezar para que no nos toque una enfermedad no rentable para las empresas que gestionarán la sanidad, porque sino, nos vamos a morir sin remedio y porque el remedio es caro. Conclusión su vida y la mia al gobierno le importan un pito.
Qué decir de la educación, como las dos anteriores solo será accesible para ricos, esa élite oligarca a la que defienden, contra el población más desfavorecida, el despreciable populacho del que formamos parte.
La Marca ESPAÑA por tanto es buena si es usted un oligarca o desea acceder a esta clase, por contra la Marca ESPAÑA es mala si es usted clase baja o media.
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