Voi responder a esa entruga que fai'l mio empresariu asturianu favoritu D. Inaciu Ilesies, güei 7 de febreru n'El Comerciu.
Los votantes españoles elegimos el Parlamento y de ahí sale por acuerdo mayoritario y democrático el gobierno, por tanto, si los empresarios se considerase realmente buenos políticos seguro que los españoles les votarían y tendrían oportunidad de gestionar el país, pero ¿Es realmente buena esta opción?
Dos argumentos:
a) Los empresarios no son creadores de empleo, centrándose solamente en la oferta, sin tener en cuenta la demanda, el consumo, se justifica esa creación, tan errónea y obsoletamente, como que el mundo es el centro del universo.
El empleo es producto del consumo y debería serlo realmente de la satisfacción de necesidades humanas y no de la persecución del máximo beneficio. Y sin el consumo, por tanto, sin consumidores, no hay empleo.
Justifica lo antedicho que subir el SMI no provoca paro, sino al contrario.
y b) Tal como se concibe hoy día la empresa y su objetivo primordial: La obtención del máximo beneficio monetario, no creo que esa política interese en la dirección de la nación.
Hay que tener en cuenta nuestro hegemónico sistema económico: El capitalismo, tiene su base en la empresa de ahí la falacia antes indicada de creadores de empleo, pero además se puede comprobar simplemente observando a dónde nos a traído esa base de nuestro sistema económico: la empresa.
Tenemos en el mundo: Desigualdad social y hasta millones de personas pasando hambre. Abundantes guerras y hasta genocidios. Cada vez más pobres y menos ricos pero éstos cada vez más ricos. Destrucción acelerada del planeta, por la excesiva extracción de materias primas y agotamiento ecológico del mismo y un medioambiente que en medio o largo plazo, nos impedirá existir como especie.
En fin, no nos proponga llevar a los gobiernos a esos falsos creadores de empleo, porque ya lo están, a través de los monigotes, que por deseducación, vamos eligiendo legislatura tras legislatura, el (malintencionadamente) poco cultivado pueblo.
En realidad debería habernos informado de que desafortunadamente estamos dirigidos indirectamente por los más fuertes y poderosos empresarios del mundo. Todo esto construido eficazmente por una economía tan deformada que ya no es tal. Es pura crematística, me explico.
Si el éxito del empresario fuera la persecución del bien común, en lugar de lo que persigue. Sí, ese falso creador de empleo, sería muy beneficioso socialmente hablando, pero para esto se necesita una transformación social que comience por la educación. Es necesario buscar un nuevo sistema económico.