Mi suma a Sumar

Mi suma a Sumar está justificado por la obsolescencia del sistema económico en el que estamos y nos trajo aquí, le han dado tantas vueltas que se pervirtió hasta la definición de economía. Ésta se convirtió en: la forma más eficaz de ganar dinero, en lugar de ser: la administración de la casa, lo que hacen las familias, usar los medios a su alcance para tener el mejor nivel de vida posible.

La pervertida definición se traslada a los organismos sociales: Municipios, Autonomía y País y la primigenia se olvida, porque no interesa a una pequeña parte de la sociedad, la que se beneficia con dicha perversión. 

 

La implementación de la crematística, de forma exagerada y aquel olvido, nos han traído hasta aquí a este injusto estado del malestar.

A este mundo no vinimos a hacernos todos ricos, porque es imposible; vinimos a ser lo más felices posible, de forma sostenible y eficiente, pero no ricos. Querer ser todos ricos obliga necesariamente a competir y de la competición sale un ganador y varios perdedores, perjudicados, impidiendo compartir, claro. Actitud socialmente deleznable. La colaboración es la actitud social válida

Una eficaz herramienta para la competición económica es que el dinero en lugar de ser considerado lo que es, un medio de pago, se considera un fin en sí mismo y su acumulación que no tendría justificación siendo lo que es, pues la convierte el sistema en riqueza.

Quiero decir que con dejar de competir económicamente y haciendo que el dinero sea lo que es, un medio de pago solamente, ya tendríamos subsanada la perversión económica y la definición sería la primigenia. Si además a esto le añadimos 4 valores (que observa íntegramente nuestra Constitución): Dignidad humana. Justicia y solidaridad. Democracia participativa y transparencia y Sostenibilidad medioambiental, tenemos la herramienta que ya existe y se llama Economía del Bien Común (www.economiadelbiencomun.org) que deben ustedes, por favor, tener muy en cuenta. Ya se aplica el diversas instituciones y municipios