En el artículo de El Comercio
titulado “Fade
reclama menos gasto público y más inversión para evitar la condena de Asturias” el Presidente de la patronal asturiana,
con frases pensadas, nos viene a decir que: “Tocan
ya unos presupuestos expansivos” y “Tocan
ya unos presupuestos inversores” y luego añade que: apuesta por una “racionalización del gasto” y aclara que
no quiere esto decir recortes en servicios. Finalmente añade que: Debe haber un
“volumen inversor” y “un marco fiscal adecuado”
Piense amable lector un poco y
verá que con estas frases se pide “un marco
fiscal adecuado” para las empresas, es decir, que para que se “racionalice”
el gasto. Y que éstos, los gastos, los paguen los trabajadores no los empresarios.
Con unos presupuestos expansivos
e inversores se quiere indicar al Gobierno de Asturias de inversiones y ayudas empresariales.
Todo esto se afirma por el dirigente empresarial asturiano en un marco que también
define como muy malo de empleo y crecimiento.
Se ha publicado en El Comercio y
otros medios de comunicación que los beneficios empresariales en los últimos
ejercicios se han puesto al nivel de los del inicio de la última crisis, pero
los salarios y el paro no mejoran y propone el Presidente de FADE que se siga
ayudando a los empresarios para que sigan incrementando el beneficio
empresarial, que no se explica nunca por qué debe crecer año a año y nos
plantean como una tragedia el mantenimiento del mismo no hablo ya de la
disminución. En cambio los salarios pueden bajar y hasta anularse pasando a
incrementar el paro y no pasa nada.
Por tanto, Sr. Presidente de
Principado ayude usted al empresariado asturiano, para que sigan incrementando
los beneficios empresariales, porque el país vive de dividendos elevados, no de
salarios que es un despilfarro al considerarse un gasto
empresarial.
En cuanto a las 22 Propuestas Ineludibles para Asturias puede
analizarse la crítica realizada aquí, en resumen no aportan nada
nuevo excepto el mantenimiento del beneficio empresarial al menor riesgo
posible.
Como dice el titular inicial "la condena de Asturias" vendrá de la mano de nuestros intrépidos e innovadores empresarios que únicamente piden condiciones favorables para incrementar el beneficio empresarial. Ellos sacrificados creadores de riqueza y empleo piden medidas contarias a ello porque sencillamente les benefician a corto plazo y no ven más allá. La sociedad asturiana importa poco: Ahí está Madrid y el extranjero, sede oficial y laboral de nuestros jóvenes.