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lunes, 20 de enero de 2025

Están moviendo en exceso los pilares de la sociedad que habitamos

   Cuando una minoría, sin razón ni sentido, toca los pilares de la sociedad en la que habita, está jugando con fuego, porque está moviendo los pilares que la sostienen.

   Al fin y al cabo el sostén, de las humanamente inventadas o creadas: política y economía, es la gente, el pueblo, los consumidores y trabajadores; porque, qué otra cosa hay en la tierra que pueda producir riqueza o bienestar social, sino la gente misma.

   Entonces cuando el trastorno o la perversión de las creadas o inventadas, política y economía, nos nublan la visión de la realidad política y económica en que habitamos, ha de ser porque no entendemos ni una ni otra, ni política ni economía y esa incomprensión no nos deja defendernos de sus tropelías o mejor dicho, de las tropelías que una minoría nos impone, sin razón ni sentido, como decía inicialmente.

   Política y economía deberían enseñarse inicialmente a los niños, en cuanto tengan capacidad para entenderlas, para que con ellas nadie pudiera engañarles.

   Es decir, precisamos una sociedad, gente, cultivada en democracia y con conocimiento de la política y la economía, como de las matemáticas, física y tecnología tan el boga, pero igual de necesarias que las anteriores, para saber bien vivir.

   Wert, ministro de educación del PP se encargó de cargarse las humanidades, sobre todo la filosofía, base de la política, porque la economía depende sobre todo de la sociología, la psicología, las matemáticas y  de la propia filosofía. Wert, fue a cargarse la fuente: la filosofía.

   Cuando un pueblo suelta las riendas de su autogobierno (que eso es la democracia, el autogobierno del pueblo por y para el pueblo) en manos de los que ansían el poder con intereses distintos a los del pueblo, es cuando ese poder lo perdemos todos.

   Por ejemplo es cuando en España, caen las riendas del país en manos de franquistas, que perdemos el control y vuelven las injusticias sociales propias de una dictadura, pues la ausencia de democracia nos matará socialmente.

   Aunque los propios franquistas intenten definir la democracia representativa que vivimos, como una dictadura. Falso, de toda falsedad, solo están intentando revertir la situación a su favor y en contra del pueblo.

   Como decía en principio, cuando sin razón ni sentido se mueven los pilares sociales, todos saldremos perdiendo. No tienen sentido ni razón los principios (observados por una mayoría empresarial) del crecimiento constante en un mundo finito, ni el individualismo en un ser social, como somos los humanos, ni la persecución del máximo beneficio empresarial a costa de la gente y del propio planeta.

   Principios sin sentido ni razón que no nos llevan a ninguna parte, sino al final de nuestra civilización, porque están moviendo en exceso los pilares de la sociedad que habitamos.

   Y así, nos vamos todos al garete, al fracaso, al fin: La prueba es que gobierna Trump, con Musk y los milmillonarios de EEUU y además en Europa no nos ponemos de acuerdo, quizás nos falta una auténtica Unión Europea (No una unión monetaria europea)

martes, 13 de marzo de 2018

El poder del consumo

La España política, poco tiene que ver son la España social. La calle vocea con claridad, pero los políticos se enfangan en sus propias elucubraciones, que no atienden lo demandado por el público.
 
Así sin la necesaria sintonía es difícil encauzar las necesidades de la sociedad y esa falta de comunicación del pueblo y los políticos, nos deja a la deriva y la marea no nos quiere mover del sitio (con lo poco que rema M. Rajoy), confirma lo indicado la actitud de los políticos europeos y estadounidenses, que queramos o no, hasta que la masa se cabree otro poco, es la que marca la pauta política de España y del mundo, para nuestra desgracia.
 
Si la masa social sigue moviéndose en idéntico sentido, reclamará el perdido estado del bienestar, la libertad de expresión y opinión (que hoy defiende un tribunal europeo en sentencia) y ha de encontrar el altavoz político que la atienda.
 
Por otra parte aún no somos conscientes de nuestro poder, por el miedo que nos inculcan. Cuando podamos comprender que la fuerza está en los 40 millones de consumidores y no en el IBEX 35, comenzará a mejorar nuestra situación económica y político social, esto quizás catapulte el altavoz político que nos atienda convenientemente. 
 
Pero como el #8M que no deja de ser un embrión, una semilla, que debe ser atendida exhaustivamente, el conocimiento de la fuerza del consumidor debe ser educada y canalizada con valores éticos y morales, lejos de la mercantilización social impuesta por el neoliberalismo economico imperante y que sufrimos, en precarización del estado del bienestar.
 
Tenemos el problema en que mundialmente estamos dirigidos por una ambiciosa y egoista oligarquía que para existir precisa de consumidores/trabajadores dúctiles y maleables e ignorantes de su poder como cultos consumidores.