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viernes, 8 de octubre de 2010

Democráticos nos // Viendo el fútbol

Con la democracia pasa lo que con la religión. Quien es creyente de verdad, cree y practica. El resto, unas veces cree y otras practica, según convenga. Esta conveniencia en democracia facilita la demagogia y en religión la hipocresía.

Hemos de practicar más, como en la religión hay que empezar, no ya por el bautismo que nos queda muy lejano, sino por la primera comunión y ya nos confirmarán cuando estemos preparados. Ahora aún vamos en pañales democráticos.

Viendo jugar a la selección nacional de fútbol observé la calidad: Vi a Silva que llega a meterse en un lio y sale de él por su calidad, pero Iniesta ni siquiera llega a meterse en lio alguno.

Y también observé el triunfalismo del comentarista, que nos pierde a los no entendidos en fútbol, igual que  los políticos despistan con sus simplistas demagogias diarias, de las que ni nos enteramos por cotidianas. Nos hace falta cultura, en todo caso.

jueves, 5 de febrero de 2009

Nadal y Federer, como la oposición y el gobierno

Está claro el competitivo comportamiento de Federer y Nadal en la pista de tenis, ponen pasión, fuerza, garra y todo su conocimiento del deporte. Hacen como las sesiones que disputan el gobierno y oposición en el parlamento: Se mandan cada "pelotazo", a cual más potente, la diferencia es que unos tienen conocimiento de su función y otros no tanto. ¡Adivine quienes!.

Otra diferencia es cuando conviven fuera de la "cancha" Los deportistas dan un ejemplo de comportamiento, que debería ir en los libros de Educación para la Ciudadanía en primera página, los políticos dan .... (además de pena) ponga usted mismo el adjetivo que le apetezca.

No podrían copiar un poco de esos deportistas, en lugar del popular fútbol, que, por cierto, se parece demasiado al actual ejercicio político: faltas o maledicencias malintencionadas, tiradas a la piscina en el área contraria, mucha pasta en juego y dudosos jueces-árbitros. Todo un ejemplo de lo que no hay que hacer, en el fútbol ni en política.

¿No les parece que los consumidores hemos de decir algo? Porque: ¿Quién paga el fútbol? ¿Quién paga a los parlamentarios? En fin, ¿Quién paga la crisis? Por ello, nosotros, que tenemos la sarten por el mango (porque lo pagamos todo), pero unos pocos poderosos se ocupan de que no nos enteremos de ello y además nos dividen política y socialmente. Debemos unirnos para mandar a todos aquellos que nos perjudiquen a la pu... mierda. ¡Hagámoslo, hombre! solo necesitamos cultura, sentido común e información. ¡Casi ná!