Es doloroso, sumamente doloroso y lamentable, que el más importante Consejero del Principado, encargado, nada menos, que de la gestión de la educación de la comunidad, defraude económica y personalmente a sus vecinos, a sus vecinos más cercanos en este mundo, los asturianos.
Es punible su actitud judicialmente, pero más lo es la traición a la confianza de los que le confiaron la importantísima labor de la educación, para esto no hay cárcel suficiente, con este ejemplo se carga todos sus méritos previos.
Estos hechos son consecuencia y reflejo de la sociedad que llegamos a hacer y que seguimos alimentando, basada única y exclusivamente en el dinero y el poder que otorga éste. Nuestra dejadez cultural.
De todas formas nosotros impulsamos este tipo de actitudes con las nuestras mientras sigamos sin pedir factura para ahorrarnos el IVA, admiremos más al Pocero que a cualquier profesor o catedrático, no podremos criticar la política barriobajera que sufrimos: "Total por unos trajes" Esto, esto supera al Rio-podre asturiano porque aquí se asume el tráfico de influencias, el soborno y la intemerata. Si ya se, de menor cuantía, pero aquí el tamaño importa menos.
Así las cosas hay que reformar estructuralmente, no solo la economía ,sino la sociedad, que van muy unidas, cuando social y educativamente estemos preparados para exigir lealtad, honradez y transparencia a nuestros políticos, porque nosotros la practiquemos, en ese momento comenzaremos la superar la crisis socio-económica que sufrimos. Ausencia de cultura es nuestro mal. Dicho de otra forma, como oí hoy, nuestro problema es la "berlusconización" y la "belenestebanización" globales de la sociedad.
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