La democracia está tan comprometida por la crematística, que dejará de ser tal. Porque lo que llaman economía no lo es, es pura crematística: Interés pecuniario de un negocio.
Perdiendo la democracia que tenemos, que no es tan buena, pero siempre mejor que una dictadura, lo perderemos todo.
Mejor dicho, el pueblo liso y llano, somos quienes lo perderemos todo y eso que perderemos lo ganará ese 1 % de ricos muy ricos, gracias a las políticas de los partidos de derechas y socialdemócratas en algunos casos.
Peligra la democracia, porque ese 1 % tan rico es capaz de comprarlo TODO: Políticos, profesores, científicos, empresas y hasta gobiernos. Simplemente porque tiene el 90 % de la riqueza del mundo y le sobra poder económico que convierte en poder político, mediático, jurídico y militar, para comprar y por ende, tenerlo todo.
Que nos queda al 90 % de población que solo tenemos el 10 % de la riqueza. Razonando fríamente hay que ir al fondo de la cuestión: la creación de tal riqueza.
Ese 1 % no crea riqueza, la consigue a través de cada uno de nosotros. Sin nosotros, sin ese 90 % no son nada. Somos los consumidores y los creadores de riqueza real, productiva.
La crematística es un sistema para crear ganancia en un negocio y esto es lo que usan ese 1 % para crecer.
La economía es un sistema más complejo, porque debe atender las necesidades de todos y nos engañan tergiversando la palabra para hacer crematística contándonos que es economía.
Básanse principalmente en la financiarización, "palabro" económico que significa realmente "crear dinero jugando en el casino con papel". Me explico:
Las bolsas, los mercados financieros, son utilizados de forma irracional de forma perversa, para lo que fueron creados. Inicialmente estos mercados financieros y bolsas canalizaban el ahorro, el sobrante monetario de la sociedad y lo ponían a disposición de las empresas e inversores, para construir, fabricar y dar servicios para la sociedad.
Cuando en dichos mercados o bolsas, se comienza a especular con los valores que representaban el valor de las empresas, las bolsas se convierten en casinos donde aquella canalización del ahorro hacia la inversión se pierde, se pervierte y se convierte en un juego sin sentido económico, pero si especulativo y crematístico, que da lugar a la sin razón de la economía (por llamarle de alguna manera) actual.
Es decir, ahora ya no se invierte en bolsa para financiar empresas productivas y recoger los frutos de sus dividendos, se invierte para especular para ganar dinero comprando y vendiendo acciones (papel) y forzando situaciones irracionales en el mercado de valores: ESPECULACIÓN.
Además esta sin razón económica procura, por la acumulación del dinero en pocas personas, un endeudamiento de empresas, personas y estados que empodera cada vez más a los poseedores del papel moneda, es decir, los enriquecidos con la especulación y por tanto, la financiarización mundial.
Así la economía financiera produce más beneficios (IRREALES) que la economía productiva, creando burbujas económicas que pagamos finalmente todos, es decir ese 90 % más pobre.
Hasta aquí llegamos con el neoliberalimo económico que procuró y creó este desatino económico.
¿Y ahora qué?
Bueno, tenemos algunas alternativas que la gente generalmente no quiere escuchar, por pura comodidad, inconsciencia o desconocimiento, pero que hay que tener en cuenta, igual que hay que tener en cuenta el cambio climático, como lo demuestra la DANA que sufren actualmente en Valencia.
Si los que consumimos elegimos los productos en base a nuestros intereses y no a los de la cadena o empresa que nos lo propone, tendríamos una gran ventaja.
Si además primamos el consumo en los productos locales favorecemos la economía de cercanía (productiva), en contra de las supranacionales que como buenos monopolios u oligopolios nos perjudican.
Si presionamos adecuadamente a esos políticos, que deja ese 1 % de ricos, que nos "represente" en el parlamento, de forma que vaya a nuestro favor y en contra de su patrón, quizás progresaríamos. Es más, llegaríamos hasta poder elegir al que no contraten los del 1 %
En fin, hay que tener conciencia de lo que somos y donde queremos llegar como sociedad y así llegaremos, como no lo haremos es fiándonos de los políticos que nos proponga el 1 % más ricos del país o del mundo, que da lo mismo.
Hay que (puxar) empujar porque la democracia no decaiga, que sea cada vez más fuerte y más directa y buscar otro sistema económico alternativo al capitalismo que nos está agotando socialmente.
¡Ánimo y a la lucha inteligente! ¡Salud!