La crisis actual deviene de un virus, por comer animales salvajes o porqué no les dejamos espacio para su desarrollo, a causa del nuestro que es prioritario y por el roce nos contagian.
Además la crisis es incentivada por la deslocalización industrial para abaratar costes: La globalización, es decir, la libre circulación de dinero y mercancías, pero limitada movilidad de derechos y de personas. Deberíamos habernos planteado como sociedad tener más cuidado con el planeta y todos sus habitantes, porque parece que no lo estamos haciendo bien.
Una desafortunada educación social también nos ayuda a fomentar las crisis, nos educan para ser buenos trabajadores, rentables para las empresas, no para ser personas y los medios de comunicación, sobre todo algunas TV, nos rematan con sus programaciones basura. Asi las cosas, aceptamos pulpo como animal de compañía:
- Ser competitivos en lugar de colaboradores.
- No ser solidarios, eso es buenismo, como mucho caridad.
- Creer en que las empresas tienen que perseguir primordialmente el máximo beneficio a costa de ... por ejemplo pagar salarios indignos;
- Fomentar la producción a costa del planeta y
- Con la ayuda de la codicia, la envidia y el egoismo se fomenta el individualismo, la llamada libertad individual, a costa de la auténtica libertad que no se entiende sino en grupo.
El problema al fin y al cabo somos nosotros mismos, que viendo todas estas tropelías, las aceptamos sin proponer ninguna alternativa y votando una gestión del país que fomenta las causas antedichas.
Confio y deseo que de este "confitamiento": que no es cocinado en grasa, debería ser, cocinados en inteligencia, dentro del confinamiento, salgamos algo más listos y no nos creamos todas las utopías y mentiras que nos cuenten desde arriba, para que, como conviene, actuemos desde abajo. Si no, como vamos a defender nuestra alimentación si destrozamos el sistema primario de nuestra economía. La producción y la transformación deben ser cercanas no en las antípodas y los servicios deben ser el sector realmente terciario, no primario, como parece actualmente.
En fin hay que meditar estas semanas que nos quedan de "confitamiento" para el engorde cerebral general, en el confinamiento y resurgir con alternativas y economías más humanas, mucho más humanas y dejar de adorar el becerro de oro, que nos llevaría a una nueva y más grande crisis.