Que cojones votan los obreros de derechas
La democracia representativa, que fue a la que pudimos acceder después de la dictadura franquista y en la que habitamos, significa que con nuestro voto elegimos al partido y personas que éste elige, para que nos representen en el Congreso y legislen, respetando el mandato popular votado y si ganan o se coaligan con otros para ello, gobiernen el país, el ayuntamiento o la autonomía, donde habitamos.
Personalmente que las listas sean cerradas y los partidos sean los que eligen sus candidatos, creo que coacciona la decisión directa del pueblo, pero ... habría en todo caso, otras maneras de perfeccionar ese asunto a través de referendos, consultas populares vinculantes, etc.
De todas formas los partidos presentan un programa electoral y entre ellos hemos de elegir el que más represente nuestros particulares intereses.
¿Cuantos votantes tienen una lista de sus intereses y la contrastan con los programas electorales? Aunque solo sea mentalmente. Es decir, ¿se vota con la razón?
Muchos votan con el corazón y en este asunto el amor, no pinta nada ni bien. Aquí no se puede actuar como en el fútbol. En él cada uno elige un equipo, por lo que sea y lo sigue porque es un puro entretenimiento, pero en política te juegas una vida buena o mala, apoyo en la enseñanza, la sanidad o el uso de la tarjeta de crédito para ambas, una pensión razonable o no.
Yo creo que los obreros de derechas votan con el corazón, con el cabreo o por otro motivo que no es razonable, porque con la razón desde luego que no; si no, no podrían votar políticas neoliberales, porque estas siempre benefician a la minoría más poderosa y ellos ahí no están, evidentemente.
La educación tiene mucho que ver con esto, porque actualmente no se educa para hacer personas bien educadas, buenas personas, ciudadanos éticos y solidarios, se educa con el fin de hacerse lo más rico posible, tener más que el vecino, compitiendo con todos en todo, en los estudios, el trabajo, hay que ir de vacaciones al sitio más lejano y traer fotos claro, si no no vale y otras maldades en contra de la sociedad amigable, amable y solidaria.
Tendremos que aprender a votar con la razón y dejar el corazón para el amor y el fútbol.