Comienza uno por criticar a Yolanda Díaz (Vicepresidenta del
Gobierno) por pedir más tiempo libre para todos, diciendo que así
promueve la vagancia colectiva y se continúa haciendo caso al «jarrón chino» Sr. Aznar (Expresidente del Gobierno) en aquello de: «el que pueda hacer que haga«.
Dentro de esa misma línea de actuación, pero un poco más a la
derecha, se dan instrucciones para que se ataque verbal y físicamente a
todo periodista que no sea de derechas y así se consigue, con tal
consigna, crispar la sociedad en que habitamos.
La estrategia de la oligarquía mundial en España se ve claramente en lo dicho y en las actitudes de Vox y PP, fomentando los golpes de toga
a izquierda y centro, es decir, a todo lo que se mueva distinto de su
ámbito social, para controlar la sociedad sin las urnas, ahí no han
tenido mucho éxito y por tanto, hay que intentarlo por cualquier otro
medio aún ilegal.
Tienen la cobertura de X.com (Musk) ahora también con Zuckerberg,
para en caso de elecciones, echar una mano con la manipulación de la
opinión pública.
Todo esto en defensa del obsoleto e injusto sistema económico
hegemónico: El Capitalismo Salvaje, basado en la competitividad en todo
ámbito y en el individualismo, que nos trajo hasta el Tecno-Feudalismo o
feudalismo tecnológico que dominan los mencionados Musk y Zuckerberg y
otros, como bien define Varoufakis (escritor y economista griego)
La competitividad y el individualismo, nuestra perdición
Tenemos la competitividad tan arraigada, después de 50 años, de
educación y práctica que no vemos más allá de nuestras narices.
Empresarialmente aceptamos la tropelía de que, por ejemplo: 100
empresas en cierto ámbito del mercado compitan entre sí y en esa
competición va a ganar una, la mejor la heroica empresa convertida por
su triunfo final en monopolio de dicho ámbito mercantil y nadie nos
cuenta que las 99 restantes perdieron, desaparecieron, con el coste
social que eso tiene ¡Ah! pero ganó la mejor. Ya, ya y los trabajadores y
empresarios de las 99 restantes ¿qué?
Las cooperación y la solidaridad, lo razonable socialmente
No sería realmente razonable y socialmente mucho más agradable,
que esas 100 empresas en aquel ámbito mercantil colaborasen entre ellas
para prestar el servicio social para el que se constituyen y convivir
cooperando, fabricando bienes y prestando los servicios que la sociedad
en que habitan precise.
Esto no es una utopía se puede hacer y hay medios y método para
ello. En cambio la persecución del máximo beneficio a costa de un
incremento ilimitado de la producción, que es lo que impone el salvaje
capitalismo que critico, si es una utopía, que vamos a pagar muy cara.
Ya empezamos a pagarla.
La estamos pagando medioambientalmente (por ejemplo: DANA) y
socialmente (desigualdad enorme y mundial) Estúpidas guerras por asuntos
económicos Gaza y Ucrania y la crispación social que hay que medicar
cada día para subsistir.
Desegañémonos, a este mundo venimos a ser felices, no ricos. Lo
primero es posible mediante el bienestar social y lo segundo tan
imposible, como el sistema económico en que habitamos, que es la prueba
definitiva de tal imposibilidad.
Finalmente añadir que si la derecha se asalvaja como lo está el sistema económico, la democracia estará en peligro, porque impide llevar al extremo el capitalismo salvaje en que nos quieren enterrar como sociedad. Avisados estamos con el Tecno-feudalismo.
Bien es verdad que hay otras vías que explorar como esta que planteo porque me parece la mas acertada Economía del Bien Común, pero se precisa desaprender varios conceptos capitalistas y cambiarlos por otros más sociales (cooperación y solidaridad, dignidad humana, justicia social, sostenibilidad, participación democrática directa y transparencia)